El teléfono móvil es prácticamente una herramienta imprescindible en nuestro día a día. Además de utilizarlo como teléfono, la mayoría de las personas lo utilizan como despertador, agenda, gps, cámara de fotos y gestor de sus redes sociales. En resúmen, lo hacemos todo desde el smartphone.
Este uso de las nuevas tecnologías puede generar una dependencia que, de no detectarse a tiempo, nos puede producir ansiedad y estrés. Muchas personas necesitan revisar su móvil constantemente para estar seguros de que no se pierden nada y en ocasiones simplemente para asegurarse de que está encendido y tiene batería suficiente para pasar el día.
La adicción empieza sin darnos cuenta
La dependencia al móvil empieza como todas las adicciones: poco a poco. Como no percibimos el estar conectados a Internet y el utilizar nuestros smartphones como algo peligroso es fácil que comencemos a utilizarlo cada vez más tiempo.
Este uso puede llegar a ser excesivo y puede ocupar una buena parte de nuestro día si nos descuidamos. No sólo eso, sino que puede llegar a interferir con nuestras relaciones personales y con nuestra productividad en el entorno laboral.
Así, poco a poco vamos dejando que el smartphone sea una extensión de nosotros mismos y que llegue un momento en el que nos sintamos indefensos si nos quedamos sin batería en el móvil o nos dejamos el teléfono olvidado en casa.
Detectar la nomofobia a tiempo
La adicción a los smartphones se conoce como nomofobia. Más de la mitad de la población presenta síntomas de esta adicción y muestran un temor irracional a estar sin sus dispositivos móviles. Aunque los adolescentes son más propensos a sufrir de nomofobia, los adultos también pueden caer sin darse cuenta en las redes de esta adicción.
Para evitar esto, es importante ser conscientes de que puede afectar a cualquier persona y se debe estar alerta ante las distintas señales que muestran que podemos estar enganchados a la tecnología.
Algunas de estas señales son:
- Estás constantemente pensando en tu móvil y tanteando tus bolsillos para asegurarte de que lo tienes a mano.
- Consultas tu smartphone muchas veces al día aunque no estés esperando ninguna llamada o mensaje importante.
- Tienes la sensación de que tu móvil vibra o se enciende la pantalla de forma continua.
- Te produce ansiedad olvidar tu teléfono en casa o pensar que se va a quedar sin batería.
- Utilizas tu smartphone en momentos donde no es adecuado, incluso mientras estás en una situación íntima.
- Revisas tu móvil justo antes de dormir y en cuanto te despiertas.
Si respondes de forma afirmativa a la mayoría de estas afirmaciones lo más seguro es que formes parte de las personas que sufre de adicción al móvil, por lo que debes tomar medidas de forma inmediata y buscar ayuda para evitar que el problema siga aumentando. Si has respondido sólo a alguna de estas cuestiones de forma afirmativa quizá debas plantearte cambiar algunos hábitos para evitar generar una dependencia que se pueda convertir en nomofobia.
En ambos casos es prudente que utilices menor tu smartphone y que tengas presente que tu teléfono es sólo una herramienta que te facilita muchas tareas de tu día a día, pero no es un elemento imprescindible del que no puedas desprenderte ni un momento. No olvides que es la tecnología la que debe estar a tu servicio, no al contrario. Cuando la tecnología te absorbe deja de ser una herramienta para convertirse en un problema.
Infografía sobre la Nomofobia, adición al movil
La puedes descargar desde aquí
https://s3.
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