Una de las principales tareas de la educación infantil es la adquisición de hábitos por parte de los niños. Por otra parte, el rincón de los mocos tiene también la finalidad de entretener y llamar la atención de un modo divertido para los más peques.
“Mocos” es una de las palabras que desde que los niños conocen su significado causa más risa. Estos sucede especialmente después de los 3 años, cuando se ruborizan cada vez que la nombran, pero al mismo tiempo suelen nombrarla muchas veces como señal de risa y desafío encubierto hacia los adultos o referentes.
Por eso, el rincón de los mocos tiene la función de ayudarles a incorporar hábitos pero de un modo divertido y que difícilmente olviden.
Elaboración del rincón de los mocos
Esta actividad puede ser perfecta no solo para generar el hábito de aprender a sonarse la nariz; también puede ser de utilidad en niños que se estén llorando. En este último caso, podríamos cambiar el nombre de rincón de mocos por el rincón del consuelo, por ejemplo. En ambos casos, serán necesarios los siguientes materiales:
- 1 caja de pañuelos descartables
- Papeles de colores
- Tijeras
- Marcadores
- Lana de colores
Las cajas de pañuelos descartables tienen un formato que podríamos utilizarlo para que se convierta en una caja de pañuelos come-mocos.
Es importante que la caja contenga los pañuelos de papel. Por fuera decoraremos la caja de modo tal que la abertura se convierta en una gigantesca boca con dientes (hechos de cartulina o papel blanco), pelos de colores con lana, ojos (dibujados con marcadores. También se pueden usar ojos de plástico que tengan movimiento), etc.
El objetivo de la actividad es que los niños (cuando lo necesiten) se animen a ir al rincón de los mocos, extraigan un pañuelo de papel y suenen su nariz con fuerza para que los mocos queden en el pañuelo de papel.
Objetivos de la actividad
- Autonomía. Los niños lograrán un mayor grado de autonomía y reconocimiento en relación con las propias necesidades.
- Motivación. Se les anima, mediante el juego y la diversión, a que pierdan sus miedos respecto a algo desconocido (representada en la figura del monstruo) y que le asocien con una actividad divertida (dejar los mocos con ayuda de un monstruo que no da miedos sino que es divertido).
- Reconocimiento de las necesidades del propio cuerpo, dado que serán ellos mismos quienes reconozcan cuando necesitan buscar un pañuelo al rincón de los mocos.
- Incorporación de hábitos sociales. Estos son sumamente necesarios para cualquier actividad en sociedad.
- Eleva su autoestima. Esto se debe a que el niño ya tiene edad para reconocer y observar sus propios logros, lo que le producirá un aumento de su propia autoestima y marcará un progreso en su higiene personal.