A la hora de enseñar a multiplicar a nuestros hijos o estudiantes, muchos suelen entrar en pánico porque les resulta algo de lo más complejo y, además, algunos chicos mayores les suelen decir que es imposible.
En primer término, digamos que es imprescindible saber si el niño está preparado o si, por el contrario, es mejor esperar unos meses más.
Claves para saber si ha llegado el momento oportuno para enseñarles a multiplicar
- Antes que nada, el niño debe saber sumar y restar: y si lo sabe hacer mentalmente, mejor será para emprender la tarea de enseñarles la multiplicación.
- El estímulo: si vemos que el pequeño no muestra interés en aprender a multiplicar, lo debemos estimular con expresiones como “si aprendes más rápido, podrás ir solito a la tienda a comprar eso que tanto deseas”.
- El conteo secuencial: es crucial que el niño ya sepa contar de 2 en 2, de 3 en 3 y, así, sucesivamente. Esto es fundamental para que el proceso no les inspire temor.
- No incitarlos a la memorización: se trata de uno de los errores más recurrentes, en los que incurren padres y profesores para enseñar a multiplicar a los niños. El hecho de memorizar las tablas de multiplicar que, dicho sea de paso, se ven por todas partes en fichas, libros, infografías y demás, es algo así, como empezar por el final.
Primero, debemos enseñarles a multiplicar y, por último, podemos incentivarlos a memorizar las tablas, que bien extensas son, por supuesto.
- Multiplicar es sumar, sucesivamente, un mismo número: seamos más explícitos a este respecto, con un ejemplo bastante ilustrativo:
5 x 7 es 5 veces 7, de lo que se deduce que 7 + 7 + 7 + 7 + 7 (obsérvese que estamos sumando el 7 durante 5 veces) equivale a 35.
Otros trucos para enseñar a multiplicar a los niños
- Los recursos para enseñar lo mencionado en el numeral 5°: los cuadros de doble entrada y las regletas, son bastante recomendables para tal efecto. Es necesario, por tanto, adquirirlos o, bien, imprimirlos de internet.
Cuando los tengamos disponibles, veremos que los cuadros son aptos para colorear todas las multiplicaciones de números, hasta el 10. Retornemos a los ejemplos, para ser más claros.
Si le vamos a enseñar al pequeño, por sólo mencionar un ejemplo, a resolver (multiplicar) 3 x 5, debemos colocar el 3 en la columna izquierda de la tabla con la que estamos trabajando y, a su vez, el 5 en la fila superior.
Luego, procedemos a colorear el cuadrito que resulta de la intersección y, acto seguido, todos los cuadritos de adentro. Así las cosas, si el chico suma (partimos de la base, por supuesto, de que ya sabe sumar) los cuadritos que han sido coloreados, ya tendrá el resultado de la multiplicación.
Para que el pequeño pueda comprobar que el resultado ha sido el correcto, hacemos la suma sucesiva de los números, recordando que la multiplicación consiste en sumar, sucesivamente, el mismo número.
Además de lo anterior, este proceso nos servirá para enseñarle que el orden de los factores, no altera el producto, porque 3 x 5 da el mismo resultado que 5 x 3.
No sobra anotar que, previamente, le debemos enseñar en qué consisten los conceptos de “factores” y de “producto”.
Entonces, si hacemos un uso adecuado de los recursos pedagógicos que hemos mencionado (y explicado), será sencillo enseñar a multiplicar a los pequeños en casa y en el colegio.
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Con vuestro permiso complemento el artículo con esta entrada de mi blog matematicascercanas sobre la multiplicación con los dedos como recurso complementario:
Saludos.