Dentro de los juegos infantiles, podemos distinguir los juegos dramáticos, los de construcción y los juegos de reglas.
Cada uno de estos cumple funciones específicas para el niño, siendo el juego (en sentido genérico) un medio de expresión/comunicación del mundo interno del niño pero también de una asimilación del mundo externo.
A partir de los juegos es posible que los pequeños desarrollen habilidades cognitivas y neurológicas con mayor facilidad. Es por esta razón que el juego no debe ser considerado únicamente como un momento de descanso dentro de la escuela, sino más bien como un elemento más mediante el cual se puede promover el aprendizaje.
Funciones de los juegos vinculados con el aprendizaje
Dentro del ámbito escolar, utilizar el juego puede favorecer diferentes aspectos:
Aspecto formativo
El juego permite la maduración intelectual así como también la capacidad de imitación y adaptación del niño dentro del mundo adulto.
Aspecto afectivo
Tal como se hizo mención con anterioridad, el niño proyecta su mundo interno (sentimientos, emociones, deseos, etc) mediante el juego, funcionando en este sentido como un canal de expresión.
Aspecto psicoterapéutico
El juego permite entrar en un espacio sin tiempo. Es un lugar “como sí” en donde todo puede ocurrir: una escoba se convierte en una nave espacial, una caja grande en un barco, etc. Por tanto, es considerado un medio de expresión que debe aprovecharse en el ámbito escolar.
Mediante el juego es posible enseñar diferentes asignaturas, habilidades o destrezas, aunque no todos los juegos deben pensarse del mismo modo para el área escolar. Por tanto, como se mencionó con anterioridad, es prudente pensar cada estrategia de aprendizaje en función de tres grandes grupos de juego: los dramáticos, los de construcción y los juegos de reglas o reglados.
En esta ocasión, veremos los juegos reglados en educación infantil.
Los juegos de reglas para niños
Los juegos reglados o juegos de reglas cobran una radical importancia entre los 2 y los 6 años de edad. Estos, acompañan la aparición del juego simbólico pero, a diferencia de estos, aquellos tienen como finalidad u objetivos ayudar a que el niño respete ciertas normas, reglas dentro de la dinámica del juego para que el mismo se pueda llevar a cabo.
Un juego es considerado de reglas cuando:
- Se establecen previamente al juego las reglas que deben respetarse y sin las cuales no existiría el mismo.
- Que las mismas reglas sean concretas. Esto es que establezcan cuando un jugador avanza, retrocede, pierde, gana, es sancionado o eliminado del juego, etc.
Los juegos de reglas aparecen alrededor de los 2 – 3 años con la presencia de un adulto quien cumple la función de hacerle conocer las reglas del juego a los niños, permitiendo que los niños se involucren en un tipo de juegos en donde habrá determinadas actividades que están permitirás, mientras que otras no lo estarán.
Al mismo tiempo, estos juegos permiten que los niños pequeños imiten a los niños de mayor edad o bien al adulto, por lo que funcionan como primeros ordenadores sociales.
Alrededor de los 4 – 5 años, los juegos de reglas tienen otra funcionalidad: a esta edad, los pequeños tienen características egocéntricas muy marcadas. No obstante, el vínculo con otros niños dentro del juego reglado permite que estos acaten normas de modo inconsciente (ya que lo que media es el juego).
A partir de los 6 – 7años (etapa de ingreso a las operaciones concretas, según Piaget), los juegos de este tipo ya cumplen una función normativa propiamente dicha, puesto que cognitivamente los niños de esta edad se encuentran preparados para poder acatar reglas, seguir órdenes y reconocer los errores (propios y de otros participantes) dentro del juego.
Adicionalmente, la actividad del juego se convierte en un juego compartido, con otros, puesto que es recién a partir de esta edad que los niños pueden jugar con pares sin competir como se hacía entre los 4 – 5 años.
8 Características y beneficios de los juegos reglados
- Permite que los niños puedan tener en cuenta el punto de vista de otro niño. Esto les ayuda a correrse de la postura egocéntrica característica antes mencionada.
- Desarrolla el sentido de la responsabilidad, mediante el acogimiento de las reglas propias del juego.
- Permite la comunicación entre los niños, promoviendo las relaciones interpersonales entre ellos.
- Ayuda a que los niños reconozcan y acepten normas y leyes sociales.
- Fomenta la creatividad ya que mediante el juego tradicional reglado es posible crear reglas o modificaciones nuevas, dándole así nuevos sentidos a los juegos.
