Un paseo entre Dinosaurios Parte 4: Periodo Cretácico
El periodo Cretácico es una de las tres partes en las que se divide la era Mesozoica. Abarca desde el final del periodo Jurásico (hace 145,5 ± 4,0 millones de años) hasta el principio del Paleoceno (hace 65,5 ± 0,3 millones de años). Es el más largo de los periodos geológicos y constituye casi la mitad del Mesozoico. El final del Cretácico define el límite entre las eras Mesozoica y Cenozoica.
Durante el Cretácico, el supercontinente de Pangea completó su división en los continentes actuales, aunque sus posiciones diferían radicalmente de las que presenta hoy en día. La apertura del Océano Atlántico que comenzó en el Jurásico dio lugar a importantes orogenias y al surgimiento de cadenas montañosas en Norteamérica.
Aunque Gondwana permanecía intacta a comienzos del Cretácico, durante este periodo se desgajaron Australia, la Antártida y América del Sur. El resto del antiguo continente estaba constituido por África, además de un bloque del que terminaron separándose, unidas, la India y Madagascar.
Todos estos movimientos provocaron el surgimiento de grandes cadenas montañosas submarinas y la elevación del nivel del mar, fenómeno conocido como transgresión. En su punto culminante, aproximadamente la tercera parte de las actuales zonas continentales estaban sumergidas.
Durante el Cretácico se depositaron más calizas que en ningún otro periodo del eón Fanerozoico. Esto se debió a un enriquecimiento en calcio de los océanos, junto a una mayor diversidad de formas de vida que disponían de este calcio para formar sus esqueletos, principalmente nanoplacton.
El clima fue muy cálido durante el Cretácico. No había hielo en los polos. Por tanto, el nivel de los océanos era muy superior al actual, y grandes zonas de corteza continental estaban cubiertos por mares someros.
El Mar de Tethys conectaba los dos grandes océanos de este a oeste, contribuyendo a mantener estable el clima global. Fósiles de plantas y animales propios de climas templados han sido encontrados cerca de los lugares en los que se encontraban entonces los polos.
En conjunto, la temperatura del planeta no fue superior a la de los periodos Jurásico o Triásico, pero sin embargo las diferencias de temperatura desde el ecuador a los polos fueron mucho menores. Como consecuencia, los vientos también debieron ser muy débiles, contribuyendo a que los mares fuesen tranquilos, lo que se evidencia en las formas de sedimentación.
Las plantas angiospermas se difundieron ampliamente durante este periodo, aunque no llegaron a ser predomiantes hasta el final del mismo. Muchos de los tipos de árboles que existen en la actualidad tienen sus orígenes en el Cretácico.
En la Tierra, los mamíferos continuaron siendo un componente menor de la fauna, que seguía dominada por los dinosaurios, que alcanzaron ahora su mayor diversidad. La diversificación de los insectos seguramente guarda una estrecha relación con la expansión de las angiospermas.
En el mar, pueden ser encontrados muchos tipos modernos de peces, incluyendo tiburones similares a los de los mares actuales. Sin embargo, los mayores seres vivos que los pueblan son reptiles tales como ictiosauros o mosasaurios.
Los ammonites siguen en pleno apogeo, apareciendo la mayoría de las variedades heteromorfas, caracterizadas por el desenrollamiento de la concha.
Albertosaurus
Dinosaurio carnívoro de la familia del Tyranosaurus Rex pero más pequeño que éste. Poseía gran cabeza y cola robusta. Sus patas traseras estaban armadas de garras puntiagudas. Perteneció al periodo Cretácico. Se cree que pesaba sobre 1,5 toneladas
Longitud: 9 metros
Encontrado en Norteamérica
Amargasaurus
El Amargasaurus era un dinosaurio saurópodo del Cretácico de 8 toneladas con unas peculiares espinas que nacían en la parte superior del cuello y terminaban en mitad de la espalda. Tenía un cráneo alargado. Se cree que éstas sostenían una vela o tejido muscular. Amargasaurus se descubrió en Argentina a principio de los noventa. Se trata de un relativamente completo y único esqueleto.
