La educación es uno de los pilares fundamentales de toda sociedad. Gracias a ella, las personas pueden desarrollar sus capacidades, adquirir conocimientos, transmitir valores y contribuir al progreso común. Sin embargo, la educación no siempre ha sido accesible y de calidad para todos, especialmente para los más pobres y marginados. En este artículo te quiero hablar de un hombre que cambió la historia de la educación y que dedicó su vida a hacerla posible para los niños y jóvenes más necesitados. Se trata de Juan Bautista de La Salle, un santo, sacerdote y pedagogo francés que fundó el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, el primer instituto religioso católico masculino de carácter exclusivamente laico dedicado a la educación.
¿Quién fue Juan Bautista de La Salle? ¿Qué hizo por la educación? ¿Qué aportes pedagógicos nos dejó? ¿Qué legado nos transmitió? Estas son algunas de las preguntas que intentaré responder en este artículo, que tiene como objetivo darte a conocer la vida y la obra de este gran santo y educador.
Te invito a acompañarme en este recorrido por la historia de Juan Bautista de La Salle, el santo que revolucionó la educación y que nadie te quiere contar. Te aseguro que te sorprenderás con su testimonio y te inspirarás con su ejemplo. ¡Comencemos!
Biografía Juan Bautista de La Salle
Juan Bautista de La Salle nació en Reims, Francia, el 30 de abril de 1651, en el seno de una familia adinerada y piadosa. Era el hijo primogénito de once hermanos, de los cuales cuatro fallecieron muy pequeños. Desde niño se sintió atraído por las cosas de Dios y manifestó su deseo de ser sacerdote. Su familia le apoyó en su vocación y le facilitó una buena educación.
Cómo descubrió su llamada al sacerdocio desde niño y cómo lo apoyó su familia
A los once años recibió la tonsura, que era un signo externo de consagración a Dios y el primer paso hacia el sacerdocio. Cumplidos los quince años recibió las órdenes menores, que eran los grados inferiores del clero y le permitían ejercer algunos ministerios litúrgicos. A los dieciocho años obtuvo una licenciatura en artes en la Universidad de Reims, que era un requisito para acceder a los estudios teológicos.
Su padre murió cuando tenía veinte años y su madre cuando tenía veintiuno, dejándole al cuidado de sus hermanos menores. A pesar de esta responsabilidad, no abandonó su vocación y continuó con su formación sacerdotal.
En 1670 ingresó en el seminario de San Suplicio en París, que era uno de los más prestigiosos y exigentes de Francia. Allí recibió una sólida formación espiritual, intelectual y pastoral bajo la dirección del padre Tronson, un reconocido teólogo y director espiritual. En 1671 se trasladó a la Sorbona, la famosa universidad parisina, donde cursó estudios de teología. Allí tuvo como profesores a algunos de los más eminentes teólogos del momento, como Bossuet y Fénelon. En 1678 obtuvo el doctorado en teología y fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Reims. Su ordenación fue una fiesta para toda la ciudad, que le admiraba por su piedad, su sabiduría y su generosidad.
Después de su ordenación sacerdotal, Juan Bautista de La Salle regresó a Reims, donde ejerció su ministerio con celo y dedicación. Se ocupó especialmente de la catequesis, la predicación y la atención a los pobres y enfermos. En 1680 fue nombrado canónigo de la catedral de Reims, lo que le confería un gran prestigio y una buena renta. Como canónigo tenía la función de rezar el oficio divino en la catedral y participar en el gobierno del cabildo. Como canónigo también tenía derecho a una casa propia, donde se instaló con sus hermanos menores. Allí llevaba una vida austera y piadosa, dedicando mucho tiempo a la oración y al estudio.
Los primeros contactos con la obra educativa
En 1679 conoció al padre Adrien Nyel, un sacerdote que había fundado una escuela gratuita para niños pobres en Reims. El padre Nyel le pidió ayuda para dirigir y financiar la escuela, que estaba en dificultades. Juan Bautista de La Salle aceptó colaborar con el padre Nyel y le ofreció su casa para alojar a los maestros que trabajaban en la escuela. Allí conoció a los primeros maestros, que eran hombres sencillos y sin formación, pero con buena voluntad.
