Tablas de recompensas. Beneficios de recompensar a un niño

tabla de recompensas

Hablamos con muchos padres de la necesidad de castigar o recompensar a nuestros hijos, y esta claro que es mejor recompensar que castigar, ya que el castigo no es educativo. Pero, ¿Sabemos como hacerlo sin caer en el materialismo?. En este artículo te enseñamos los beneficios de recompensar a un niño y hacer una tabla de recompensas para motivarlo.

Enseñar a un niño que se comporte de modo adecuado, que colabore con los quehaceres del hogar, que cumpla con las tareas escolares o que simplemente sea ordenado, son algunas de las tareas que, como padres, más nos cuesta transmitirles a los hijos.

Transmitir valores, como el esfuerzo, la responsabilidad o la buena conducta es una labor diaria que debemos realizar con paciencia y constancia y que seguro a la larga lograremos.

Ante esto se nos plantea la disyuntiva del castigo o la recompensa y esta claro que elegimos la recompensa siempre y cuando esta no sea material, a continuación veamos los beneficios que tiene premiar a un niño en relación al castigo.


Conoce los beneficios de recompensar a un niño frente al castigo

  1. El niño siente deseos por hacer lo correcto para obtener la recompensa.
  2. Se formará el hábito de modo más sencillo y no por imposición.
  3. Promueve autonomía e independencia.
  4. Fortalece los lazos sociales en el niño y le ayuda a crecer psíquicamente saludable.
  5. Permite que el niño tenga una noción de que toda buena acción o acción correcta, trae una consecuencia agradable

Ahora, como debemos recompensar a un niño. Para ello podemos establecer algunas actividades que permitan realizar las diferentes tareas encomendadas y que recibirán su justo premio.


Cómo recompensar a un niño – Actividades para establecer tareas diarias

Ayudas visuales

Muchos niños, en particular los más pequeños, incorporan las órdenes o las palabras de los adultos con ayudas visuales. Es bueno utilizar imágenes de diferentes tareas, como ordenar el cuarto, ayudar al poner o quitar la mesa, sacar la basura, etc.

Puedes adaptar diferentes fichas y colocarlas en el cuarto de los niños o en algún otro lugar donde ellos puedan recordar lo que deben hacer; por ejemplo, si estableces como tarea que se cepillen los dientes antes de dormir (muy recomendable por otro lado) , puedes pegar una imagen en el baño de un niño o niña cepillando sus dientes antes de ir a la cama.

No olviden colocar una breve leyenda para que los niños más grandes practiquen algo de lectura. Por ejemplo, en la imagen del niño cepillándose los dientes, puedes colocar la leyenda “no olvides cepillar bien tus dientes antes de ir a dormir”.

Rotación de roles

Muchos niños no son conscientes de todas las tareas que recaen sobre los propios padres. Tareas como: hacer la comida, limpiar el hogar, tener la ropa lista para los niños, hacer las camas, cortar el césped, limpiar los platos después de la cena, preparar el desayuno, etc.

Incluso muchos adolescentes tampoco son conscientes de los esfuerzos que los mismos padres hacen diariamente. Sin embargo, poco efecto positivo tendría sobre ellos el hecho de mencionar simplemente las cosas que los padres hacen diariamente por ellos; hasta sería incorrecto. Sin embargo, no existe mejor modo de enseñarles esto a los niños que realizando una rotación de roles:

Durante una semana, haz este intercambio. Permite que uno de los niños más grandes quite los platos de la mesa mientras otro realiza la tarea de lavarlos (depende de las edades).

No es necesario que se hagan las mismas actividades todos los días, puedes realizar un circuito de rotación en función de cuántos sean en el hogar y de cuantas tareas haya para repartir.

El juego de la vida, pero con tareas escolares y domésticas

El juego de la vida es un excelente ejemplo de lo que toda persona adulta tiene que realizar en su vida diaria: salir del hogar, ir a trabajar por un determinado salario, regresar al hogar y realizar las tareas diarias para comer, mantener la higiene personal, etc.

Utiliza el juego de la vida, pero cambia cada uno de los casilleros por tareas domésticas y/o escolares. Así, en uno de los casilleros puedes colocar “tiende la ropa de la cuerda”, “lava los platos”, “ayuda a poner la mesa en la cena”.

No es necesario que los niños hagan cada una de estas actividades en el momento en que estén jugando. Puedes anotarlas en un listado con el nombre de cada uno de los niños y las respectivas tareas que les corresponden en función de los casilleros donde han caído durante el juego. De este modo, luego de finalizar el juego, podrán realizar las tareas.

Asegúrate de que, como en todo juego, los niños tengan una recompensa por cumplir con las actividades.

La bolsa de las tareas

Coloca, dentro de una bolsa, varias tareas anotadas, cada una de ellas en un papel. Luego pide a cada uno de los integrantes de la familia que saque de la bolsa una tarea. Por ejemplo, puedes colocar en un papel “sacar la basura” o “colgar la ropa”.

Luego diles que, en el transcurso de las próximas cuatro horas (dependerá esto de las actividades que hayas anotado) ellos deben cumplir con la tarea que tengan. El primero en cumplir con la tarea asignada recibirá una recompensa.

Esta recompensa puede ser desde escoger una comida, programar una salida que ellos deseen hasta tomarse un día de descanso (por ejemplo, el domingo) sin realizar ninguna actividad: ni tareas escolares, ni quehaceres domésticos, ni horarios.


La tabla de recompensas

Si la idea de las recompensas te ha parecido interesante de aplicar, puedes probar con realizar una tabla de recompensas. Esta tabla la puedes realizarla en función de las edades de los niños y de las tareas que ellos tengan durante el día.

A medida que ellos vayan concretando las tareas, puedes asignar una puntuación a cada actividad. Una vez cumplida la tarea, los niños habrán obtenido un cierto número de puntos. Dependiendo de cuál sea esa puntuación, podrás escoger una o más recompensas. A mayor puntuación, mejores serán las recompensas.

Te dejamos un ejemplo de tabla de recompensas:

Tabla de recompensas
Ejemplo tabla de recompensas para niños

Observa la siguiente tabla de tareas: cada niño puede ser un coche de carreras. En la parte superior del cuadro, se encuentran designadas cada una de las actividades a desarrollar. Puedes cambiar las actividades si lo deseas.

Cada tarea tiene asignada una puntuación. Luego al cumplir con las tareas dadas, los niños obtienen una puntuación. El que mayor puntuación obtenga podrá escoger una recompensa. Así, si el niño ha acumulado 15 puntos podrá escoger un dulce (por solo poner un ejemplo) pero si el niño ha acumulado más puntuación podrá escoger entre una salida o paseo que él desee hasta algo material, si lo consideras prudente.

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3 comentarios de “Tablas de recompensas. Beneficios de recompensar a un niño

  1. Eneida dice:

    con los premios se consigue que los niños hagan aquello que los adultos queremos que hagan pero sin interiorizar el beneficio de aquello que están haciendo, pues lo que prima para ellos no es lo que hacen, sino lo que consiguen haciéndolo. Para mí no es positivo

Los comentarios están cerrados.