Decorar nuestra casa desde cero es todo un reto, aunque la ilusión del momento suele ser más poderosa que el tedio de tener que diseñar un conjunto estético. Pero si ya de por sí el proceso se antoja complejo, el esfuerzo se multiplica cuando el objetivo es decorar la habitación de los más pequeños. Después de todos, la habitación será su pequeño refugio, un lugar donde no sólo descansará, sino donde poder estudiar, organizar la ropa, ordenar el espacio… En definitiva, la habitación será un espacio fundamental en su crecimiento.
Para quienes quieran aprender a diseñar habitaciones infantiles con éxito, a continuación mencionaremos 6 reglas del interiorismo que siempre se deben tener presentes.
Medir el presupuesto
Este, sin duda, es el primerísimo paso para conseguir una decoración eficiente. Por lo general, los elementos que componen una habitación no son ni pocos ni baratos, por lo que tendremos que revisar la cantidad disponible para no gastar en lo que no debemos. Una cama, una mesilla, un armario y alguna que otra estantería serán muebles necesarios con toda seguridad, por lo que deben ser los primeros de nuestra inversión. Si nuestra vivienda no dispone de un espacio reservado para el juego, podemos intentar habilitar algún rincón para que el pequeño se estimule y divierta con algunos juguetes de su edad, pero sólo si el presupuesto lo permite después de adquirir lo principal.
Adaptar nuestra el entorno al pequeño
Tanto si tenemos hijos cuando hacemos la mudanza como si el peque viene una vez instalados, es primordial entender que la habitación debe amoldarse a ellos y no al revés. Especialmente los niños de entre 3 y 10 años tienen muestran necesidades que deben poder satisfacer en los espacios con los que conviven, y el cuarto no debe ser menos. Si la decoración y la distribución inicial no resultan del todo atractivas o funcionales para nuestro hijo conforme va creciendo, tendremos que plantearnos una remodelación que consiga adaptarse a él. Ni siquiera será necesario desembolsar una gran cantidad. Con algunos ajustes arreglados a sus peticiones suele ser suficiente.
Elegir el estilo decorativo
El estilo con que decoraremos la habitación es fundamental para encontrar después todos los elementos que compondrán el conjunto. Minimalista, rústico, moderno, personalizado… Sea cual sea y si tiene nombre o no, el estilo importa. No debemos perder de vista que vamos a decorar una habitación infantil. Por muy serio y elegante que pueda resultarnos una estética concreta, tendremos que buscar la mezcla perfecta entre esta característica y la diversión. Nuestro hijo debe ver en su cuarto un entorno infantil, al menos mientras se siga sintiendo un niño. Siempre podemos recurrir a la ayuda de alguna revista donde aprender decoración para encontrar la inspiración necesaria en diseños profesionales.
¿Qué tiempo hay para decorar la habitación?
Si nuestro pequeño viene en camino, ya sabemos de antemano que contaremos, como poco, con 6 o 7 meses para preparar la nueva habitación. Podemos asegurar que es tiempo suficiente como para encontrar todo lo que necesitamos y queremos. En el caso de que nos mudemos con niños, entonces no tenemos por qué establecer un plazo fijo. Por supuesto, debemos asegurarnos de contar con lo imprescindible, pero el resto puede esperar. Es más, quizá pueda resultar divertido para el pequeño acompañarnos a hacer la compra y poder elegir lo que quiere o no para su nueva habitación.
Importancia a la luz natural
Esta regla de oro del interiorismo general no debe dejarse de lado cuando se trata de decorar la habitación de los pequeños. En muchas ocasiones se tiende a pensar que un niño no valora la luz natural tanto como los adultos, pero eso es un error mayúsculo. Cuanto más se la proporcionemos, más la valorará. De este modo, debemos buscar una estancia donde la presencia de la luz natural sea notoria. Igualmente, tanto si es mucha o poca, debemos aprovecharla con los tonos de las paredes. El 60 % de la composición debe estar formada por tonos neutros que aportarán calidez y luminosidad al entorno. Teniendo en cuenta que queremos conseguir un ambiente infantil, lo mejor es combinar estos tonos con pinceladas de colores intensos y atractivos, pero sin que ello suponga una pérdida de la luminosidad en la habitación.
Menos es más
Algunas habitaciones infantiles se convierten en expositores comerciales de juguetes y aparatos por todos lados. Si asumimos que nuestro pequeño tendrá muchos juguetes y elementos para divertirse, debemos asegurarnos de que tendrá espacio de almacenamiento, a ser posible hacia dentro para aprovechar el espacio. Igualmente, no se trata de recargar el espacio con muchos cuadros, figuras de madera, colgaduras o similares, sino de tener los elementos decorativos necesarios como para que el pequeño se sienta en un ambiente infantil. Una lámpara de noche con proyección de dibujos, una foto en grande de algún personaje de animación, algún mueble con forma geométrica divertida, etc.
Siguiendo estos 6 consejos sobre decoración, estamos seguros de que podremos conseguir componer una habitación que nuestros hijos adorarán durante mucho tiempo.