La alimentación saludable en niños es uno de los pilares fundamentales para su correcto desarrollo físico, mental y emocional. Sin embargo, según el Estudio Nutricional sobre Población Infantil Española (EsNuPi) realizado en 2019, el 23,3% de los escolares de 6 a 9 años tiene exceso de peso, lo que supone un riesgo para su salud presente y futura.
¿Qué factores influyen en esta situación? ¿Qué consecuencias puede tener una mala alimentación en los niños? ¿Qué podemos hacer los padres y los docentes para fomentar hábitos alimentarios saludables desde la infancia? Estas son algunas de las preguntas que intentaremos responder en este artículo.
Como dice el pediatra Carlos Casabona, autor del libro “Tú eres la mejor influencia”, «la alimentación es una conducta aprendida y por tanto modificable». Por eso, es importante que los adultos seamos conscientes de nuestro papel como modelos y educadores en este ámbito.
En este artículo te explicaremos qué es la alimentación saludable en niños y por qué es importante para su bienestar. También te daremos algunos consejos prácticos para enseñar a los niños a comer sano y disfrutar de la comida. Además, te mostraremos algunos ejemplos de menús equilibrados y actividades divertidas para promover la alimentación saludable en niños.
Si quieres saber más sobre este tema tan relevante para la salud de tus hijos o alumnos, sigue leyendo este artículo. Te aseguramos que encontrarás información útil y de calidad basada en evidencias científicas.
¿Qué es la alimentación saludable en niños y por qué es importante?
La alimentación saludable en niños es aquella que cubre sus necesidades nutricionales y energéticas, que respeta sus gustos y preferencias, que se adapta a sus condiciones de salud y que les ayuda a adquirir hábitos saludables para toda la vida.
Una alimentación saludable en niños tiene múltiples beneficios para su bienestar físico, mental y emocional, pero también implica algunos riesgos si no se hace correctamente. A continuación, veremos algunos de estos aspectos con más detalle.
Beneficios de la alimentación saludable en niños
Principalmente, una alimentación saludable es beneficiosa para todos los niños, si se hace correctamente (preferiblemente con la ayuda de su médico). A continuación, les mostraremos los principales beneficios que puede tener una alimentación saludable en los niños:
- Ayuda al correcto funcionamiento del organismo, favoreciendo la digestión, la circulación, la respiración, el sistema inmunológico y el equilibrio hormonal.
- Favorece el crecimiento y desarrollo físico e intelectual de los niños, aportando los nutrientes esenciales para la formación de huesos, músculos, órganos, tejidos y células cerebrales.
- Previene el riesgo de sufrir enfermedades crónicas en la edad adulta, como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.
- Mejora el rendimiento académico y la capacidad de aprendizaje de los niños, al mejorar su concentración, su memoria, su creatividad y su autoestima.
- Fomenta el desarrollo de hábitos saludables que perdurarán en el tiempo, como el consumo de frutas y verduras, el control de las porciones, la hidratación adecuada o la moderación de los alimentos procesados y azucarados.
- Promueve el disfrute de la comida y el placer de comer, al ofrecer una variedad de alimentos sabrosos, coloridos y nutritivos que estimulan los sentidos y las emociones.
Riesgos de una mala alimentación en niños
Por el contrario, una mala alimentación en niños puede tener consecuencias negativas para su salud y su calidad de vida. Algunos de los riesgos más comunes son:
- El exceso o el déficit de peso, puede afectar al crecimiento y al desarrollo normal de los niños, así como a su autoimagen y su autoestima.
- La falta o el exceso de nutrientes, provoca deficiencias o intoxicaciones que alteren el funcionamiento del organismo y causen enfermedades o trastornos.
- La aparición de alergias o intolerancias alimentarias, que pueden limitar la variedad y la calidad de la dieta y generar reacciones adversas o molestias digestivas.
- El desarrollo de hábitos alimentarios poco saludables que se mantengan en la edad adulta, como el consumo excesivo de alimentos procesados, azucarados o grasos, el picoteo entre horas o el sedentarismo.
- La pérdida del interés o el rechazo por la comida y el placer de comer, al asociar la alimentación con obligaciones, castigos o premios.
¿Qué alimentos son parte de una alimentación saludable en niños?
Para que una alimentación sea saludable en niños, debe incluir una variedad de alimentos que aporten los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo. Estos nutrientes se pueden clasificar en tres tipos según su función: energéticos, plásticos y reguladores.
Los alimentos energéticos son los que proporcionan calorías o energía al organismo, como los hidratos de carbono y las grasas. Los alimentos plásticos son los que contribuyen a la formación y reparación de los tejidos y órganos, como las proteínas y el calcio. Los alimentos reguladores son los que ayudan a mantener el equilibrio del organismo y a prevenir enfermedades, como las vitaminas y los minerales.
Para facilitar la elección de los alimentos según su función y contenido nutricional, se pueden agrupar en seis grupos básicos:
- Cereales y derivados, tubérculos y legumbres: son alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, que aportan energía de forma sostenida. También contienen proteínas vegetales, fibra, vitaminas del grupo B y minerales como el hierro, el magnesio o el fósforo. Ejemplos: pan, arroz, pasta, patata, lentejas, garbanzos, etc.
- Frutas y verduras: alimentos ricos en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, que ayudan a regular el organismo y a prevenir enfermedades. También contienen agua e hidratos de carbono simples, que aportan energía rápida. Ejemplos: manzana, plátano, naranja, zanahoria, tomate, lechuga, espinaca, etc.
