¿Qué es el Día Mundial del Agua y por qué se celebra?
El Día Mundial del Agua es una fecha que se celebra cada año el 22 de marzo con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de gestionarla de forma sostenible. Esta iniciativa fue propuesta por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en 1992 en Río de Janeiro.
El origen del Día Mundial del Agua se remonta a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo que tuvo lugar en Río de Janeiro en 1992. En esta cumbre se reconoció que el agua era un recurso vital para la vida y el desarrollo, pero también un bien escaso y vulnerable. Por ello, se recomendó dedicar un día al año a reflexionar sobre los problemas relacionados con el agua y a promover acciones para su conservación y uso eficiente.
El objetivo del Día Mundial del Agua es centrar la atención en la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de los recursos hídricos. Se trata de tomar medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua, en apoyo del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: agua y saneamiento para todos para 2030. Cada año se elige un tema diferente para enfocar la celebración y se publica un informe sobre el estado de los recursos hídricos en el mundo.
Importancia del agua como recurso vital y escaso
El agua es un recurso vital para los seres humanos, los animales, las plantas y los ecosistemas. Sin agua no hay vida. El agua nos permite satisfacer nuestras necesidades básicas como beber, cocinar, lavarnos o regar. También nos permite desarrollar actividades económicas como la agricultura, la industria o la energía. Además, el agua tiene un valor cultural, social, religioso y recreativo para muchas personas.
Sin embargo, el agua es también un recurso escaso que se enfrenta a múltiples amenazas como la contaminación, el cambio climático, el crecimiento demográfico o los conflictos. Según datos de las Naciones Unidas:
- Más de 2000 millones de personas viven sin acceso a agua potable
- Más de 4000 millones carecen de servicios básicos de saneamiento
- Más del 80% de las aguas residuales se vierten sin tratar al medio ambiente
- Alrededor del 70% del uso mundial del agua se destina a la agricultura
- Casi 700 millones podrían verse desplazados por escasez extrema de agua para 2030
Estas cifras muestran que debemos actuar con urgencia para proteger este recurso indispensable e insustituible.
¿Cómo enseñar a los niños a cuidar el agua?
El agua es un recurso esencial para la vida, pero también limitado y amenazado. Por eso, es importante educar a los niños desde pequeños en el cuidado del agua y el consumo responsable. De esta forma, les ayudamos a desarrollar una conciencia ecológica y solidaria que les acompañará toda la vida.
Consejos prácticos para ahorrar agua en casa y en la escuela
Una de las mejores formas de enseñar a los niños a cuidar el agua es darles consejos prácticos que puedan aplicar en su día a día, tanto en casa como en la escuela. Algunos de estos consejos son1:
- Cerrar el grifo cuando se lavan los dientes o las manos, y usar un vaso o llenar el lavabo para enjuagarse.
- Ducharse en lugar de bañarse, y cerrar el grifo mientras se enjabonan. Se puede colocar un reloj de arena para controlar el tiempo.
- No usar el inodoro como papelera, y tirar de la cadena solo cuando sea necesario. Si se dispone de cisterna con doble pulsador, usar el más adecuado según la cantidad de agua que se requiera.
- Regar las plantas por la noche o temprano por la mañana, cuando hay menos evaporación. Usar una regadera en lugar de una manguera.
- Lavar frutas y verduras en un recipiente con agua, y aprovechar esa agua para regar las plantas.
- Lavar la ropa o los platos solo cuando haya carga completa, y usar programas cortos o ecológicos si se dispone de ellos.
- Revisar periódicamente que no haya fugas o goteos en los grifos, las tuberías o los electrodomésticos.
Ejemplos de cómo el agua se desperdicia o se contamina
Otra forma de enseñar a los niños a cuidar el agua es mostrarles ejemplos reales de cómo el agua se desperdicia o se contamina por culpa del ser humano. Algunos de estos ejemplos son:
- El derroche de agua que supone dejar un grifo abierto sin necesidad: por ejemplo, un grifo abierto durante cinco minutos gasta unos 25 litros de agua, lo mismo que una persona necesita al día para beber y cocinar.
- La contaminación del agua que provoca tirar residuos al mar, a los ríos o al retrete: cada año se vierten unos 8 millones de toneladas de plástico al océano, lo que afecta gravemente a la vida marina y a nuestra salud.
