Enseñar a un niño a meditar: Cada vez son más las escuelas y los padres que se inclinan sobre la práctica de la medicación en los niños. Pero, antes de comenzar a enseñar a un niño a meditar, debemos comprender lo que es la meditación.
¿Qué es la meditación?
La meditación es el arte o técnica mediante la cual se consigue que la mente se aquiete durante unos minutos, es decir, es el arte de “no pensar en nada”.
Existen diferentes formas de meditar; muchas se concentran en un objeto, otras solo mencionan palabras o una palabra y alguna utilizan imágenes. Además existen tipos de meditación en movimiento como es el caso de la práctica de yoga, o estáticos como la meditación tradicional.
Quizás parezca a una tarea sencilla pero, de solo inténtalo, notarás que no lo es.
La meditación produce efectos no solo en la mente sino también en el cuerpo. Además los beneficios de que un niño medite son a corto, mediano y largo plazo.
Beneficios de que un niño medite
- Permite una mejor concentración y facilita su aprendizaje.
- Aprende a controlar sus diferentes estados de ánimo, lo que lo convierte en un niño autónomo afectivamente hablando.
- Eleva su potencial de inteligencia, puesto que aumenta su atención y concentración.
- Mejora su digestión, dado que, al meditar el organismo se encuentra en calma y armonía lo que facilita la digestión e impide problemas estomacales como gastritis, acidez estomacal, etc.
- Aumenta la inteligencia emocional, dado que la meditación potencia los sentimientos de empatía, amor y paz que resultan ser un ejemplo para otros niños.
- Permite un mejor descanso por las noches.
Técnicas de meditación para niños
A continuación vamos a ver cómo se puede enseñar técnicas de meditación para niños a fin de poder emplear las mismas tanto en el aula como en el hogar.
La música
Una de las técnicas más utilizadas para enseñar a meditar a un niño es la medicación activa (en movimiento) con música tranquila. Este tipo de meditación quizás pueda no tener el aspecto de una meditación en sí misma pero ciertamente lo es y es muy efectiva.
Para ello solo debes tomar alguna actividad que a los niños les guste, por ejemplo dibujar, pintar, trabajar con arcilla, etc. Luego coloca un poco de música tranquila y deja que ellos explayen en el arte sus sentimientos. Permite que la música les acompañe: es decir que el volumen no esté demasiado bajo o alto.
La relajación luego de una hora de actividad física
A menudo los niños regresan al aula eufóricos de la clase de educación física. Este es un momento perfecto para realizar una meditación guiada.
Para ello, los niños solo deben colocar sus cabezas sobre el pupitre y cerrar los ojos. Luego serás tú quien hable a los niños en forma pausada y serena. Deberás disminuir la velocidad de las palabras que utilizas un poco más lentas cada vez pero hazlo de forma pausada.
Describe como si estuvieras yendo a algún campo o bosque rodeado de árboles, flores y con un río que le atraviese. Describe cada una de las cosas que ahí visualizas.
Este tipo de meditación se llama guiada con visualización.
Luego de 5 o 10 minutos puedes hacer que los niños regresen lentamente a su estado normal. Notarás que esta técnica es muy simple de aplicar y muy efectiva a la vez.
Meditación Tai chi
Si dispones del espacio en el aula, puedes buscar en YouTube o en internet diferentes ejercicios de meditación en movimiento para practicar con los niños. Practica antes de comenzar la clase para aprender los movimientos.
Los niños apreciarán esta preciosa técnica de meditación.
Puedes encontrar más información sobre técnicas de relajación en niños aquí:
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