Longitud: 10 metros
Encontrado en Sudamérica
Ampelosaurus
El Ampelosaurus fue un dinosaurio saurópodo titanosauriano herbívoro del Cretácico superior, su nombre significa lagarto de Vid, y vivió en Europa. El Ampelosaurus medía sobre unos 3 metros de alto y la característica más notable de este dinosaurio eran las placas óseas que poseía a lo largo de toda la espalda a modo de protección contra los dinosaurios depredadores. Como dato curioso cabe señalar que el Ampelosaurus es uno de los dinosaurios más notables de Francia.
Longitud: 15 metros
Encontrado en Europa
Argentinosaurus
El Argentinosaurus era un saurópodo titanosauriano gigante del Cretácico que pesó sobre las 100 toneladas y llegó a medir siendo adulto más de 40 metros. Este coloso ingería toneladas de alimento todos los días y podía alcanzar un edificio de 6 pisos. El Argentinosaurus vivía en manadas.
Longitud: 40 metros
Encontrado en América del sur
Austroraptor
El Austroraptor (ladrón austral), fue un dinosaurio terópodo dromeosáurido grande, medía de 6 metros de longitud. Vivió en el Cretácico. Poseía un hocico puntiagudo con muchos dientes pequeños, y a diferencia de otros dromeosauridos, además de su gran tamaño, destacan sus brazos cortos, del tipo del Tyrannosaurus.
Longitud: 6 metros
Encontrado en Argentina
Bagaceratops
El Bagaceratops fue un dinosaurio que vivió a finales del Cretácico, medía 1 metro de longitud y pesaba alrededor de 22 kg. Su gola era pequeña. Poseía cierto parecido con el Protoceratops. Aunque su nombre indique: «cara con pequeño cuerno» lo cierto es que no poseía cuerno alguno. Sólo se han descubierto cráneos (en buen estado) y fragmentos de un esqueleto.
Longitud: 1 metro
Encontrado en Asia
Baryonyx
Baryonyx significa “garra pesada” este nombre hace mención a la enorme garra curvada de unos 30 cms. de longitud. Este dinosaurio se diferenciaba de otros terópodos, por tener las patas delanteras robustas y corpulentas. El Baryonyx poseía algo que lo diferenciaba de otros carnívoros del Cretácico: su largo y estrecho cráneo, parecido al de los cocodrilos, además poseía el doble de dientes de la cantidad que solían tener los terópodos. En la parte superior del cráneo tenía una protuberancia ósea en forma de cono y su cuello no era muy flexible.
Longitud: 9 metros
Encontrado en Europa
Brachauchenius
El Brachauchenius fue un enorme y temible reptil marino, perteneciente a la orden de los plesiosaurios. Medía 12 metros de envergadura. Vivió en el período cretácico. Su cráneo medía 1,53 metros de longitud.
Longitud: 12 metros
Encontrado en aguas marinas de Norteamérica
Brachylophosaurus
Ornitópodo Adrosáurido que vivió en lo que hoy es Norteamérica, a finales del Cretácico, poseía una peculiar «cresta» ósea en la parte superior del cráneo, que usaba a modo de defensa. Este dinosaurio de pico de pato, tenía unas patas delanteras inusualmente largas en los hadrosáuridos. Su dentadura poseía centenares de dientes que usaba a modo de trituradora para los vegetales de los que se alimentaba.
Longitud: 9 metros
Encontrado en Norteamérica
Carnotaurus
Miembro del grupo de dinosaurios llamado Carnotaurios. Lo más característico de este dinosaurio son los dos pequeños cuernos en su cabeza. También se encontraron marcas de piel en forma de disco que presentaban escudos óseos por la parte superior de la cabeza, espalda y cola. Hera un terópodo de tamaño medio. Sus patas delanteras eran aún más cortas que las del Tiranosaurio. Tenía una cabeza muy pequeña en comparación con otros depredadores de su tamaño. Su gran cola le ayudaba a mantener el equilibrio al correr a gran velocidad.
