La mayoría de los psicopedagogos establecen quela estimulación de los movimientos faciales o Praxias, así como el habla es muy importante tanto en el nacimiento como durante el desarrollo de los primeros años del niño. Estos movimientos les ayudan como preparación para la adquisición del lenguaje. En otras palabras, los movimientos faciales facilitan la modulación para que el ellos incorporen la fonética correcta según cada letra, sílaba y palabra. Es por ello que es muy recomendable que los docentes conozcan algunos ejercicios que permitan practicarlos. Uno de los juegos más útiles y divertidos para ello es el juego del papel y la pajita
Juego del papel y la pajita para la estimulación de los movimientos faciales
Esta es una de las actividades más sencillas, divertidas y dinámicas que se pueden realizar en el aula. No solo estimula la movilidad facial y la comunicación, sino también la habilidad, la coordinación y el trabajo en equipo.
Los únicos materiales que necesitarás para aplicarla son pajitas y tarjetas de papel. Este juego es muy entretenido y puede ser disfrutado por personas de cualquier edad. Sin embargo, es recomendada para niños de entre cinco y siete años. El objetivo de la actividad será que los pequeños puedan practicar sus movimientos faciales y sus habilidades de comunicación de forma divertida mientras intentan ganar a los otros equipos.
Instrucciones para realizar la dinámica en el aula
Para practicar este juego, se debe dividir el aula en equipos con la misma cantidad de integrantes. En caso de que falte algún miembro en uno de los grupos, el docente puede unirse a la actividad. Una vez que los equipos estén organizados, se entregará una tarjeta de papel por grupo y una pajita a cada miembro del mismo.
Cuando cada equipo tenga a disposición su tarjeta y sus pajitas, deben formar una fila de manera organizada frente a un escritorio y colocar el papel delante de ellos. Seguidamente, la primera persona de la fila debe levantar la ficha de papel al absorber aire por medio de su pajita.
Posteriormente, sin tocar la tarjeta de ninguna manera más que con la succión de la pajita, la pasarán a su compañero de atrás, quien debe recibirla utilizando la misma técnica.
De esta forma, la tarjeta irá pasando de jugador en jugador. Si algún miembro del grupo llegase a fallar al sujetarla y la tarjeta se cayera, ese equipo tendría que empezar todo desde el principio.
Ganará el primer equipo que logre pasar la tarjeta hasta el final sin equivocarse. De esta manera, el juego requiere de una gran capacidad de concentración y habilidad para poder mantener el control sobre el papel e impedir que se caiga. Al mismo tiempo, se estimularán tanto los gestos faciales como la comunicación.
El juego será más difícil y desafiante conforme participen más jugadores. Es recomendable que cada equipo tenga al menos seis integrantes para que presente un óptimo nivel de dificultad.
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