La técnica de la casa de los abuelos es un modo de enseñar a los niños a crear categorías mentales con el fin de memorizar asociativamente diferentes elementos. Con este método será posible que los niños recuerden cosas asociándolas con lugares conocidos por ellos.
¿En qué consiste la técnica de la casa de los abuelos?
Esta es una técnica muy utilizada en la que se intenta asociar un lugar conocido por los pequeños con información nueva que ellos deberán recordar.
La técnica puede recibir también el nombre de “la casa propia” o “el cuarto de los niños”, etc dependiendo que cada niño. Lo importante aquí, es que el lugar que se visualice, sea lo más agradable y conocido para los niños. También se puede pensar en una casa pensada exclusivamente para esa técnica que sea inventada. Para ello será conveniente que el niño la dibuje con todos los detalles posibles.
Con esta técnica se intenta realizar una conexión entre la memoria declarativa (aquella relacionada con los recuerdos de cada persona) y la memoria semántica, dos tipos de memoria de las que ya hablamos (aquella que se relaciona con los hechos o acontecimientos del mundo).
¿Cómo aplicar la técnica de la casa de los abuelos?
Visualización de la casa
Lo primero que debemos hacer es seleccionar la casa que servirá de modelo. Esta puede ser la casa de los abuelos, la casa propia o bien la casa de otro familiar .Lo importante es que el niño conozca perfectamente esa casa pues deberá visualizarla en primer lugar.
Recorriendo el lugar de forma mental
El segundo paso es, con los ojos cerrados, recorrer mentalmente ese lugar con el fin de establecer diferentes caminos o rutas. También aquí resulta de ayuda que los niños (especialmente los más pequeños) dibujen la casa que servirá de modelo para la técnica.
En este paso se establecerá cuál será el recorrido que se seguirá; es decir cuál es el primer cuarto o habitación que se visitará de manera mental, cuál el segundo y así sucesivamente.
Distribuir la información
En este punto es importante tener en cuenta el tipo de información que vamos a guardar en cada habitación. Lo más pertinente es que cada habitación se asocie con algo que los niños puedan recordar. Por ejemplo, si lo que se ha de enseñar es relacionado con botánica, entonces se puede guardar esta información en el jardín o en un patio. Si se está enseñando sobre matemáticas, se puede utilizar el cuarto de estudios y si se está enseñando química, se puede guardar dicha información en la cocina.
Lo más apropiado será distribuir la información en pequeñas partes, pudiendo incluso separar la información en diferentes zonas dentro de un cuarto. Por ejemplo, parte de la información que se desea recordar, se puede guardar en bibliotecas, en repisas o áreas de juego, etc.
Volcar la información sobre el papel
Luego del paso anterior es importante hallar imágenes y asociarlas con los lugares. Por ejemplo, es posible colocar imágenes de cosas que estamos intentando recordar dentro de las habitaciones que hemos dibujado anteriormente. Es importante que cada imagen que se utilice tenga vinculación con el tema que se desea que los niños aprendan. Por ejemplo, si estamos enseñando matemáticas, podremos colocar la imagen de una calculadora, de un ordenador o algo similar.
También se pueden usar símbolos aunque es prudente evitar los símbolos demasiado abstractos ya que podrían confundir a los pequeños.
Incluir personajes en la casa de los abuelos
Para poder asociar la memoria procedimental con la declarativa de la que hablamos más arriba es necesario que el niño asocie cada información que ha colocado dentro de la casa junto con algo relacionado con lo emocional. Por ejemplo, para recordar las tablas, el niño podría imaginarse a un amigo que sostenga una pizarra en donde mentalmente él visualice aquella tabla que desea recordar. También este ejercicio es de utilidad si el niño imagina que esa persona hace una pequeña mención sobre el tema que está intentando memorizar.
También se pueden incluir personajes ficticios, siempre que sean conocidos para los niños y que el niño pueda relacionar dicho personaje con lo que intenta aprender.
Para esta técnica se necesita que los niños realicen dicho recorrido sobre la hoja del papel con la casa de los abuelos dibujada (y con los objetos que cada uno haya incluido en ella) y que el ejercicio se repita al menos 1 vez al día.
Es importante remarcar que los niños necesitarán tener el dibujo entre sus manos al menos los primeros días para luego, desprenderse paulatinamente del dibujo y solamente sostener la imagen mental de la casa a fin de recordar los contenidos que se hayan trabajado.
Este ejercicio se recomienda realizarlo al menos durante un semestre e ir incorporando los conocimientos dentro de la casa progresivamente.
La cantidad de temáticas que se puede enseñar es muy vasta, pero siempre se debe tener en cuenta que el conocimiento que se quiere que los niños aprendan deberá tener relación con el lugar de la casa en que se guarde, así como también con el objeto designado para representar dicho aprendizaje y con el personaje que se ha elegido.
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