Niños desobedientes – Padres desesperados. Cómo solucionarlo

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Todos los padres enfrentan desafíos en la crianza de sus hijos, pero lidiar con niños desobedientes puede ser especialmente agotador y frustrante. La desobediencia es un comportamiento común en la infancia, pero cuando se vuelve persistente y problemático, es fundamental abordar el tema de manera adecuada.

Es normal que en algún momento de su desarrollo los pequeños muestren desobediencia y nos preguntemos ¿Por qué mi hijo no me hace caso?. Que cuestionen lo que se les pide que hagan, que se nieguen a hacerlo. Pero en determinados casos, nos encontramos con niños y niñas que no obedecen por sistema. Constantemente desafían las indicaciones de los mayores, y tratan de hacer lo que ellos quieren y cuando quieren.
En esta guía, exploraremos las causas de la desobediencia en niños, aprenderemos a identificar patrones problemáticos, discutiremos técnicas efectivas para mejorar la conducta y analizaremos cómo la crianza positiva puede ser una solución efectiva. Además, te ofreceremos consejos para saber cuándo es necesario buscar ayuda profesional.


¿Por qué son los niños desobedientes?

El ser humano desde que nace entra en un proceso de aprendizaje y desarrollo continuo, constante y permanente. Dentro de este proceso las personas aprendemos entre otras cosas a vivir en sociedad y desarrollamos nuestra identidad. Los niños y niñas, por lo tanto están en un proceso en el que aprenden cómo funcionan las reglas sociales y al mismo tiempo desarrollan su personalidad. Estos dos aspectos son los que van a generar la desobediencia.

La desobediencia es algo normal y natural en determinados periodos del desarrollo. Es sano y beneficioso que los niños y niñas cuestionen las normas, que prueben lo que ocurre, que intenten saltárselas probando consecuencias, ya que están aprendiendo cómo funcionan las reglas sociales y al mismo tiempo desarrollando una identidad propia. El problema se produce cuando este comportamiento es la dinámica dominante en su actuación diaria, cuando se convierte en su forma habitual de proceder.

Una desobediencia dentro de límites normales, no debe preocuparnos. Los pequeños deben desobedecer para alcanzar un desarrollo sano. Sí no lo hacen se convertirán en adultos pasivos, poco asertivos, incapaces de defender sus opiniones y de defenderse a sí mismos.


Causas de la desobediencia en los niños

  • Desarrollo de la autonomía: A medida que los niños crecen, comienzan a desarrollar su sentido de identidad y autonomía. La desobediencia puede ser una forma de probar límites y establecer su independencia.
  • Falta de atención: A veces, los niños pueden recurrir a la desobediencia para llamar la atención de sus padres, especialmente si sienten que no reciben suficiente atención positiva.
  • Imitación de comportamientos: Los niños aprenden por imitación, y si están expuestos a modelos de conducta inapropiados en el hogar, la escuela o la sociedad en general, pueden replicar estos comportamientos desobedientes.
  • Estrés o cambios en la vida: Los cambios en la vida, como un nuevo hermano, una mudanza o problemas en la escuela, pueden generar estrés en los niños y hacer que actúen de manera desobediente como forma de lidiar con sus emociones.
  • Necesidades especiales: En algunos casos, la desobediencia persistente puede ser un síntoma de un trastorno del neurodesarrollo o de otro tipo de necesidades especiales que requieren apoyo y comprensión adicionales.

Diferencia entre desobediencia y rebeldía

Es importante diferenciar entre desobediencia y rebeldía en los niños. La desobediencia implica no seguir instrucciones o reglas específicas, mientras que la rebeldía es una actitud más generalizada de desafío y resistencia a la autoridad.
Un niño desobediente puede simplemente estar probando límites, mientras que un niño rebelde puede estar mostrando una falta de respeto más profunda hacia los adultos y las normas establecidas.

Una vez que entendemos las causas y diferencias de la desobediencia, podemos comenzar a evaluar el comportamiento de nuestro hijo y determinar si hay patrones problemáticos que requieren abordarse.

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Evaluando el comportamiento de tu hijo

Antes de aplicar técnicas y estrategias para mejorar la conducta de tu hijo, es crucial evaluar su comportamiento y el contexto en el que ocurre. Esto te ayudará a identificar las causas subyacentes y a adaptar tu enfoque a las necesidades específicas de tu hijo.