- La escasez de agua que sufren muchas personas en el mundo por falta de acceso, infraestructura o recursos: más de 2000 millones de personas viven sin acceso a agua potable, lo que aumenta el riesgo de enfermedades, desnutrición y pobreza.
Fomentar actitudes responsables y solidarias hacia el uso del agua
Finalmente, es importante fomentar en los niños actitudes responsables y solidarias hacia el uso del agua, para que valoren este recurso como un bien común y no como un derecho individual. Algunas formas de hacerlo son:
- Explicarles que el agua es un recurso limitado y desigualmente distribuido, y que hay personas que no tienen suficiente o tienen que recorrer largas distancias para conseguirla.
- Mostrarles cómo sus acciones pueden tener consecuencias positivas o negativas sobre el medio ambiente y sobre otras personas, y animarles a adoptar hábitos sostenibles.
- Involucrarles en actividades lúdicas y educativas sobre el cuidado del agua, como manualidades, juegos, experimentos, canciones, cuentos o poemas.
- Reconocer sus logros y esfuerzos por ahorrar y proteger el agua, y felicitarles por su compromiso. También se puede premiar su conducta con algún incentivo o recompensa, como un diploma, una pegatina o un juego.
Actividades para el Día Mundial del Agua
Hay muchas opciones para elegir según los gustos y las edades de los niños. Aquí te presentamos algunas ideas:
- Manualidades: se pueden hacer objetos relacionados con el agua usando materiales reciclados o naturales. Por ejemplo: un barco con una botella de plástico, un pez con un plato de papel, una nube con algodón, una gota de agua con cartulina azul o un molinillo de viento con papel de colores.
- Juegos: se pueden organizar juegos al aire libre que impliquen usar o ahorrar agua. Por ejemplo: una carrera de relevos con cubos de agua, una guerra de globos de agua, una búsqueda del tesoro con pistas relacionadas con el agua o un juego de mímica sobre acciones que ahorran o malgastan agua.
- Experimentos: se pueden realizar experimentos sencillos para observar las propiedades del agua o los fenómenos naturales relacionados con ella. Por ejemplo: crear arcoíris con un vaso de agua y un CD, hacer lluvia en un frasco, medir la capacidad de absorción de diferentes materiales o simular el ciclo del agua en una bolsa ziploc.
- Canciones: se pueden cantar canciones infantiles que hablen sobre el agua o su cuidado. Por ejemplo: “El barquito chiquitito”, “Un elefante se balanceaba”, “Gotita Nicolasa” o “Cuidemos el planeta”.
- Cuentos: se pueden leer cuentos infantiles que tengan como protagonista al agua o que transmitan valores ecológicos. Por ejemplo: “La gota viajera” , “El pez Arcoiris” , “La historia del pingüino” o “El gran libro azul”.
- Frases: se pueden escribir frases célebres o inventadas que reflexionen sobre la importancia del agua o su conservación. Por ejemplo:
- “El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza” (Leonardo da Vinci),
- “Sin agua no hay vida” (proverbio chino),
- “El agua vale más que el oro” (proverbio español)
- “Cuida el agua, es tu mejor amiga” (frase propia).
- Videos: se pueden ver videos educativos o divertidos que expliquen aspectos relacionados con el agua o su cuidado. Por ejemplo: “¿Qué es el ciclo del agua?” , “ ¿Por qué debemos ahorrar agua?» , “¿Cómo se forma un arcoíris?” o “El agua y sus estados” .
- Poemas: se pueden recitar poemas infantiles que hablen sobre el agua o su cuidado. Por ejemplo: “El agua” de Gloria Fuertes, “Gotas de lluvia” de Marisa Alonso Santamaría, “La canción del agua” de Federico García Lorca o “El río” de Antonio Machado .
Cada actividad tiene unos objetivos específicos que se pueden adaptar según la edad y el nivel educativo de los niños. Algunos objetivos generales son:
- Conocer las características y las funciones del agua
- Apreciar el valor del agua como recurso natural y vital
- Desarrollar habilidades creativas, artísticas y científicas
- Fomentar actitudes responsables, solidarias y ecológicas hacia el uso del agua
El ciclo del agua: un fenómeno natural fascinante
El ciclo del agua o ciclo hidrológico es el proceso de circulación del agua en la Tierra. El agua cambia de estado (sólido, líquido y gaseoso) y de lugar (océanos, atmósfera, continentes) gracias a la energía solar y a la gravedad. El ciclo del agua es vital para la vida y el clima en el planeta.
