Mucho sabemos ya sobre la importancia de desarrollar las habilidades emocionales en los niños desde la que son pequeños, aunque es necesario que aprendamos a trasmitirlas para que ellos las aprendan.
Creemos que, si el lenguaje de los niños es el juego (tal como sostienen muchos pedagogos y de hecho, compartimos esta teoría) entonces lo mejor que podemos hacer es enseñarles mediante el juego. A continuación, veremos juegos y actividades para desarrollar, de manera divertida y práctica, las habilidades emocionales en los niños.
4 Juegos para desarrollar habilidades emocionales
Estos juegos para el desarrollo de las habilidades emocionales se pueden llevar a cabo tanto en el hogar como en el aula.
Aprendemos a reconocer y nombrar nuestras propias emociones
Materiales: fotografías de diferentes personas (niños y adultos) que estén expresando distintas emociones: tristeza, alegría, amor, felicidad, enojo, etc.
Ten en cuenta que los niños menores de 4 o 5 años no reconocerán muchas emociones, así que si los niños son menores a estas edades, escoge fotografías bien diferentes: tristeza, alegría y enojo.
Opción: también puedes optar por buscar dibujos de rostros expresando diferentes emociones o emoticones (con los que los niños actuales se sienten muy familiarizados) para poder reconocer las distintas emociones.
Dinámica del juego: El juego consiste en presentarles todas las fotografías (emoticones o dibujos de los rostros) y luego contar historias breves. Por ejemplo: juan iba caminando por la calle, se tropezó y se cayó al piso. Al levantarse sentía un gran dolor en su rodilla izquierda así que él se sintió muy…. (Permite que los niños respondan con la fotografía, dibujo o emoticón correcto).
Como actividad extra, puedes pedirles a los niños que lleven revistas o periódicos con fotos de personas expresando diferentes emociones y que ellos mismos las juntes de forma que queden todas las fotos agrupadas según las emociones expresadas: un grupo de emociones de tristeza, otro de ira, otro de alegría, etc. Pega las fotos sobre una cartulina y deja la misma en el salón para que los niños puedan mirar la actividad cada vez que necesiten reconocer un sentimiento en ellos mismos.
El espejo de las emociones
Materiales: Este juego es muy sencillo y divertido. Solo necesitaremos un espejo mediano (donde los niños puedan verse), hojas para dibujar y lápices.
Edades de los niños: desde los 4 años en adelante
El juego tiene dos formas de poder hacerse: con emociones reales de los niños o bien con situaciones simuladas. Muchos niños no quieren dibujar o pintar cuando están enojados por algo. Por eso, la segunda opción, nos parece más adecuada. Sin embargo, la primera es mucho más representativa para ellos y les permite reconocer 100% sus emociones.
Dinámica del juego: Coloca el espejo frente al niño. Si decides expresar las propias emociones del niño, entonces simplemente él tendrá que reconocer qué emoción se refleja (de él mismo) en el espejo. Luego deberá dibujarla en la hoja de papel.
En caso de que decidas simular las emociones; debes pensar en diferentes situaciones (parecidas a la del juego anterior). Por ejemplo:
Te encuentras a punto de ver una película con mamá y papá. Es una película que has esperado mucho tiempo verla junto a ellos. De pronto suena el timbre de la casa. Mamá se levanta. Tú te (enfadas, alegras, etc. Deja que el niño reconozca su propia emoción). Luego intercambia algo con quien está del otro lado de la puerta. Cierra la puerta y se acerca al sillón con un paquete ¡Ha comprado algo para comer mientras miramos la película! Tú te siente (feliz, desconcertado, alegre, triste, etc).
El juego de la memoria con las emociones
Este juego consiste en obtener dos fotografías (puede ser de los mismos niños) de cada emoción:
- 2 fotos del niño alegre
- 2 fotos del niño triste
- 2 fotos del niño enojado
- 2 fotos del niño con miedo
- 2 fotos del niño con calma
Corta las fotos aproximadamente de 4 cm x 4 cm y coloca en la parte inferior de cada foto, la emoción que representa.
Luego voltea todas las fotos y mézclalas. Acomódalas para que los niños comiencen (por turnos) a dar vuelta las fotos hasta encontrar cada par.
Jugamos y pintamos con nuestras emociones
Esta actividad se puede llevar a cabo en cualquier lugar, aunque es recomendable que los niños cuenten con un espacio abierto.
Materiales: cartulinas, témperas, pinceles, música variada.
Dinámica del juego: el juego consiste en que cada niño escoja una cartulina (la cual debe estar pegada a la pizarra o sujeta a algo vertical). Se pueden usar caballetes de pintor para niños.
Se dispone, a su alcance, témperas, crayones, agua, pinceles, etc. Es conveniente que los niños cubran su ropa con algún protector para evitar mancharse mucho. Luego se coloca la música. Necesitamos escoger música muy diferente y variada para que los niños puedan expresar lo que esa música les produce. A continuación, se les pide que pinten algo de manera libre pero que, al hacerlo, expresen lo que esa música les representa.
Pasados 10 o 5 minutos, podemos cambiar la música para que los niños expresen (en otra cartulina) aquello que esa otra música les inspira.