Actividades diarias básicas como mantenernos de pie, caminar o saltar, son habituales y parecen muy sencillas, pero te has preguntado: ¿Qué es el equilibrio y cómo funciona?
El equilibrio es la condición que permite una estabilidad con las fuerzas con las que interactúa en el espacio donde se encuentra.
La palabra equilibrio proviene del latín aequilibrĭum, que se compone de “aequus”, que significa igual, libra, balanza.
Se dice que alguien o algo está en equilibrio, cuando a pesar de tener poca base de sustentación, se mantiene de pie sin caerse. En tal sentido, sinónimos de equilibrio son contrapeso, compensación o estabilidad.
El sentido del equilibrio, también conocido como equilibriocepción, es uno de los sentidos fisiológicos.
Este sentido nos permite entre otras cosas, poder caminar sin caernos. Hay especies animales que tienen el sentido del equilibrio más desarrollado que los humanos. Por ejemplo, los felinos como los gatos pueden caminar sobre superficies muy irregulares, estrechas y de grandes alturas sin complicaciones, usando su oído interno y cola.
“Los animales evalúan y responden a los desplazamientos del equilibrio, donde el cuerpo se encuentra en equilibrio con respecto a la gravitación, la aceleración y otras fuerzas que afectan a su posición y movimiento.”
Los primeros órganos del equilibrio evolucionaron entre los peces, anfibios y reptiles.
Cuando se interrumpe el sentido del equilibrio, se producen mareos, desorientación y náuseas. El equilibrio se puede ver afectado por la enfermedad de Ménière, que es una afección del oído interno de motivo desconocido.
Se pueden presentar problemas en el equilibrio de manera temporal, producido por movimientos rápidos y vigorosos; por ejemplo, después de dar vueltas.
¿Cómo nos mantenemos en equilibrio?
En este artículo te explicaremos de una forma sencilla como funciona el complejo sistema del equilibrio, el cual nos permite mantenernos de pie.
El equilibrio es tal vez uno de los sentidos más importantes del cuerpo humano y este depende de varios sistemas que veremos a continuación.
El equilibrio se desarrolla durante los primeros años de vida de las personas, esta es una de las razones por las que los bebés cuando comienzan a andar son tan inestables. Se conoce que en un momento en la edad adulta comienza a perderse, por eso se justifica el hecho de que las personas mayores les cuesta más esfuerzo mantener el equilibrio.
Con la edad, el sentido del equilibrio comienza a perderse.
Se ha podido comprobar que la pérdida del equilibrio por la edad, es causada porque con la edad cambia la forma en la que los sentidos nos dan información acerca de nuestro entorno.
El sentido del equilibrio se vuelve menos agudo al pasar del tiempo y somos cada vez menos capaces de percibir algunos detalles, que impiden que la persona pueda procesar información necesaria para mantener el equilibrio.
¿Qué se necesita para mantener el equilibrio?
Hay tres partes que son fundamentales de lo que se necesita para mantener el equilibrio, que son el sistema vestibular del oído, el sistema propioceptivo y la visión.
Para mantener el equilibrio es necesario que esos tres sistemas funcionen correctamente:
El sistema vestibular del oído: Este se encuentra en el oído interno y es el responsable en gran medida de nuestra estabilidad y equilibrio.
Este funciona de la siguiente manera: Cuando giramos la cabeza hay un líquido que está adentro del oído interno y mueve unos pequeños cilios que hay en esta zona y que a su vez mandan un mensaje al cerebro. En ese momento, el cerebro cuando recibe estos mensajes, transmite a los músculos las órdenes que permiten mantenernos en equilibrio.
La equilibriocepción en los animales invertebrados funciona de forma diferente y reside en otro órgano llamado estatocisto, el cual detecta la posición de pequeñas rocas calcáreas para determinar hacia donde es arriba o abajo.
El sistema propioceptivo: En el torso, articulaciones, pies y cuello tenemos una gran cantidad de sensores que se encargan de enviar impulsos eléctricos o señales al cerebro, las cuales indican dónde se encuentra el cuerpo con respecto a su entorno.
La propiocepción es la capacidad que tiene nuestro cerebro de saber la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo en cada momento. A nuestro cerebro llegan ordenes desde las articulaciones y los músculos, sobre la posición exacta de los mismos.
El sistema propioceptivo procesa estas órdenes y reconoce en qué posición se encuentra nuestro cuerpo en cada momento.
Este sistema detecta si es necesario reaccionar de manera inmediata ante una caída o ante alguna situación en donde el cuerpo se encuentre inestable y activan otros grupos musculares para evitar lesiones.