Etapas del ciclo del agua
El ciclo del agua está formado por cuatro etapas principales:
- Evaporación: el agua líquida de los océanos, ríos o lagos se calienta por el sol y se convierte en vapor de agua que asciende a la atmósfera.
- Condensación: el vapor de agua se enfría al subir y se transforma en pequeñas gotas que forman las nubes.
- Precipitación: las gotas de las nubes se juntan y caen por su propio peso en forma de lluvia, nieve o granizo sobre la superficie terrestre.
- Infiltración: el agua que cae sobre la tierra se filtra entre las grietas y los poros del suelo hasta llegar a los mantos acuíferos o depósitos subterráneos de agua.
Además de estas etapas, hay otros procesos que intervienen en el ciclo del agua:
- Escorrentía: el agua que no se infiltra fluye por la superficie hasta llegar a los ríos o lagos que desembocan en los océanos.
- Transpiración: las plantas absorben el agua del suelo por sus raíces y la liberan al aire por sus hojas como vapor de agua.
- Sublimación: el hielo o la nieve pasan directamente al estado gaseoso sin pasar por el estado líquido.
- Fusión: el hielo o la nieve pasan al estado líquido al derretirse por el calor.
Preguntas frecuentes sobre el ciclo del agua
- ¿Por qué no se puede beber el agua del mar? El agua del mar contiene una gran cantidad de sal (cloruro de sodio) y otros minerales disueltos que la hacen salobre e impropia para el consumo humano. Si bebemos agua salada, nuestro cuerpo intentará eliminar el exceso de sal por la orina, pero al hacerlo perderá más agua de la que ha ingerido. Esto puede provocar deshidratación, alteraciones en el equilibrio electrolítico y problemas renales o incluso la muerte.
- ¿Por qué los polos no se hunden? Los polos son las regiones más frías del planeta donde se acumula una gran cantidad de hielo sobre la superficie terrestre o marina. El hielo es menos denso que el agua líquida y por eso flota sobre ella. Los polos no se hunden porque están formados por capas sucesivas de nieve que se compactan y congelan formando glaciares o casquetes polares que descansan sobre tierra firme o sobre una plataforma continental.
- ¿Cuánta agua hay en nuestro cuerpo? El ciclo del agua no solo ocurre en el exterior, sino también en el interior de los seres vivos. El agua es esencial para la vida y forma parte de las células, los tejidos y los órganos de los animales y las plantas. El porcentaje de agua en el cuerpo humano varía según la edad, el sexo y la composición corporal. En general, se estima que un adulto tiene entre un 50% y un 60% de agua en su cuerpo. Los bebés tienen más agua (hasta un 75%) y las personas mayores tienen menos (alrededor de un 45%). El agua cumple muchas funciones vitales en el organismo, como transportar nutrientes y oxígeno, regular la temperatura, eliminar desechos o lubricar las articulaciones.
El agua en el mundo: diversidad y desigualdad. Día mundial del agua
El agua en el mundo es un recurso muy diverso y desigual. Su distribución y disponibilidad dependen de factores geográficos, climáticos, económicos y políticos que generan grandes contrastes entre países o regiones. El acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano básico que no está garantizado para todos.
Datos curiosos sobre la distribución y la disponibilidad del agua en el planeta
- La Tierra contiene unos 1.386 millones de kilómetros cúbicos de agua. Ni la cantidad ni la distribución del agua en la Tierra han cambiado significativamente en los últimos dos mil millones de años.
- El 97% del agua se encuentra en los océanos, y el 2% permanece congelada. Solo el 1% del agua es dulce y accesible para los seres humanos.
- El 70% del agua dulce se encuentra en forma de hielo o nieve en los polos o las montañas. El otro 30% se encuentra bajo tierra o sobre ella como ríos o lagos.
- El volumen total de agua subterránea es unas 100 veces mayor que el volumen total de aguas superficiales dulces.