- Desarrolla habilidades en series numéricas, ordenación y clasificación, lo que estimula el pensamiento matemático a temprana edad.
- Ayuda para que los pequeños incorporen nociones de tiempo y espacio.
- Fomenta el desarrollo de las capacidades de expresión, comunicación y razonamiento.
Funciones del educador o docente dentro del juego reglado
- Como observador. El docente tiene la función de observar la participación de los niños y el acatamiento de las normas al mismo.
- Facilitador del material. Adicionalmente, el docente deberá organizar el material así como también la estructuración del tiempo y del espacio.
- Favoreciendo la creatividad. En este aspecto, el docente puede ofrecer o mostrar diferentes variantes del juego tradicional, permitiendo que los pequeños también realicen modificaciones. De este modo, se estimula la creatividad de los niños.
- Fomenta la capacidad crítica. El docente debe ayudar a que los niños reconozcan cuando alguno de los participantes ha incurrido en un error, sea este voluntario o involuntario.
- Desdramatizar el hecho de perder. En este sentido, el docente cumple un rol de gran relevancia, ya que puede promover la participación de todos más allá de quién sea el ganador y quién el o los perdedores. De esta manera, se estimula la participación en el juego y no la finalidad el mismo: ganar.
5 Juegos de reglas en educación infantil
A continuación se describen 5 de los juegos reglados más conocidos. Si bien existen muchas formas de poder jugar estos juegos, aquí solo se expone una de esas formas.
Rayuela
La rayuela o el avión es un juego típico de reglas que se puede jugar en el patio escolar o en el hogar. Es necesario dibujar con una tiza un avión que constará de 10 cuadrados o cajas. Cada una de estas tendrá un número de 1 al 10. Además, se necesitará una piedra plana.
El juego comienza cuando uno de los niños lanza la piedra, que deberá caer en la casilla con el número 1. Luego, brincando en un pie (o con los dos si es una casilla doble) deberá llegar hasta el final del avión.
Partida tras partida, el jugador deberá hacer que la piedra caiga en cada una de las casillas pero respectando las reglas: no pisar la casilla en donde se encuentre la piedra y lograr avanzar hasta el final saltando.
Con este juego se desarrolla la coordinación, el equilibrio, la puntería, concentración y paciencia.
Las cuatro esquinas
Este juego es muy conocido y solo se necesitará un espacio con 4 esquinas o también 4 árboles.
El juego consiste en que 4 niños se coloquen en cada una de las esquinas, mientras que otro niño se colocará en el centro. A la espera de que sus compañeros se muevan e intercambien lugares (esquinas) entre ellos, el niño que se encuentra en el centro deberá correr en busca de alguno de ellos .Si logra tocar a alguno de sus compañeros cuando no se encuentren en alguna de las esquinas, este niño ocupará su lugar.
Con este juego se estimulan los reflejos, la atención y la agilidad corporal.
La gallinita ciega
Para jugar a este juego tradicional, solo se necesita contar con un espacio amplio y un pañuelo para cubrir los ojos de quien será la gallinita ciega.
El niño escogido como gallinita, deberá colocarse el pañuelo cubriendo sus ojos. Luego deberá dar varias vueltas sobre sí mismo. Posteriormente, deberá capturar a uno de los niños e intentará adivinar a cuál niño ha capturado.
Con este juego se desarrollan habilidades de atención, percepción del espacio y reflejos.
El escondite inglés
Otro de los juegos clásicos es el del escondite inglés. Para este juego solo se necesitará un espacio amplio (por ejemplo, el patio escolar).
El juego comienza cuando se designa a uno de los jugadores, quien deberá colocarse frente a una pared, mientras que el resto de los participantes se encuentran a cierta distancia (inmóviles de momento). Cuando el niño comience a contar (deberá contar hasta 5 o hasta 10) el resto de los participantes deberá (de forma lenta) acercarse e intentar tocar la espalda del niño. Si el niño gira y los pilla en movimiento, los enviará hasta el fondo del patio.
Con este juego se estimula el autocontrol, la agilidad personal y la concentración.
Pilla – Pilla o atrapa la cola
En este juego se necesitan tantos pañuelos como niños haya. Cada pañuelo debe colocarse en la cintura o enganchado en la falta de cada uno de los niños.
Tras la señal de la docente, cada niño deberá intentar quitarle las colas a sus otros compañeros teniendo la precaución de que no le quiten la propia.
Con este juego se promueve la concentración, agilidad, rapidez y movimiento.