Identificando patrones problemáticos

Toma nota de cuándo y dónde ocurre la desobediencia, y qué eventos o situaciones parecen desencadenarla. Esto te permitirá identificar patrones en el comportamiento de tu hijo y abordar las causas específicas de su desobediencia. Algunos factores a tener en cuenta incluyen:

  • Momentos del día o situaciones específicas en las que la desobediencia es más probable.
  • Personas o lugares que parecen contribuir al comportamiento desobediente.
  • Si la desobediencia ocurre en respuesta a ciertas demandas o expectativas.
  • Cómo respondes tú y otros cuidadores ante la desobediencia, y si estas respuestas pueden estar exacerbando el problema.

Observando el entorno familiar

El entorno familiar juega un papel crucial en el comportamiento de los niños. Es importante observar cómo las dinámicas familiares, las expectativas y las actitudes pueden estar influyendo en la desobediencia de tu hijo. Algunos aspectos a considerar incluyen:

  • Si hay suficiente comunicación y tiempo de calidad entre los miembros de la familia.
  • La consistencia en las expectativas y las normas entre los cuidadores.
  • Si se abordan los problemas de manera abierta y se fomenta la resolución de conflictos.
  • La existencia de modelos a seguir positivos y la promoción de valores y actitudes adecuadas.

Una vez que hayas evaluado el comportamiento de tu hijo y el entorno familiar, podrás comenzar a implementar técnicas y estrategias para abordar la desobediencia.

En el siguiente apartado, discutiremos varias técnicas efectivas para mejorar la conducta de los niños desobedientes y cómo aplicarlas en diferentes situaciones.


Qué podemos hacer con niños desobedientes. Técnicas para trabajar la desobediencia

Es muy importante que los adultos seamos capaces de manejar la desobediencia de los más pequeños. Los niños desobedientes, están hechos un lío, necesitan seguridad, disciplina y cariño. Ellos están probando pero no saben lo que tienen que hacer, no saben lo que está bien y lo que está mal. El adulto es quien debe aportarles ese conocimiento y darles de esta forma una seguridad, un no todo vale.

Estableciendo límites y consecuencias claras

Una de las claves para mejorar el comportamiento de los niños desobedientes es establecer límites claros y consistentes, así como consecuencias apropiadas para cuando estos límites no se respeten.

El uso del refuerzo positivo

El refuerzo positivo implica premiar y reconocer el buen comportamiento, en lugar de centrarse únicamente en castigar el mal comportamiento. Esto puede incluir elogios verbales, tiempo de calidad, pequeños premios o privilegios adicionales. El refuerzo positivo ayuda a que los niños aprendan a asociar el buen comportamiento con resultados positivos, lo que puede fomentar la obediencia en el futuro.

La importancia de la consistencia

Es fundamental ser consistente en la aplicación de límites y consecuencias, tanto en el tiempo como entre los cuidadores. La inconsistencia en la aplicación de reglas y castigos puede confundir a los niños y hacer que sigan siendo desobedientes.

Ejerce Disciplina positiva, poniendo límites a determinadas conductas.

Los niños y niñas necesitan saber lo que pueden y no pueden hacer. Esto les aporta seguridad. Están aprendiendo como deben comportarse y en determinados momentos no saben cuáles son las conductas y actitudes adecuadas.

Por ejemplo, cuando el pequeño se enfada y pega a otros niños: le diremos claramente “no se pega” y le ofreceremos otra alternativa, para que sepa lo que tiene que hacer “si estas enfadado por algo se lo dices a tu amiguito, le dices lo que quieres o te gustaría”.

 Refuerza el buen comportamiento.

No solo debemos prestar atención a los niños y niñas cuando nos desobedezcan o se porten mal, si hacemos esto, ellos llamarán nuestra atención con estas conductas.

Es importante señalarles lo que hacen bien, decirles lo contentos que estamos cuando han obedecido y prestarles atención.

Flexibilidad y autoridad democrática.

En importante que los pequeños comprendan el sentido de las reglas, para ello están no deben ser vistas como una imposición porque si. Para ello dialoga con ellos, escúchales y llega a acuerdos. A veces es bueno ceder en algo, les damos capacidad de elección.

Por ejemplo si quiere elegir la ropa que quiere ponerse le dejamos, si quiere elegir la comida o la hora de irse a dormir no le dejamos hacerlo.

Cuando la norma no se cumpla y el niño o niña desobedezca, actúa rápida e inmediatamente.

No entres en discusiones y peleas, simplemente no permitas que se salga con la suya. Por ejemplo: Le pedimos al niño que apague la tele y vaya a su cuarto a dormir, se niega a hacerlo. Simplemente apagamos la tele y le llevamos a su cuarto. Si llora o se queja, no entramos con él en una discusión o pelea, le decimos que es lo que hay que hacer, le tratamos con cariño y atención, pero no entramos en la lucha.

