Grandes personajes de la humanidad: Isaac Newton

Isaac Newton, gigante sobre hombros de gigantes

Varios de los grandes avances científicos tienen una deuda de gratitud con Sir Isaac Newton, a quien el matemático Joseph Louis Lagrange definió con adjetivos como “el genio más grande que ha existido y también el más afortunado dado que sólo se puede encontrar una vez un sistema que rija el mundo». Pero ¿es tal su importancia para merecer estos elogios?

 shutterstock_44962

El pequeño Newton

Nacido prematuramente en Woolsthorpe, Lincolnshire, Inglaterra, en 1643, estuvo a punto de no resistir las condiciones de su llegada al mundo. Su infancia tampoco fue fácil, al casarse su madre recién viuda con su padrastro, éste ordenó que el niño viviera en casa de sus abuelos. No obstante el ambiente familiar carente de cariño lo que le hizo centrar su interés en el estudio.

Gracias a sus clases de latín, griego, geometría y aritmética en The King’s School, y su motivación por los trabajos sobre matemáticas pudo entrar en contacto con científicos europeos de la época. Antes de cumplir 18 años, ya había construido maquetas, una réplica de un molino de viento, un carro de cuatro ruedas impulsado por una manivela accionada desde su interior, una linterna de papel arrugado y varios relojes solares.

Aunque perteneció a la universidad de Cambridge, su ausencia en las clases por permanecer en la biblioteca hizo que se graduara en el Trinity College como un estudiante mediocre. Pese a esto el genio de Isaac Newton saldría a la luz posteriormente, cuando desarrollara el método de cálculo de fluxiones para resolver el Teorema del Binomio y la ley del inverso del cuadrado de la gravitación, considerada clave para la mecánica clásica.

La época dorada de Isaac Newton

Entre 1665 y 1666, Newton desarrolló los principios de su cálculo diferencial e integral, que reñían directamente con los de su colega Gottfried Leibniz, destacándose el enfoque newtoniano por la aplicabilidad en problemas cotidianos. Estos descubrimientos permitirían avanzar en la comprensión del cálculo infinitesimal como herramienta matemática de primer orden.

También fue precursor de la óptica, al demostrar que la luz blanca se componía de una banda de colores diferenciables al pasar por un prisma, por lo que descubrió un error común en los telescopios refractores. Además es el autor de la Ley de la Gravedad Universal, tema en el que invirtió años de estudio basado en las leyes de Kepler y que plasmó en su libro Philosophiae naturalis principia mathematica.

En este tomo Isaac Newton formuló las leyes de la inercia, de la interacción y la fuerza, y de acción-reacción, que resultan claves para el entendimiento de las fuerzas mecánicas que rigen en el planeta y extendió dichas leyes a todo el cosmos bajo el postulado de que toda la naturaleza se encuentra regulada de manera similar.

Su convencimiento por las cosas en las que se embarcaba lo llevó a ser reconocido, enfrascándose en encuentros con Leipzig, la iglesia católica romana, o como presidente de la Royal Society, época en la que se le describió como un dictador cruel, vengativo y busca-pleitos. También se conoce su depresión y paranoia, causados por una intoxicación con mercurio.

Paradójicamente su frase “»si he visto más lejos, es porque estoy aupado sobre los hombros de gigantes» define al científico como figura histórica de primer orden, como un verdadero gigante.