Longitud: 9 metros
Encontrado en Sudamérica
Citipati
El Citipati significa en sánscrito (Señor fúnebre de la hoguera), fue un dinosaurio terópodo ovirraptórido que vivió en el Cretácico. El Citipati Osmolskae poseía una característica pronunciada cresta, se trata del ovirraptórido más grande descubierto. El citipati no tenía dientes, de hecho, otra característica a resaltar de este dinosaurio era su peculiar pico, el que se cree que usaba para partir huevos. Se han encontrado varios restos de este fósil con sus nidos.
Longitud: 3 metros
Encontrado en Mongolia (Asia
Concavenator
Este cazador jorobado de Cuenca, como su nombre indica, es un dinosaurio bípedo, carnívoro del Cretácico que vivió en Barremiano (Europa actual) y que pertenece a la orden los Saurisquios. Se cree que llegó a medir 6 metros de longitud. Posee la característica de tener unas protuberancias en la parte baja de la espalda y cola, la cual aún no se conoce su función. También poseía unas zonas abultadas en el hueso cúbito, lo que hace suponer que tenía en esa parte, una zona alada similar a la de algunas las aves actuales. El único ejemplar que se conoce se descubrió en Cuenca (España) en el 2003.
Longitud: 6 metros
Encontrado en Europa
Corythosaurus
El Corythosaurus es un hadrosáurido muy conocido por su enorme cresta en la parte superior del cráneo. Se cree que ésta era usada para emitir sonidos a gran volumen, ya sean de alarma o como cortejo para el apareamiento. Vivió en el período Cretácico. Su peso era de 4 toneladas. Se cree que el Corythosaurus era un dinosaurio gregario.
Longitud: 10 metros.
Encontrado en Norteamérica
Daspletosaurus
Tyranosaurido de aspecto temible pero más pequeño que su primo el Tyranosaurio. Por sus descubrimientos, se cree que se alimentaba principalmente de ceratópsidos. El peso estimado era de 2.5 toneladas. Poseía una enorme cabeza de 1 metro de largo, con una fila de dientes aserrados que le daban un aspecto espantoso, de ahí su nombre «espantoso reptil carnívoro»
Longitud: 9 metros
Encontrado en Norteamérica
Deinonychus
Este dinosaurio era una perfecta máquina de cazar. Es uno de los dromeosáuridos más conocidos. Poseía una cabeza de gran tamaño, dientes aserrados y curvados hacia atrás, fuertes y largos brazos y un dedo en el pie provisto con una terrorífica garra afilada, con la que se cree, desgarraba a sus presas. El Deinonychus era un depredador veloz, ágil e inteligente. Se cree que su peso era de unos 68 kg.
Longitud: 3 – 4 metros.
Encontrado en Norteamérica.
Diabloceratops
El Diabloceraptos es un ceratopsiano del cretácico descubierto en Utah. El Diabloceraptos posee características nunca vistas antes en los dinosaurios ceratopsianos, como por ejemplo el hecho de no tener cuernos en el hocico, poseía una gran gola con dos grandes cuernos en la parte superior de esta, además tenía otros dos cuernos encima de los ojos. Está emparentado con el Einiosaurus y Styracosaurus. El reciente descubrimiento del fósil del Diabloceratops ha vuelto a dar mucho que hablar sobre investigaciones y descubrimientos de estos siempre curiosos «dinosaurios con cuernos».
Longitud: 5.5 metros
Encontrado en Norteamérica
Dracorex
El Dracorex fue un dinosaurio marginocéfalo paquicefalosaurínido muy peculiar. Su nombre significa «Rey Dragón» y es que el cráneo recuerda a la representación medieval de los dragones. Medía sobre 1,7 metros de altura. El cráneo tenía un espesor de 25 cms.
Longitud: 3 metros
Encontrado en Norteamérica
Edmontonia
El Edmontonia fue un dinosaurio Norosáurido armado con placas Oseas crestadas y puntiagudas que poseía a lo largo de toda la parte superior de la espalda, parte de cola. Y costados Medía aproximadamente unos 2 metros de alto. Se cree que para defenderse de los depredadores, el edmontonia se agachaba dejando así sólo la armadura osea a la vista.
