¿De que color es el chocolate? ¿y un melocotón? ¿sabias que el color rosa aporta ternura? ¿y que el violeta favorece la concentración?
Alimentarse de colores resulta divertido y cada vez más personas atienden a la idea de “cocinar” sentimientos y estados de ánimo, ya que la coloración de frutas y verduras nos aporta sus cualidades nutricionales además de sorprendentes sensaciones de bienestar.
Así, podemos cocinar FORTALEZA si utilizamos alimentos de color rojo como por ejemplo el tomate o las cerezas; del mismo modo podemos hacer un guiso de SERENIDAD si aportamos alimentos de color verde; disfrutar de una tarta de TERNURA simplemente poniéndole fresas o degustar un bizcocho de GENEROSIDAD si le añadimos arándanos azules.
Si te puede la fatiga, aliméntate del color amarillo en forma de plátanos, pomelos, piña o mano y si lo que buscas es elevar el ánimo, comete al color naranja y aprovecha la SEGURIDAD que da comer mandarinas y zanahorias.
Puedes añadir un toque de misterio a tu comida si añades los colores negro, gris o marrón pero con moderación pues tienden a atrapar las penas.
En definitiva, ten presente en tu cabeza un arco iris de alimentos y todas sus sensaciones de colores, porque comer no solo es tomar alimentos sino un mundo de sabores y sobre todo de colores.
Miguel Ángel Morales
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