Cuentos valencianos
Un pequeño ninot de fallas
-¡Hola! ¡Si, si es a ti! Me dirijo a ti que me estás leyendo ahora mismo. Te voy a contar una historia, la historia de cómo, año tras año, me dan forma para disfrutar de una gran semana de fallas.
Me presento, mi nombre es Mascletín y soy el ninot de una falla de Valencia. Cada año me construyen con una forma y nombre diferente, porque si algo tienen las fallas es que cada año son diferentes y a mí eso, es algo que me encanta.
Este año mi forma es la de un petardo, un masclet como nos llaman aquí, con unos grandes ojos azules y el cuerpo de un llamativo color morado y una gran sonrisa para saludar a todo aquel que viene a visitarme a mi falla. Normalmente, nos suelen hacer con papel maché, madera y cartón, aunque también veo a muchos de mis amigos hechos con corcho. Cada año, un artista fallero habla con la comisión fallera y le enseña sus bocetos de cómo será el monumento fallero y sus ninots y si les gusta, comienzan a darnos forma para el día 14 o 15 de marzo plantarnos en la calle para que todos los que allí vivís o venís de turismo, podáis conocernos y ver como somos. Esos días nos gustan mucho, pues nos hacen muchas fotos y nos sentimos muy acompañados. Además, son días de recibir muchos premios por ser los más bonitos, graciosos, críticos… y el mejor premio es el que nos permite que uno de nosotros se vaya al museo del ninot y se escape de las llamas, aunque claro, ya no podrá cambiar de forma al año siguiente. No es que quede mucho de nosotros en la Cremá, que es cuando la semana de fallas y esta llega a su fin, es que en Valencia, el fin de una falla es el comienzo de otra. Como dicen ellos, renacemos de nuestras cenizas y eso es lo que hace bonita esa noche.
Pero no todo son fallas en Valencia esa semana, también hay muchos más actos de los que podéis disfrutar.
Aunque los días más grandes de fallas se centran del 14 al 19, durante todo el mes, se realizan mascletaes a las 2 de la tarde. Son todo un espectáculo de pólvora, ruido y ahora cada vez más, color. Quienes las disparan se llaman pirotécnicos a los que las falleras mayores, que son como las reinas en Valencia durante todo un año, les dan la orden con la ya famosa frase “Señor pirotécnico, puedes comenzar la mascletá”, la sensación que ese espectáculo provoca es indescriptible. El suelo de la Plaza del Ayuntamiento, que es donde la hacen, tiembla y tú con él. Si no has visto ninguna, te recomiendo que veas por lo menos una.
También, las calles se iluminan y por la noche la luz se convierte en arte. La música y la luz se dan la mano y crean un ambiente increíble, casi de cuento del que no quieres salir. Al igual que pasa con nosotras las fallas, las calles también tienen sus premios a la mejor iluminación y cada año trabajan y se esfuerzan más para ser mejores que el anterior.
En Valencia, en la semana grande de fallas, todas las noches son especiales porque no hay una en la que no haya un concierto, o castillos de fuegos artificiales, pero la que esperan con más ganas es la noche de la Plantá en la que cada casal y comisión fallera, por fin, dan a conocer sus fallas, la mayor y la infantil, porque los niños también tienen su falla y su pequeña reina llamada Fallera Mayor infantil. Esa noche es mágica porque los falleros se vuelven uno para ayudar a levantarnos y solo hay un gran compañerismo y unas ganas enormes de que todo quede perfecto para lucir con orgullo sus fallas en la calle.
Casi sin darnos cuenta, llegan los días más emotivos para los que viven las fallas de cerca o para los que tuvieron que salir de ellas por trabajo y no pueden estar por otros motivos. Son los días de la ofrenda a la Virgen de los Desamparados. Grandes y pequeños, sacan sus mejores galas y vestidos con su tradicional traje de falleros y falleras le llevan a la plaza de la Virgen su ofrenda de flores a una gran talla de la Virgen que tienen especialmente para recibir todas las flores que le llegan en esos días.
Son momentos muy emotivos, porque familias enteras van bien a dar las gracias por cómo han pasado el año, o para hacerle sus peticiones para algún familiar o para que les cuide como lo ha hecho hasta ese momento. Son muchas las personas que, al entrar en la plaza, se emocionan al ver la gran figura de la Virgen y no es raro que se escapen de sus ojos alguna lagrimilla de emoción.
Es muy bonito ver cómo, poco a poco y con la ayuda de sus “vestidors” que son quienes les colocan los ramos, se va formando el dibujo del que será su manto durante esos días.
Y ya, entre ofrendas, premios, conciertos, petardos y pasacalles llega el último día. Aunque el ritmo de pasacalles y actos no para, se nota en la cara de quienes han vivido intensamente esta semana el cansancio acumulado y la tristeza de saber que todo termina esa noche hasta el año siguiente.
Siguen disfrutando de la mascletá, que ese día hacen lo posible para que sea espectacular y tardemos mucho en olvidarla. Después, para celebrar el día del Padre muchas familias aprovechan para comer todos juntos y disfrutar de una última vuelta para ver las fallas que más les gustan antes de que llegue la noche más conocida como la “Nit de la Cremá” y pasen a ser un montoncito de cenizas.
Ese día, no sé porque, parece que las horas vuelen y da la sensación de que todo vaya más rápido de lo normal. Casi sin darnos cuenta, anochece y los pirotécnicos ya están preparando el comienzo del fin. Esa noche hay muchas medidas de seguridad, pues las fallas suelen ser muy altas y hay calles que son estrechitas y apenas sitio para la falla. Todo tiene que estar perfecto para que sea una noche mágica.
Esa será última noche como “Mascletín” si la fallera no me escoge como ninot indultat para llevarme a su casa. Si lo hace, me quedaré con ella para siempre pero si no lo hace, comenzaré a imaginar como cada año, en que me convertiré para las fallas del año siguiente.
Pase lo que pase, estos días son los más felices para mí porque he conocido a un montón de ninots nuevos y lo más importante, he podido conoceros a vosotros y contaros como vivimos en nuestras fiestas y la semana más importante.
Espero que, si decides venir a Valencia, disfrutes de todo lo que os tenemos preparado y quién sabe, a lo mejor hasta nos vemos sino este año, tal vez el año que viene.
Un beso muy grande de este pequeño ninot, feliz día del padre y sobre todo…¡Vivan las Fallas!
FÍN
Cuentos valencianos para todos los que celebrais las Fallas
COMPRENSIÓN LECTORA
1.- ¿Cuál es el nombre del protagonista del cuento?
2.-¿Qué es?
3.- ¿Cómo se llaman las fiestas de donde vive?
4.- ¿Cuáles son los días más importantes?
5.- ¿Cómo se llama la ciudad donde se celebran?
6.- ¿La has visitado alguna vez?
7.- Pinta a Mascletín como más te guste
© 2018 Cuentos valencianos: Un pequeño ninot de fallas por Roi Requena para la sección de cuentos infantiles del Portal Educapeques