El poder del abrazo
El poder del abrazo: El abrazo se describe como una necesidad biológica de una afectuosidad física cercana, que ayuda al desarrollo emocional, físico e intelectual del niño o niña.
El contacto tiene como características principales:
Obtener seguridad y protección – El Psic. Harry Harlow realizó un estudio con monos en los años 50´s, donde consistía en separar a las crías de mono de su madre biológica y sustituirla por dos madres artificiales: una fabricada con una red metálica provista de un biberón y la otra confeccionada en felpa y sin alimento. ¿Cuál de las dos madres prefirieron las crías?
Solamente cuando sentían hambre iban a saciar su necesidad con la mamá de metal, pero todo el resto del tiempo permanecían junto al calor y la suave textura que les proporcionada la mamá de felpa. Incluso les servía de protección, ya que se acercaban a ella para cobijarse cuando algo les asustaba. No se acercaban a la madre que les proporcionaba comida, sino a aquella que les proporcionaba seguridad. Es por eso que es de gran importancia que los hijos sientan el calor que proporciona la madre y el padre que a pesar de estar (comúnmente) más ausente puede llevar a cabo el cumplimiento de esta necesidad con actividades sencillas como “dar un abrazo” (no palmadas en la espalda), “dar un beso”, “jugar con los hijos”, “ir a un parque”, “hablarles y dejar que nos hablen”, “dibujar”, etc.
Las personas sensibles nos ayudan a cubrir las necesidades físicas y emocionales – Esta característica es fundamental, y ya como padres o madres debemos estar sensibles al momento de cubrir las necesidades. A sensibles me refiero a que estemos con la mayor disposición a dedicar tiempo para los hijos y colocar toda la atención en ellos que son las personas más importantes en nuestras vidas porque les dimos la vida y son los que aprenden de nosotros mismos.
Por lo tanto se qué no es una tarea fácil, ya que contamos con situaciones diarias que nos hacen sentir estrés, ansiedad, preocupación, miedo, inseguridad, infelicidad, irá, frustración, tristeza, etc. Un sinfín de emociones negativas que invaden nuestro cuerpo llevándonos a sentir cansancio y una pesadez corporal. Es por eso que para dejar de sufrir esos síntomas les dejo este reto:
- En un cuaderno anota la fecha en la parte de arriba y ve escribiendo todos los temas pendientes que tienes que realizar (considera todas tus ideas que se te vengan a la mente).
- Posteriormente debes clasificarlos según las áreas de tu vida (familia, trabajo, estudios, etc.) porque cada área tiene que tener su atención y espacio.
OJO: no puedes dedicarte más a una que a otra.
- Por último es importante que sepas priorizar que es realmente importante hacer, hay veces que desperdiciamos el tiempo de una manera poco provechosa, realizando tareas que no son fundamentales y que incluso podrían ser realizados por otras personas.
Es una condición biológica: Me gustaría empezar con un breve párrafo escrito por la autora Laura Rincón Gallardo en donde menciona textualmente: “El bebé nace conociendo ya el abrazo, lo sintió desde que estaba dentro de su madre, sobre todo en los últimos meses de gestación donde su cuerpo era contenido por las paredes del útero, las cuales le dieron la placentera sensación del abrazo, proporcionándole seguridad y confianza” (pueden leer el artículo completo: http://www.abrazo.com.mx/libros/El_abrazo_que_lleva.pdf).
Es por eso que existe esa conexión entre madre e hijo en donde al nacer se recomienda que el bebe sea inmediatamente llevado con la madre para fortalecer ese apego (“Conducta que pretende lograr o conservar la proximidad, con otro individuo más capacitado para enfrentarse al mundo, bajo circunstancias adversas”), el cual tiene un factor muy importante en el desarrollo del niño, sin embargo se tiene la creencia de que es malo y es a partir de esta mentalidad que vienen las etiquetas “es que no deberías cogerlo mucho”, “no lo abraces mucho, lo vas a asfixiar”, “lo tienes muy consentido”, “nunca se va alejar de ti”, etc. Sin embargo vamos generando con el apego seguridad, confianza, aprecio, calor humano, cariño, afecto, satisfacción, paz, tranquilidad, contención emocional, felicidad, etc.
Es por eso que al tener llena sus necesidades afectivas nuestro hijo, él o ella mismo va a irse alejando de uno, lo cual no quiere decir que ya no lo quiera o no lo necesite, sin embargo se va formando un vínculo, está sería nuestra meta final a lograr un “lazo con una persona que me une en el espacio y perdura en el tiempo, que se organiza de manera afectiva y cognitiva”.
Por último les dejo un ejemplo muy sencillo de cómo el abrazo y el vínculo nos ayuda a disminuir los berrinches, que son muy comunes en todos los niños, sin embargo un factor significativo es que cuando uno no está con la disponibilidad emocional obviamente la ansiedad del niño va en aumento y nos lleva a actuar de forma negativa. Por eso en la tercera parte hablaremos de la última característica del abrazo que es “Está relacionado con lo hormonal”.
Hoy en esta última parte observaremos que el “abrazo está relacionado con lo hormonal”. Para entrar en materia, debemos entender que nuestras neuronas emiten sustancias químicas llamadas “neurotransmisores” los cuales nos ayudan a poder reaccionar a lo largo de nuestra vida diaria, los cuales adquirimos al comer, dormir adecuadamente, tomar agua, hacer ejercicio, reír, llorar, etc.
Siempre están en funcionamiento aunque no se crea. Esto nos lleva a formular la siguiente pregunta: “¿Cómo mantener un buen estado de ánimo?”. Como sustento tomo un experimento que realizo Masaru Emoto que tiene por título “Mensajes del agua” en donde explica que la música, las ideas, los pensamientos alteran las moléculas del agua; donde cada gota generaba una estructura de acuerdo a los pensamientos, mensajes escritos, palabras que se le daban. Por ejemplo, si eran aspectos positivos la forma de cristalización del agua era muy hermosa y si se daba lo contrario teníamos una molécula totalmente deformada. Por lo tanto usando esta lógica, si el ser humano está compuesto por 70% de agua; imagínense cuanto se altera nuestro organismo a causa de nosotros mismos.
Ahora eso sería lo más “sano” que seamos nosotros los que nos causemos daño, sin embargo no es así y dejamos que las demás personas emitan pensamientos, mensajes y palabras que hieren a nuestro ser de amor, que al final lo transmitimos a nuestros hijos. Así que para poder transmitir aspectos positivos a nuestros seres que más amamos les recomiendo hacer 3 cosas :
- Ejercicio (30 minutos diarios): Al realizarlo generamos en nuestro organismo Dopamina, Noradrenalina y Endorfina que se encargan de incrementar el placer, por lo tanto disminuye el estrés y la ansiedad.
- Sonreír (Hacerlo siempre): Mientras más seguido se realice generaremos Dopamina, Serotonina y Norapinefrina que son las que nos ayudan a disminuir el enojo.
- Jugar con tu hijo (mínimo 30 minutos): Es de suma importancia el pasar tiempo con ellos ya que con eso generaremos confianza, seguridad, autoestima más elevada, una buena comunicación, liderazgo, creatividad, etc.