Te suena el concepto de tecnopatía, ¿sabrías decir que es? Hoy hablamos de lo que ya es considerada como una adicción del este siglo y de las consecuencias en nuestros hijos y en nosotros mismos.
Aunque parece más común en las personas jóvenes, en la actualidad estamos todos enganchados a internet y a las redes sociales. Pasamos una gran parte de nuestro tiempo pendientes de un pantalla, ya sea de nuestro Smartphone, móvil u ordenador.
A raíz del avance de las nuevas tecnologías y del permanente uso de terminales asociados a estas, se están generando las denominadas “tecnopatías o enfermedades 2.0. Se trata de nuevas patologías que evidencian problemas de salud asociados a una dependencia del teléfono móvil tanto a nivel personal como profesional.
Estudios demuestran que los españoles de entre 18 y 64 años pasan una media de 33 horas a la semana conectados a internet, es decir, casi 5 horas diarias, entre las horas de trabajo y las de la vida personal. Son casi cinco horas diarias de la vida conectados, ya sean horas dedicadas a la búsqueda de información, a la consulta y compra de productos, interactuando con los demás mediante las redes sociales, o jugando online.
Que es la tecnopatía
Las tecnopatías ponen en evidencia el peligro de la dependencia al móvil, tanto a nivel físico como a nivel psíquico, ya que pasar tantas horas frente al ordenador o con el móvil, puede acarrear dolores de cervicales y de espalda en general, tendinitis, problemas en la vista y auditivos. Y a nivel psíquico y psicológico pueden darse problemas de ansiedad, insomnio, retraimiento social, y hasta trastornos mentales más graves.
Tipos de tecnopatía
Existen distintas tecnopatías o clases de ellas, como por ejemplo la Nomofobia, que hace referencia al miedo irracional a perder el móvil. O la apnea del WhatsApp, que implica un uso constante y compulsivo de esta aplicación.
Por su parte, el Síndrome de Google que se trata de una patología en la que los usuarios de internet consultan cualquier mínima duda o información directamente con google, siendo incapaces cada vez más de retener información en la memoria. También existen personas que utilizan google para consultar todo lo relacionado con dolencias y problemas de salud, encontrándonos frente a otra tecnopatía conocida como “Cibercondríacos”.
Como hemos dicho, el insomnio también está considerado una enfermedad 2.0. Pasar tantas horas conectados, incluso en la cama antes de dormir no permite que el cerebro se relaje y descanse correctamente. Si contar con que la mayoría de nosotros duerme con el móvil encendido y cerca, lo que afecta neurológicamente por las radiaciones electromagnéticas no ionizantes que imiten los teléfonos móviles.
Otras tecnopatías muy extendidas en la actualidad, son las denominadas “e-ludopatías o drogas digitales”, que refieren a trastornos psicológicos provocados por la necesidad irrefrenable y compulsiva por el juego a través de la red, especialmente los juegos de azar y de apuestas.
Además, el uso de las redes sociales, la visualización de imágenes y la consulta constante de la vida de los demás a través de sus perfiles, pueden acarrear problemas como la tristeza o nostalgia constante, y problemas de autoestima. Se originan problemas importantes cuando la gente no es consciente que toda la felicidad y el éxito que se muestra en las redes sociales no se corresponde siempre con la realidad.
Educar y controlar a nuestros hijos en el uso de los dispositivos tecnológicos
Ahora bien, estamos de acuerdo en que no se trata de una tarea sencilla, pero es muy importante educar y controlar a nuestros hijos en el uso de los dispositivos tecnológicos para evitar que puedan desarrollarse en el presente o en un futuro cercano cualquiera de estas modernas patologías.
- En primer lugar, deben estar informados respecto de la existencia de enfermedades asociadas al uso constante de internet y de los dispositivos tecnológicos, y conocer las consecuencias que ello conlleva.
- En segundo lugar, es importante que dialoguemos con ellos sobre el tiempo de uso de las tecnologías. No se trata de prohibirles el uso del móvil u ordenador, sino negociar con ellos y llegar a determinados acuerdos, como por ejemplo no usar los dispositivos mientras se está comiendo o dejarlo de utilizar un par de horas antes de acostarse.
- Y en tercer lugar, es fundamental que eduquemos a nuestros hijos desde pequeños en el gusto por la lectura, en el gusto por la práctica de algún deporte o de algún instrumento musical, y no permitir que ocupen su tiempo libre solo con el uso del móvil. Y que principalmente, eduquemos con el ejemplo, que seamos los primeros en alejarnos del móvil y organizar el día de manera tal que nos quede tiempo como padres para jugar, compartir con ellos, y disfrutar del contacto cara a cara y no solo con una pantalla.