Actualmente existe una controversia en cuanto a si se debe tratar a la astenia primaveral como una enfermedad o no. Específicamente astenia quiere decir cansancio, por lo tanto no se puede decir que la astenia primaveral sea una enfermedad en sí misma, sino que se trataría de un cuadro de tipo patológico. No obstante, y más allá del tipo de denominación que esta reciba, lo importante es poder reconocer y detectar los síntomas de la astenia primaveral.
Síntomas astenia primaveral
Los síntomas más frecuentes son: fatiga crónica, cansancio mental y físico, irritabilidad, alteraciones en los patrones del sueño, pérdida del apetito, dolores de cabeza, falta de motivación, desconcentración, etc.
Como afecta la astenia en adultos
Es importante mencionar que la astenia primaveral tiene una serie de causas:
- La primera causa pareciera ser la luz natural, es decir la mayor cantidad de horas con la presencia de luz del sol.
- Otro factor que interviene es la presión atmosférica y las temperaturas más elevadas.
- Una tercera causa es la modificación de las rutinas y los cambios de hora (adelantar el reloj).
- No obstante también existen causas internas, es decir, factores que afectan a cada persona de forma personal: rutinas agotadoras laborales, estrés, desgano, irritabilidad, etc.
Todas estas causas (las internas como las externas) influyen en el organismo de cada ser humano alterándolo. Esto produce variación de la secreción de las hormonas como la melatonina, endorfinas, cortisol, etc. Dicho de otro modo, el organismo estaría como en una especie de letargo del cual despertaría por la llegada de la primavera.
Como afecta en niños
En los niños, la astenia primaveral se observa por el desgano, exceso de horas de dormir, falta de incentivo, monotonía, irritabilidad, falta de concentración, rendimiento escolar inferior, etc. Además, se han encontrado casos de niños que pueden llegar a pedir no ir a la escuela por sentirse mal (enfermos), tener contestaciones agresivas y no acudir a actividades que suelen agradarles (deportes, recreación, etc).
Consejos para combatir la astenia primaveral
Generalmente, la astenia primaveral desaparece entre la 2° y 3° semana desde que comienza la primavera. No obstante, existen algunos trucos para combatirla:
- Realizar caminatas. Las caminatas bajo los rayos del sol suelen acostumbrar al cuerpo a las nuevas temperaturas para que poco a poco se vaya adaptando.
- Anticiparse a los cambios de horario. Al tener que adelantar una hora el reloj, las rutinas también se modifican por completo. Poder prever esto será indispensable: tal vez se podría comenzar una semana antes del cambio de horario levantando al niño 15 minutos antes de lo habitual. Cada día se puede ir aumentando el tiempo 15 minutos más cada vez. Así, al llegar a la hora establecida y el día del cambio, los niños no lo sentirán tanto como si este cambio se realizara de manera brusca.
- Mantener una buena hidratación. Es importante que siempre los niños se encuentren hidratados, teniendo en cuenta el cambio de temperatura para evitar la deshidratación.
- No ingerir complejos de vitaminas. Es frecuente que, ante el cansancio, los adultos piensen en tomar algún complejo vitamínico. Sin embargo, esto no es recomendable excepto en casos en los que un médico autorice la misma, puesto que la automedicación podría producir daños en el organismo y perjudicar a la persona deteriorando su estado de salud.
Alimentación para combatir la astenia primaveral
La llegada de la primavera trae consigo una serie de cambios y la alimentación no se encuentra exenta. Es necesario tener presente que el organismo ya no requiere (en relación al invierno) una carga calórica tal elevada, por lo que nuestra alimentación debería constar de:
- Albaricoques. Estos aportan al cuerpo vitaminas A, B, C y K.
- Cereales integrales. Deberían estar presentes en toda buena alimentación, en especial en primavera, dado que son fáciles de digerir y aportan fibra brindando energía al organismo.
- Cerezas, puesto que contiene propiedades antioxidantes.
- Fresas. Además de ricas las fresas tienen propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes.
- Frutas y verduras. Especialmente aquellas frutas y verduras crudas dado que ayudan a desintoxicar el organismo.
- Frutos secos. Estos aportan grasas saludables, lo que quiere decir que brindarán energía pero no permitirán el exceso de peso, siempre y cuando se les consuma en las dosis recomendadas según la edad de cada persona.
- Ginseng. Contiene una gran cantidad de vitamina C, por lo que ayuda al organismo para que no se debilite o enferme.
- Lentejas. Estas son recomendables porque aportan vitaminas del grupo B.
- Nísperos. Sus propiedades diuréticas ayudan a que el organismo elimine grasas y toxinas que muchas veces permanecen en el organismo durante mucho tiempo e impiden la correcta digestión.
- Plátanos. Con un gran aporte de potasio, el plátano brinda energía a niños o deportistas. Asimismo, impide calambres o problemas en los músculos, lo que lo convierte en un alimento perfecto para personas con cierta exigencia física.
- Polen. Este alimento tiene propiedades revitalizantes dado que posee, de manera natural vitaminas que podemos ingerir.
- Quinoa. Porque son ricas en ácido fólico, fósforo, manganeso, fibras y magnesio.