El sistema propioceptivo regula el equilibrio, coordina los movimientos y mantiene el nivel de alerta del cerebro.
Partes del sistema propioceptivo
Nervios aferentes: Los nervios aferentes son los transmisores del sistema propioceptivo. Son quienes se encargan de transmitir toda esta información recogida por los receptores propioceptivos y enviarla al sistema nervioso central.
Receptores nerviosos: Se encuentran en nuestros músculos, articulaciones, ligamentos, tendones y huesos. Los receptores nerviosos son estructuras en el organismo, que reciben estímulos desencadenando una respuesta.
El Sistema Nervioso Central procesa toda esta información recibida y es quien recibe la información del sistema propioceptivo. Desde allí se enviarían las ordenes necesarias a las mismas u otras articulaciones y/o músculos, para producir la reacción deseada.
Por ejemplo, si estamos jugando futbol y en una de las rotaciones, la rodilla gira un poco más de lo normal, los ligamentos y receptores de la articulación de la rodilla llevan información del estiramiento de los ligamentos y la posición de los mismos al cerebro. De esta manera, el sistema nervioso central reacciona a esta información, ordenando la contracción y la relajación del cuádriceps para permitir éste movimiento.
En ese momento, el ligamento envía la orden que se está estirando más de la cuenta y hay peligro de romperse. En ese momento el sistema propioceptivo entra en funcionamiento y el cerebro envía la orden inmediata de reaccionar. Bien sea contrayendo el cuádriceps más fuerte o haciendo que nos tiremos al suelo, evitando de esta manera la ruptura del ligamento cruzado.
El vértigo o el mareo
Si alguna de las partes del sistema falla, provocará problemas en el sentido del equilibrio.
La enfermedad de Ménière afecta al oído y las personas que la padecen, sufren de inestabilidad y crisis de vértigo, acúfenos e hipoacusia. Esto les dificulta llevar a cabo tareas cotidianas como caminar, correr o conducir, entre otras.
Los especialistas en trastornos de vértigo y mareo, recomiendan que bajo cualquier circunstancia que te impida mantener el equilibrio con normalidad, acudas a tu otorrino de referencia lo antes posible.
Algunas causas de la inestabilidad
El sentido del equilibrio
El sentido del equilibrio también es conocido como equilibrio físico y es aquel que permite a las especies animales, incluyendo por supuesto a nosotros los humanos, la habilidad de caminar o movernos sin perder los pasos y caerse.
El oído interno tiene órganos que envían señales al sistema neuronal que realizan los movimientos de la cabeza y del resto del cuerpo, desde ahí es donde se maneja el equilibrio.
Cuando se interrumpe la estabilidad se producen náuseas, mareos y hasta causa la desorientación del cuerpo.
Se ha podido determinar, que el equilibrio se puede ver afectado por la enfermedad de Meniere, la cual genera afección del oído interno y su etiología, es decir su causa, es totalmente desconocida hasta la fecha.
Funcionamiento del equilibrio
El funcionamiento del equilibrio se basa en el sistema vestibular, el cual está compuesto por el utrículo y el sáculo. Estos son órganos que tienen la forma de una cámara y que se encuentra llena de endolinfa.
La endolinfa es un líquido que está contenido en el oído interno, en el laberinto membranoso que está compuesto por el utrículo, el sáculo, los canales semicirculares, el conducto coclear, el saco endolinfático, conducto utriculosacular y el conducto reunien.
El utrículo se encuentra ubicado en la zona horizontal, mientras que el sáculo está en la zona vertical. Además, las máculas que son células ciliadas, se encargan de cubrir las paredes.
En esas zonas se encuentran un material altamente gelatinoso que posee partículas de otoconias, otolito y calcio y cuando existe algún tipo de movimiento, la inercia de la masa de las otoconias hace que los cuilios se desplacen.
El desarrollo del equilibrio
El desarrollo del equilibrio tiene diferentes etapas y evoluciona paralelamente conforme al desarrollo psicomotor.
La primera fase del desarrollo del equilibrio, tiene que ver con el equilibrio estático, el cual tiene un desarrollo alrededor de los 6 años.
La segunda fase del desarrollo del equilibrio es en relación al equilibrio dinámico, el cual comienza a desarrollarse justo a los 9 años.
El equilibrio dinámico puede ir declinando entre los 35 y los 40 años, ya que esta estabilidad no pertenece a una función innata, sino a la fase sensible del equilibrio.
El buen funcionamiento del equilibrio, como otros sentidos y funciones del cuerpo humano, se pueden prolongar con una vida saludable, con una buena alimentación y con ejercicios.
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