Aprendizaje supervisado ▷➤ Los niños tienen una capacidad de aprendizaje impresionante, para ellos, adquirir nuevos conocimientos es algo mucho más sencillo que para los adultos.
Esto mismo lo asegura diversos estudios relacionados con la plasticidad cerebral, es decir, con la capacidad de aprender y adaptarse que tiene el cerebro en general pero que para los más pequeños resulta ser un proceso más sencillo de realizar.
Para ello, existe una gran variedad de métodos que pueden utilizarse para reforzar la facilidad para aprender de los niños.
Una técnica muy eficiente que puede ser aplicada en casa con mucha facilidad es el aprendizaje supervisado.
¿Qué es el aprendizaje supervisado?
Dicho de otro modo, es un aprendizaje que se basa en la capacidad del cerebro para realizar clasificaciones o seriaciones, lo que también se conoce como algoritmos.
Esta técnica se trata de proporcionar una serie de datos cuyo valor se conoce con anterioridad, y que se utilizan para dar una etiqueta a un elemento nuevo. De este modo, el aprendizaje supervisado se ancla siempre a un aprendizaje previo, generando una especie de eslabones o encadenamiento de pensamiento.
Se trata de un método práctico y sencillo, especialmente útil para aplicarlo en cualquier entorno educativo.
¿Cómo aplicar el aprendizaje supervisado en niños?
Al ofrecer a los niños una serie de datos básicos como entrada, podrán utilizarlos para alcanzar un resultado a partir de ellos. Aplicar esta técnica en casa o en al aula es sumamente sencillo. Además, es bastante beneficiosa ya que permite a los pequeños conocer la denominación correspondiente a cualquier elemento a partir de la información base.
Ejemplo de aprendizaje supervisado
Por ejemplo: Si se le muestra el dibujo de un camión a un niño y se le explica la denominación del objeto que mira, será capaz de reconocer y nombrar camiones una vez que los vea, sin importar que su forma, color o tamaño sean diferentes.
Es importante, en este aspecto, recordar que la información brindada siempre será más efectiva cuanto más cercada sea para el niño en relación a su medio ambiente.
Otro ejemplo: si queremos explicar a un niño cómo es la nieve pero las condiciones climáticas del ambiente de ese pequeño no son adecuadas para la nieve, difícilmente éste podrá comprender lo que le queremos trasmitir.
De igual manera, si a un pequeño se le presenta la imagen de un perrito, sin importar su raza, y se le da a entender el tipo de animal que es, podrá reconocer y denominar otros perros, aunque sean de razas distintas y presenten características, tamaños y cualidades diferentes.
Así, es muy fácil que los niños aprendan cómo generalizar elementos aunque no los hayan visto previamente, basándose en los datos que les ofrecemos.
¿A que edad podemos aplicar el aprendizaje supervisado?
Dicho esto, es importante remarcar que el aprendizaje supervisado se puede aplicar en niños desde los 18 o 24 meses en adelante, aunque debemos destacar que el mismo incluirá categorías amplias: por ejemplo en niños tan pequeños si le mostramos la imagen de un perro y de un caballo, el niño dirá que ambos son perros (guau guau).
Esto es completamente aceptable (aunque es entendible que para niños más grandes ambos animales correspondan a categorías diferentes: perro y caballo.
Incluso, el mismo método se puede aplicar en adolescentes y adultos pudiendo así complejizar las categorías de aprendizaje e incrementar el conocimiento.
De esta manera, es posible aplicar las técnicas de aprendizaje supervisado en casa muy fácilmente, ofreciendo a los niños información de entrenamiento para ayudarlos a conocer, identificar y clasificar los objetos de su entorno de manera muy sencilla.
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