El aprendizaje es la base del desarrollo de los seres humanos y la finalidad de la educación. Sin embargo, no siempre el aprendizaje es efectivo. Son muchas las ocasiones en las que el aprendizaje no parece ser efectivo, muchas las situaciones en las que aprender se convierte en una obligación que aprisiona, el aprendizaje ha de ser un acto voluntario que suponga liberar al niño o la niña y permitirle crear sus conocimientos y crearse a sí mismo. Para ello necesitamos romper con algunos métodos tradicionales que sirven de barreras al aprendizaje, tal vez sean útiles para instruir, pero difícilmente lleven a aprender algo. En su lugar servirnos de otros métodos que se conviertan en aliados del aprendizaje y potencien la capacidad natural de los niños y niñas.
El aprendizaje
Aprender es un acto natural e innato de las personas, cuando a una persona le obligamos a aprender algo, estamos destruyendo la capacidad natural y condenando a la persona a repetir lo que debería aprender de un modo natural.
El aprendizaje solo ocurre cuando la persona que aprende otorga un verdadero significado a los contenidos y los hace suyos. Es labor de los educadores potenciar la capacidad natural de aprendizaje y convertir el proceso en un acto de libertad, de creación y creatividad y no en una imposición, en una norma que no se pueda saltar.
Los aliados del aprendizaje
El aprendizaje ha de ser un aprendizaje significativo, es decir un aprendizaje que suponga crear significados, otorgar sentido. El aprendizaje significativo tiene los siguientes aliados:
- La participación activa del niño/a. Para que puedan crearse significados es necesario que sean ellos y ellas los que participen activamente en el proceso y no se limiten a ser receptores pasivos de contenidos.
- El papel protagonista del aprendiz. Para que el aprendizaje sea real, es necesario que el protagonismo se sitúe en la persona que va a aprender y para ello desplacemos el protagonista del instructor, e incluso del contenido mismo. El contenido solo tiene sentido dentro del aprendiz, solo tiene sentido cuando el aprendiz hace suyo el mismo.
- La creatividad. Cada proceso de aprendizaje es algo personal y por lo tanto único de cada uno. Ningún proceso de aprendizaje será igual a otro y por ello es necesario permitir la creatividad. Cada niño y niña debe tener libertad para expresarse, para crear, para configurar su propio estilo de aprendizaje y de este modo crear sus significados.
- La exploración y la acción. Un aprendizaje se basa en la construcción de significado y por lo tanto es inseparable de la exploración y de la acción. Construir es hacer y hacer implica estar activo, implica explorar, implica acción. Solo a través de la exploración el niño o niña se encuentra con dilemas que ha de resolver y por lo tanto se encuentra con la condición ideal para crear la solución y aprender.
- El tiempo y el respeto al ritmo individual de cada uno. No todas las personas somos iguales, cada uno sigue su propio ritmo de desarrollo y lleva a cabo sus propios estilos de aprendizaje. El tiempo es necesario para que los aprendizajes se asienten, para que se consoliden y para ello debemos respetar el ritmo de cada uno.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu
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