Longitud: 6,6 metros
Encontrado en Norteamérica
Edmontosaurus
Edmontosaurus. Uno de los dinosaurios conocido vulgarmente como dinosaurios de pico de pato. Se trata de uno de los más grandes Hadrosáuridos. Este herbívoro poseía mil dientes posteriores para triturar la comida. Se cree que las cavidades en la parte superior del cráneo estaban recubiertas por un tejido elástico que le permitía llenarlo de aire y emitir sonidos con los que se comunicaba con sus congéneres. Los maxilares terminaban en un ancho pico con el que se cree, le servía para arrancar fácilmente el tejido vegetal.
Longitud: 13 metros
Encontrado en Norteamérica
Euoplocephalus
El Euoplocephalus forma parte de los conocidos como: dinosaurios acorazados, éste es uno de los más grandes, con un peso de unas dos toneladas. Tenía un sistema de defensa perfecto, una coraza encima de todo su cuerpo y una cola terminada en maza. Poseían incluso los párpados osificados. Vivió en el periodo cretácico.
Longitud: 6 metros
Encontrado en Norteamérica
Gallimimus
Un terópodo ornitomímido omnívoro que guarda gran parecido a las aves de nuestros días, sobre todo al avestruz. Poseía unas patas traseras fuertes y adaptadas para la carrera. Fue uno de los ornitomímidos más grandes. Nuevos fósiles descubiertos han revelado que poseía un pico que con ranuras para filtrar animales pequeños de los charcos al igual que los flamencos actuales.
Longitud: 6 metros
Encontrado en Asia
Giganotosaurus
Entre los dinosaurios carnívoros más grandes que habitaron nuestro planeta, el Giganotosaurus fue sin duda uno de ellos, llegó incluso a ser más grande que el Tyrannosaurus Rex, ya que se han encontrado ejemplares de entre 19 y 20 metros de longitud y 7 toneladas de peso. Los dientes del Giganotosaurus poseían un tamaño de hasta 20 cm. toda una máquina de matar.
El Giganotosaurus era un terópodo que vivió en el período Cretácico en lo que hoy es Sudamérica.
Giganotosaurus o Giganotosaurio significa reptil gigante del sur y creo que no hace falta explicar por qué se llama así.
Al igual que el Tyrannosaurus, el Giganotosaurus tenía los miembros delanteros desproporcionalmente pequeños con respecto al resto del cuerpo, una gran cabeza, un poderoso cuello y una enorme cola que le servía de contrapeso.
Longitud: 16 metros
Encontrado en Sudamérica
Graciliraptor
Terópodo dromeosáurido que vivió a principios del cretácico. Medía 0.60 cms. de alto y se cree que pesaba sobre los 20 kg. Presenta muchas similitudes con las aves actuales e incluso se cree, por su posición filogenética, que estuviera cubierto o parcialmente cubierto de plumas.
Longitud: 1,4 metros
Encontrado en Asia
Hungarosaurus
El Hungarosaurus era uno de esos dinosaurios llamado vulgarmente como dinosaurios acorazados. Se trataba de un tireóforo nodosáurido. Su nombre significa lagarto de Hungría, pues los restos fósiles fueron encontrados en este país europeo. Se cree que el Hungarosaurus llegó a alcanzar media tonelada de peso. Poseía placas Oseas en forma plana y puntiagudas a lo largo de toda su espalda y cola. Vivió en el Cretácico.
Longitud: 4 metros
Encontrado en Europa
Iguanodon
El Iguanodon fue el segundo dinosaurio en encontrarse. La característica más notable del Iguanodon era los grandes punzones que tenía en los pulgares de las patas delanteras, que seguramente usaba como sistema de defensa. Se distribuía prácticamente por toda la tierra. Se supone que su peso rondaba las 5 toneladas. Podía andar a dos y a cuatro patas y por los grandes yacimientos encontrados se cree que iban en manadas. El hocico terminaba en forma de pico.
Longitud: 10 metros
Encontrado en Norteamérica, Europa y Asia
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