Es cierto que mediante los primeros trazos y dibujos (garabatos) los peques expresan sus emociones y su personalidad. Además, mediante estos es posible mostrar una forma de ver y sentir el mundo que les rodea. Hoy te enseñamos: ¿Cómo conocer la personalidad de los niños a través de su trazo?
Sin embargo, esto no implica pensar que todo dibujo quiere decir algo. Por tanto, es importante no apresurarse o extraer conclusiones rápidamente, puesto que estas podrían llevarnos a caminos o conclusiones incorrectas. De igual modo, no es posible establecer un perfil del niño mediante un solo dibujo, dado que este depende del momento en el que ese niño haya realizado dicho dibujo, así como también de su historia vital y de su situación contextual.
En pocas palabras, los dibujos infantiles pueden ser puertas de acceso para observar su mundo interior, puesto que proyectan en estos todo aquellos que no pueden expresar con palabras, pero no es prudente realizar conclusiones apresuradas.
Rasgos que nos ayudan a conocer la personalidad del niño a través del trazo
La sujeción del lápiz
Es importante observar el modo en que el niño sujeta el lápiz. Esta puede ser liviana o firme y apretada.
En caso de observar un a sujeción liviana, esto podría indicar que el niño está tranquilo o calmo. Por otro lado, en caso de una sujeción firme o apretada, esto puede expresar nerviosismo o cierta tensión.
Cuanto o de qué forma ocupa el espacio sobre la hoja
Dado que estamos observando (mayormente) a niños pequeños, no debe extrañarnos que el pequeño empiece a realizar trazos en el centro de la hoja. Esto se debe al egocentrismo que caracteriza a la edad entre los 2 y los 5 – 6 años. De igual forma, a su alrededor también dibujará o realizará trazos que tienen vinculación con la constitución de su YO.
La manera en que hace los trazos sobre la hoja, indica la forma en que éste se relaciona con el mundo que le rodea. Por ejemplo, si los trazos o dibujos se extienden por toda la hoja, esto indicaría que se trata de un peque extrovertido, dinámico y participativo.
En cambio, si solo utiliza un sector de la hoja, puede expresar una personalidad introvertida, inhibida o tímida.
Por último, si al observar diferentes producciones de trazos en donde algunas veces utiliza la totalidad de la hoja, mientras que otras solo usa una parte o el centro, se podría tratar de un niño con una personalidad irritable.
Cómo es el trazo
El trazo puede ser firme y continuo, demasiado fuerte o tembloroso y débil.
- Firme y continuo: Expresa una personalidad con confianza en sí mismo. Al mismo tiempo puede denotar entusiasmo y buena voluntad.
- Demasiado fuerte: Es un posible signo de agresividad.
- Trazo incierto o tembloroso: Indica una personalidad que necesita reafirmarse con la mirada del otro, buscando de manera constante la aprobación en el afuera.
- Trazo débil: Este puede ser un rasgo que indica falta de fuerza de voluntad y/o cansancio.
Forma del trazo
Esta forma la encontramos como continua o discontinua. Cuando un trazo es continuo y de forma redondeada, expresa una personalidad que se adapta de manera flexible. También pueden indicar un estado afectivo, sereno y conciliador.
Por el contrario, las formas discontinuas que terminan en punta o quebradas, expresan cierta tensión, desconfianza hacia otros e impulsividad.
Tachaduras y borrones
Con la cantidad o la falta de tachaduras, podemos observar 3 aspectos sumamente importantes: el perfeccionismo, la tolerancia al a frustración y la seguridad en sí mismos.
Tanto los borres constantes como las tachaduras muestran una exigencia muy grande y tendencias al perfeccionismo. Esto evidencia una baja autoestima por parte del niño. De ahí la necesidad de corregirlo, borrarlo, enmendarlo o tacharlo.
Elección de los colores del trazo
La elección de los colores del trazo dice mucho de la personalidad del niño. Considerando este aspecto podremos ver otro factor o detalle más del conjunto de su personalidad. Es importante observar los siguientes puntos:
- La diversidad de elección de colores indica un niño alegre, motivado y curioso.
- Por el contrario, si ante la variedad el niño escoge una y otra vez el mismo color, puede estar indicando: rigidez en su conducta, falta de confianza y cierta inseguridad en sí mismo.
- Aquellos peques que son más extrovertidos prefieren, en líneas generales, colores cálidos y vivaces como el azul o el verde.
- Un niño que se encuentra irritable, es frecuente que utilice una mezcla de colores y superposición en demasía.
Signos de alerta en un dibujo infantil