La Salle se interesó por la situación de los maestros y por la calidad de la educación que impartían. Se dio cuenta de que necesitaban una mejor preparación religiosa y pedagógica, así como una mayor estabilidad y organización. Juan Bautista de La Salle decidió renunciar a su canonjía y a su herencia para dedicarse por completo a la obra educativa. Se mudó con los maestros a una casa más humilde y empezó a formarlos como una comunidad religiosa. Así nació el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
La fundación del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas
Juan Bautista de La Salle no se conformó con ayudar al padre Nyel y a los maestros que trabajaban en la escuela de Reims. Él tenía una visión más amplia y profunda de la educación y de la vocación de los educadores. Por eso, decidió fundar una nueva congregación religiosa dedicada exclusivamente a la educación cristiana de los niños y jóvenes, especialmente de los más pobres. Así nació el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Juan Bautista de La Salle reunió a los maestros de la escuela de Reims en su casa para impartirles formación religiosa y pedagógica. Les enseñó sobre la doctrina cristiana, la liturgia, la moral, entre otros temas. Les propuso vivir como una comunidad religiosa y hacer votos de pobreza, castidad y obediencia. Les asignó un hábito distintivo que simbolizaba su consagración a Dios.
Los aportes pedagógicos de Juan Bautista de La Salle
Juan Bautista de La Salle no solo se preocupó por la formación religiosa y moral de los maestros y de los niños, sino también por la formación intelectual y cultural. Por eso, innovó en los métodos y los contenidos de la enseñanza, adaptándolos a las necesidades y capacidades de los alumnos. Además, escribió varios libros y manuales para la educación de los niños y la formación de los maestros. Su obra pedagógica tuvo un gran impacto y popularidad en los siglos XVIII y XIX, y sigue siendo una referencia para los educadores cristianos.
Juan Bautista innovó en los métodos de enseñanza al introducir el sistema simultáneo, usar el idioma vernáculo, y emplear métodos inductivo y deductivo. También escribió varias obras educativas y espirituales, como la «Guía de las Escuelas Cristianas», «Reglas de Urbanidad y Cortesía», y «Meditaciones para todos los días del año», que tuvieron gran impacto y popularidad. Sus obras se caracterizan por su claridad, sencillez, precisión y profundidad.
La Salle se esforzó por impartir una educación integral, basada en la religión, la moral, las ciencias y las artes. Su objetivo era formar a los niños y jóvenes como personas y cristianos capaces de vivir con dignidad y contribuir al bien común. Enseñaba los principios y prácticas de la fe católica, virtudes humanas y cristianas, reglas de urbanidad y cortesía, y ciencias y artes. Además, enseñaba a leer, escribir, hablar y calcular en francés, y a pensar con lógica y expresarse con claridad.
La expansión y consolidación del Instituto
El padre Juan Bautista de La Salle amplió y consolidó su Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en varias ciudades y regiones de Francia. Se adaptó a las necesidades locales y abrió colegios y escuelas profesionales para los niños y jóvenes más pobres y abandonados. Sin embargo, enfrentó dificultades y oposiciones por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas, incluyendo acusaciones, procesos judiciales, multas y atentados. A pesar de todo, Juan Bautista de La Salle mantuvo su fe en Dios y su misión de ofrecer una educación integral a todos los niños y jóvenes.
Cómo obtuvo el reconocimiento oficial del rey Luis XIV y del papa Benedicto XIII
Juan Bautista de La Salle obtuvo el reconocimiento oficial del rey Luis XIV en 1713, cuando le concedió las Letras Patentes, que eran un documento real que autorizaba la existencia legal del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristian
La santidad y el legado de Juan Bautista de La Salle
Juan Bautista de La Salle fue un santo y gran educador, cuyo legado es una invitación a seguir su ejemplo y misión. Vivió una vida ejemplar de oración, penitencia, caridad y confianza en Dios. Durante y después de su vida, realizó muchos milagros por medio de su intercesión ante Dios. Fue beatificado y canonizado por la Iglesia y es patrocinador de los educadores cristianos.
Conclusión
El artículo describe la vida y obra de Juan Bautista de La Salle, el fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y el patrono de los educadores cristianos. Se destacan sus contribuciones a la educación, incluyendo métodos innovadores y la adaptación a las necesidades locales, así como su lucha contra las oposiciones de autoridades civiles y eclesiásticas. También se destacan su vida ejemplar de oración y santidad y los milagros realizados en su nombre. Se anima a los lectores a conocer más sobre la vida y enseñanzas de La Salle y a seguir su ejemplo como educadores cristianos.
© 2023 ▷ Educapeques ➡➤ [ La innovación pedagógica de Juan Bautista de La Salle ] Grandes personajes de la Historia ✏️ Ángel Sánchez Fuentes | 👨🎓Docente y creador de blogs educativos @educapeques