- Leche y productos lácteos: son alimentos ricos en proteínas de alto valor biológico, calcio y fósforo, que favorecen el crecimiento y el desarrollo óseo. También contienen grasas, vitaminas A y D y lactosa. Ejemplos: leche, yogur, queso, etc.
- Carnes, pescados y huevos: alimentos ricos en proteínas de alto valor biológico, hierro y zinc, que contribuyen a la formación y reparación de los tejidos y órganos. También contienen grasas (saturadas e insaturadas), vitaminas B12 y D y colesterol. Ejemplos: pollo, ternera, cerdo, salmón, atún, merluza, huevo, etc.
- Aceites y grasas: son alimentos ricos en lípidos o grasas (saturadas e insaturadas), que aportan energía concentrada al organismo. También contienen ácidos grasos esenciales (omega 3 y omega 6) y vitaminas liposolubles (A, D y E). Ejemplos: aceite de oliva, mantequilla, margarina, frutos secos, semillas, etc.
- Azúcares y dulces: alimentos ricos en hidratos de carbono simples o azúcares (glucosa, fructosa o sacarosa), que aportan energía rápida al organismo. También contienen grasas (saturadas e insaturadas) y calorías vacías (sin nutrientes). Ejemplos: azúcar blanco o moreno, miel, mermelada, chocolate, galletas, pasteles, etc.
Para tener una alimentación saludable en niños se recomienda consumir diariamente alimentos de todos los grupos básicos excepto el último (azúcares y dulces), que se deben limitar al máximo por su escaso valor nutricional y su efecto negativo sobre la salud dental.
Además de elegir los alimentos adecuados según su función y contenido nutricional se debe tener en cuenta la cantidad o porción que se consume de cada uno de ellos. Para ello se puede utilizar la
¿Cómo fomentar la alimentación saludable en niños?
La alimentación saludable en niños no solo depende de los alimentos que se les ofrecen, sino también de la forma en que se les enseña a comer. Los padres y los educadores tienen un papel fundamental para transmitir hábitos alimentarios saludables a los niños desde una edad temprana. A continuación, se presentan algunos consejos, actividades y recomendaciones para fomentar la alimentación saludable en niños.
Consejos para enseñar a los niños a comer sano
Los niños aprenden por imitación y por experiencia, por lo que es importante que los adultos les den el ejemplo y les ofrezcan oportunidades para probar y disfrutar de los alimentos saludables. Algunos consejos para enseñar a los niños a comer sano son:
- Predicar con el ejemplo: comer en familia alimentos saludables, variados y equilibrados, evitando el consumo de alimentos procesados, azucarados o grasos. Mostrar una actitud positiva hacia la comida y evitar las críticas o los comentarios negativos sobre el peso o la apariencia física.
- Invitar al niño a participar en la compra y la preparación de los alimentos: dejar que el niño elija algunas frutas y verduras en el mercado, que ayude a lavarlas, pelarlas o cortarlas, que colabore en la elaboración de recetas sencillas y divertidas, que ponga la mesa o que sirva los platos. De esta forma, el niño se sentirá más involucrado y motivado a probar lo que ha ayudado a hacer.
- Jugar con los niños a comprar y cocinar: utilizar juguetes, dibujos o recortables para simular una tienda de alimentos, un restaurante o una cocina. Dejar que el niño sea el cliente, el camarero o el cocinero e inventar situaciones donde tenga que elegir, pedir o preparar alimentos saludables. Así se familiarizará con los nombres, las formas y los colores de los alimentos y aprenderá sus beneficios.
- Cocinar con los niños: aprovechar las ocasiones especiales, como los cumpleaños, las fiestas o los fines de semana, para cocinar con los niños recetas saludables y creativas. Por ejemplo, hacer una pizza casera con masa integral y verduras variadas, unas brochetas de fruta con chocolate negro fundido o unas galletas de avena y pasas. De esta forma, se les enseña que se puede comer rico y sano al mismo tiempo.
- Juego: la lista de los alimentos a probar: hacer una lista con los alimentos nuevos o poco habituales que se quieren introducir en la dieta del niño y ponerla en un lugar visible. Cada vez que el niño pruebe uno de esos alimentos, marcarlo con una pegatina o un dibujo. Cuando complete la lista, felicitarlo y premiarlo con algo que le guste (un libro, un juego, una salida al parque, etc.). Así se le anima a ampliar su repertorio alimentario y a superar sus miedos o rechazos.
- El juego de la rueda: utilizar una rueda dividida en seis sectores de diferentes colores, cada uno correspondiente a un grupo de alimentos (cereales, frutas, verduras, lácteos, carnes, pescados y huevos, aceites y grasas). Hacer girar la rueda y preguntar al niño qué alimento pertenece al sector donde ha caído la flecha. Si acierta, se le da un aplauso o una recompensa. Si falla, se le explica a qué grupo pertenece el alimento y por qué es importante comerlo. Así se le ayuda a memorizar los grupos de alimentos y sus funciones. Este juego se puede hacer con una rueda real o con una aplicación móvil.
Conclusión
En conclusión, la alimentación saludable en niños es un aspecto fundamental para su bienestar físico y mental. Los padres y los educadores pueden fomentarla mediante consejos, actividades y juegos que les enseñen a comer sano y a disfrutar de los alimentos. Además, es importante adaptar la alimentación a las necesidades y preferencias de cada niño según su edad y sus características individuales.
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