- La mayor parte del consumo humano de agua se destina a la agricultura (69%), seguida por la industria (19%) y el uso doméstico (12%).
- Cada persona necesita unos 20 litros diarios de agua para beber, cocinar e higienizarse. Sin embargo, hay países donde se consumen más de 500 litros por persona al día y otros donde apenas se llega a los 10 litros.
- Un tercio de la población mundial vive en zonas con escasez moderada o grave de agua. Se prevé que esta cifra aumente hasta dos tercios para el año 2025 debido al cambio climático, al crecimiento demográfico y al desarrollo económico.
Situación de diferentes países o regiones respecto al acceso al agua potable
El acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano básico que no está garantizado para todos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en 2017:
- 2 200 millones de personas carecían de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, es decir, que estuvieran libres de contaminación y disponibles cuando se necesitaran.
- 4 200 millones de personas carecían de acceso a servicios de saneamiento gestionados de forma segura, es decir, que impidieran el contacto humano con los excrementos y los trataran o eliminaran adecuadamente.
- 673 millones de personas practicaban la defecación al aire libre, lo que supone un grave riesgo para la salud pública y el medio ambiente.
- 3 000 millones de personas carecían de instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón en sus hogares, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como la COVID-19.
La situación varía mucho según las regiones del mundo. Por ejemplo:
- El África subsahariana tiene el menor porcentaje de población con acceso a servicios básicos o superiores tanto de agua potable (58%) como de saneamiento (28%).
- Oceanía tiene el mayor porcentaje de población sin acceso a servicios básicos o superiores tanto de agua potable (24%) como de saneamiento (55%).
- Asia meridional tiene el mayor número absoluto de personas sin acceso a servicios básicos o superiores tanto de agua potable (810 millones) como de saneamiento (1 900 millones).
- América Latina y el Caribe tiene un alto porcentaje de población con acceso a servicios básicos o superiores tanto de agua potable (94%) como de saneamiento (86%), pero aún enfrenta desafíos en cuanto a la calidad, la equidad y la sostenibilidad.
Consecuencias sociales, económicas y ambientales de la falta o el exceso de agua
La falta o el exceso de agua tiene consecuencias graves para las personas y el medio ambiente. Algunas de estas consecuencias son :
- Enfermedades. La falta de agua y la falta de sistemas de potabilización adecuados obligan a recurrir a fuentes de agua contaminadas que pueden provocar enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud, el agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera o la poliomielitis. La contaminación del agua produce más de 502.000 muertes por diarrea al año. Además, la falta de agua puede producir deshidratación y generar complicaciones en la salud. Por otro lado, el exceso de agua puede provocar inundaciones que arrasan con las infraestructuras sanitarias y favorecen la propagación de enfermedades transmitidas por vectores como los mosquitos.
- Hambre. La falta de agua puede afectar a la agricultura, la ganadería y la industria y, por lo tanto, producir escasez de alimentos y hambre. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), unos 2.000 millones de personas viven en zonas con estrés hídrico severo que amenaza su seguridad alimentaria. Por otro lado, el exceso de agua puede dañar los cultivos y las cosechas por las lluvias torrenciales o las sequías prolongadas que alteran los ciclos naturales del agua.
- Desaparición de especies vegetales y animales. La falta o el exceso de agua afectan a la biodiversidad y al equilibrio ecológico. La falta de agua puede provocar la desertificación, la pérdida de hábitats y la extinción de especies. El exceso de agua puede alterar los ciclos biológicos, las cadenas tróficas y las funciones ecosistémicas.
- Conflictos. La falta o el exceso de agua puede generar tensiones sociales, políticas y económicas entre los diferentes actores que compiten por el uso y el control del recurso. La falta de agua puede provocar migraciones forzadas, disputas por el acceso al agua potable y al saneamiento, o guerras por el dominio de las fuentes hídricas transfronterizas. El exceso de agua puede provocar desplazamientos masivos, daños en las infraestructuras y los servicios públicos, o pérdidas económicas y humanas.
Recuerda: Es necesario destacar la importancia del agua y promover la participación ciudadana para su conservación y gestión sostenible. A través de estas actividades, podemos crear conciencia y fomentar la acción para proteger nuestro recurso más valioso. ¡Feliz día mundial del agua !
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