Se denomina crianza respetuosa a una forma de educar a los niños en el hogar que tiene por objetivo el forjar un vínculo afectivo y emocional cercano y saludable entre padres e hijos. De este modo, este tipo de crianza acompaña el desarrollo del niño fortaleciendo lazos afectivos saludables y atendiendo a las necesidades de los pequeños. Asimismo, tiene la finalidad de que los niños crezcan en un ambiente de respeto, seguridad y cariño.
Vamos a ver las características más importantes de la crianza respetuosa
Características de la crianza respetuosa
- Respeto: Tal como hemos dicho más arriba, una de las características centrales de este tipo de crianza tiene que ver con el respeto no sólo hacia el niño, sino hacia terceros. Se evita la crianza basada en la individualidad, puesto que siempre considera el respeto hacia sí mismo y hacia cada persona su entorno.
- Cercanía: Otra de las características centrales de la crianza respetuosa esta relacionada con la cercanía, conocerles y ofrecerles aquellas cosas que necesitan para un crecimiento sano. Esto no tiene una regla absoluta, puesto que cada niño necesitará en intensidad cosas diferentes.
- Poner límites: Es importante poder distinguir la crianza respetuosa de la falta de límites, puesto que no son lo mismo. Este tipo de educación en casa tiene por objetivo establecer límites de manera afectuosa pero con firmeza para que los niños comprendan que dentro de los límites también se halla el amor hacia ellos.
- Observación de sus necesidades y atención de las mismas: Cada niño tiene requerimientos diferentes y como padres debemos estar atentos a ellos. Existen niños que son más demandantes y otros que no lo son tanto. Algunos precisan un espacio más amplio para correr y jugar, mientras que otros requieren más estimulación a nivel sensorial visual o auditivo.Esto no sólo depende de sus edades, sino que también está atravesado por los gustos personales de cada niño, lo que llevará a la formación de su personalidad. Para ello, debemos estar atentos como padres y poder reconocer cuáles de ellos son los estímulos más adecuados para cada niño.
- Empatía: Esta característica tiene que ver con la capacidad del adulto para poder ponerse en el lugar del niño. No sólo basta o alcanza con poder comprender cuáles son sus necesidades, sino que es preciso ubicarse en su lugar, intentar sentir como siente el niño para poder ayudarle a tomar las mejores decisiones a lo largo de su vida.
- Educación horizontal: Este aspecto tiene que ver con el modo de criar a los niños como iguales. Lo opuesto a este tipo de crianza es la educación vertical, que sería aquella en donde los padres dicen algo y los niños reciben eso sin poder objetar o estar en desacuerdo. En la educación vertical, se tiene en cuenta aquello que a los niños les gustaría hacer y el modo en que les gustaría hacerlo.
7 Consejos para poder llevar adelante una crianza respetuosa con nuestros hijos en el hogar
A continuación te dejamos 7 consejos eficaces para llevar a cabo una crianza respetuosa
- Controla tus emociones: Es importante que como padres aprendamos a reconocer cuál es el estado de nuestras emociones a fin de poder controlarlas y regularlas.
- Ten en cuenta el punto de vista de tu hijo: Puede o no que estés de acuerdo con aquello que te está diciendo tu hijo. Pero es importante que lo registremos y le demos nuestro punto de vista, reconociéndolo como un otro que opina y que es escuchado por los adultos.
- Reconoce su propia el ritmo de desarrollo: Si buscas en internet, encontrarás muchísimos parámetros de edades en las cuales los niños deben alcanzar determinado conocimiento o adquirir ciertas capacidades. Más allá que esto puede servirte como un parámetro es interesante que tengas en cuenta que tu hijo o hijos son individuales y que cada uno tendrá su propio ritmo de desarrollo. Aceptarlo y ayudarles desde tu lugar, sería la mejor actitud que puedes tener.
- Observa los estados de ánimo de tu hijo: Muchas veces los padres estamos atravesados por una realidad compleja que nos ocupa tanto física como mentalmente y perdemos de vista el hecho de que los niños también tienen días buenos, regulares y malos. Hay días que ellos pueden estar más cansados y otros días que están más felices. Aprende a reconocer esto y, si es posible, a entender cuáles fueron las causas de su estado de ánimo particular.
- Habla con él sobre las reglas y llega a un acuerdo mutuo: Si hablamos de Educación horizontal, tenemos que tener en cuenta que si bien las reglas las propone un adulto, es también el niño que debe estar de acuerdo con estas. Intenta llegar a un consenso con el niño para que ambos puedan estar de acuerdo y que dichas reglas o límites se puedan cumplir por ambas partes.
- Olvídate de los castigos: Reconoce qué es lo que le está ocurriendo al niño. Pero no establezcas tu crianza en premios y castigos, puesto que esto solamente consigue que el niño haga lo que le pidas, pero no habrá comprendido aquello que le quieres transmitir.
- Pasa tiempo con tu hijo: Es cierto que muchas veces los adultos carecemos del tiempo necesario para dedicarles a los pequeños, pero a veces no es tan importante la cantidad de tiempo que pasamos con ellos, sino más bien el tiempo de calidad que compartimos. Cuando estés con tus hijos, intenta comprender qué les pasa, escúchales y habla con ellos. Entiende sus miradas y sus actitudes, juega sus juegos y establece un vínculo saludable sin la tecnología de por medio. Esto dejará un registro positivo y un recuerdo que ayudará a aquellos mismos puedan sentirse seguros y llegar a ser buenos padres en el futuro.
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