Cómo organizar un viaje con niños y que sea todo un éxito.

Un viaje con niños

Viajar en familia es una oportunidad para disfrutar de los nuestros, conocer nuevas culturas, lugares y, también, una buena ocasión para enseñar a los pequeños cómo se planea un viaje. Qué cosas hay que tener en cuenta o cómo comportarse son algunas de las cosas que hablaremos en el post, tratando de introducir a los niños en el arte de viajar.

Para que éstos se impliquen, se les debe integrar desde el principio, es decir, incluirlos en la elección del destino, saber qué les gustaría hacer y proponerles actividades que no conozcan. Una vez elegido el destino, es importante incentivarles de manera que se interesen por descubrir lo que van a visitar. Para desarrollar esta idea, se puede jugar con ellos a situar lugares turísticos en el mapa del destino, aprender a medir kilómetros o a buscar coordenadas. Puede resultarles divertido hacer una guía con dibujos que ellos también puedan manejar durante el viaje.

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A la hora de visitar monumentos históricos, será más ameno para ellos si todo parece estar dentro de un cuento. Podemos modificar su historia, pero siempre respetando los datos importantes. Dependiendo de la edad, se les puede enseñar a buscar un billete por internet o los documentos que son necesarios a la hora de viajar. Otra parte importante en la organización de un viaje es la maleta. Los niños deben saber que hay que llevar lo imprescindible por la limitación de espacio y, que hay que tener en cuenta el clima del destino. Es positivo permitirles que lleven un juguete apreciado para ellos, se sentirán más seguros.

Para que un viaje con niños salga bien hay que ponerse en su piel. Aparte de hacer turismo, también se les puede premiar visitando parques de ocio. En este post de GoEuro encontramos recomendaciones de algunos parques para pasar en familia. Entre ellos se encuentran: “Cataluña en miniatura” en donde conocerán la cultura y geografía de la comunidad, “Faunia” un parque dedicado a la naturaleza en el que los niños aprenderán a respetar tanto a los animales como a sus ecosistemas, y otros parques de atracciones. Por otro lado, los niños tienen otro ritmo, se cansan antes, por lo que debemos tener en cuenta que visitar algunos lugares llevará más tiempo. Otras recomendaciones son viajar cuando ellos duerman y ser flexible,  los niños son muy espontáneos por lo que muchas veces no sirve de nada llevar las actividades muy planeadas.

Por último, una vez ya en el viaje, es interesante incluirles diariamente en las decisiones sobre qué ver o dónde comer, pero siempre estimulándoles las ganas de conocer nuevos lugares o probar comida de otras culturas.

 El fin de esta aventura es que amplíen sus horizontes, conozcan las normas de cómo comportarse en lugares públicos y, sobre todo, respeten otras culturas. Viajar es siempre aprender.

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