Emplea la técnica del  tiempo fuera en lugar de los castigos.

Cuando el niño o niña desobedece y entra en una lucha, está enfadado, intenta salirse con la suya. El no ya lo tiene, y no tiene por lo tanto nada que perder, entrará en confrontación para intentar conseguir el sí cueste lo que cueste.

Debemos intentar que el pequeño se calme. El castigo sólo hará que se enfade más y que nos desespere más a nosotros. Usaremos entonces el tiempo fuera, le llevamos a un lugar agradable para pensar, donde se sienta a gusto y le facilite de esta forma la relajación. Si se niega, seremos nosotros los que nos vayamos a otro lugar, haciendo el tiempo fuera, le damos ejemplo y nos calmamos también.

Dale Cariño, y se comprensivo.

Debemos comprender la edad y etapa por la que pasan los pequeños, ser conscientes de que están formando su identidad.

No desesperar y entenderles, a fin de cuentas los adultos somos nosotros.


Cuándo buscar ayuda profesional

En algunos casos, la desobediencia persistente puede ser un síntoma de un problema subyacente que requiere la intervención de un profesional. Es importante saber cuándo buscar ayuda y qué tipos de terapia pueden ser útiles para abordar la desobediencia en los niños.

Señales de que es necesario consultar a un experto

Algunas señales de que puede ser necesario buscar la ayuda de un profesional incluyen:

  • Desobediencia persistente que no mejora con el tiempo ni con la aplicación de estrategias de crianza.
  • Comportamientos agresivos o violentos que ponen en peligro la seguridad del niño o de otros.
  • Signos de ansiedad, depresión u otros problemas emocionales que pueden estar contribuyendo al comportamiento desobediente.
  • Dificultades en el rendimiento escolar o en las relaciones sociales que parecen estar relacionadas con la desobediencia.

Tipos de terapia y cómo pueden ayudar

Existen diferentes tipos de terapia que pueden ser útiles para abordar la desobediencia en los niños, dependiendo de las causas subyacentes y las necesidades específicas de cada niño. Algunas opciones incluyen:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es un enfoque de terapia que se centra en ayudar a los niños a identificar y cambiar pensamientos y comportamientos negativos. Puede ser útil para abordar problemas de desobediencia relacionados con la ansiedad, la depresión o la baja autoestima.
  • Terapia familiar: La terapia familiar involucra a todos los miembros de la familia y se centra en mejorar la comunicación, la comprensión mutua y el apoyo emocional dentro del hogar. Puede ser especialmente útil si la desobediencia está relacionada con problemas en las dinámicas familiares.
  • Terapia de modificación de conducta: La terapia de modificación de conducta se basa en la aplicación de principios de aprendizaje, como el refuerzo positivo y el castigo, para cambiar comportamientos problemáticos. Esta terapia puede ser beneficiosa para los niños que necesitan ayuda adicional para aprender a controlar su desobediencia y desarrollar habilidades de autocontrol.
  • Terapia de juego: La terapia de juego utiliza el juego como medio para ayudar a los niños a expresar y abordar sus emociones, miedos y conflictos. Puede ser especialmente útil para niños pequeños que tienen dificultades para comunicarse verbalmente o para aquellos que experimentan desobediencia relacionada con traumas o cambios en la vida.
  • Terapia ocupacional o terapia del habla y lenguaje: Si la desobediencia está relacionada con problemas del neurodesarrollo, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastornos del espectro autista (TEA), la terapia ocupacional o la terapia del habla y lenguaje pueden ser útiles para abordar estas necesidades específicas y mejorar el comportamiento en consecuencia.

Al buscar ayuda profesional, es importante trabajar con un terapeuta que tenga experiencia en el tratamiento de niños desobedientes y que esté dispuesto a colaborar contigo y con tu hijo para desarrollar un plan de tratamiento personalizado y eficaz.

En conclusión, lidiar con niños desobedientes puede ser un desafío, pero hay muchas estrategias y recursos disponibles para ayudar a mejorar el comportamiento y fomentar relaciones familiares saludables. Al comprender las causas de la desobediencia, evaluar el comportamiento de tu hijo y el entorno familiar, aplicar técnicas efectivas y buscar ayuda profesional cuando sea necesario, puedes abordar con éxito la desobediencia y ayudar a tu hijo a prosperar.

© 2018 Niños desobedientes. Técnicas para afrontar la desobediencia infantil. Celia Rodríguez Ruiz para el portal Educapeques

4 comentarios de “Niños desobedientes – Padres desesperados. Cómo solucionarlo

  1. gabriela dice:

    Excelente tema,tratado con un lenguaje apto para cualquier padre.me gusto mucho.

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