¿Qué tipo de zapatos necesita tu niña este verano?

zapatillas niña

El verano es sinónimo de altas temperaturas, lo que obliga a vestirse y calzarse de manera más fresca, pues de lo contrario acabamos pasando mucho calor y la sensación de agobio puede ser muy elevada. Llevando esto al escenario de los pies, los niños y niñas no pueden usar los mismos zapatos y calzado que en invierno porque el calor no solo genera molestias, sino también problemas de mayor gravedad.

Cuando las altas temperaturas aparecen, niños y niñas necesitan otro tipo de calzado para sus actividades normales y diarias. Se ha de priorizar el uso de zapatos ligeros, frescos, abiertos, pero sobre todo de calidad, que es lo que intenta cada año en sus colecciones la firma Pisamonas, una marca líder en el sector del calzado infantil que trabaja únicamente con calzado 100% español.


Calzado transpirable y cómodo

Si nos centramos en el calzado para niña, que es la gama que trabajan en Pisamonas, en el verano lo que más se persigue son zapatos cómodos y transpirables. Las sandalias, menorquinas, zapatillas o alpargatas que podemos ver en su nueva colección, y aquí puedes ver el vídeo con las novedades, están hechas a mano y destacan por ser zapatos flexibles y ligeros, con suelas antideslizantes para garantizar la máxima protección y adaptados a todo tipo de superficies.

En verano es calzado es mejor cuanto más transpirable sea, para que el aire circule correctamente y no se vaya acumulando sudor. Existe una norma de carácter general que es usar zapatos abiertos en primavera y verano, siempre que la meteorología lo permita; y calzar zapatos cerrados en invierno. Si en verano hay que hacer uso de calzado cerrado, es aconsejable que cuente con ranuras para que el aire circule libremente.

En la colección de zapatos para niña de Pisamonas para esta primavera verano vemos algunos ejemplos de esta práctica, con zapatillas, alpargatas o sandalias que, cuando no son abiertas, sí al menos son muy transpirables, con ranuras o elaboradas a partir de materiales de calidad pero frescos.


Consejos imprescindibles para el calzado de niña en verano

El calzado infantil, como ocurre con el diseñado para adultos, depende en gran medida de la propia confección de esos zapatos. La suela, por ejemplo, si es demasiado blanda, puede provocar muchas caídas. En Pisamonas y otras firmas trabajan con suelas antideslizantes y sistemas de sujeción que son muy seguros.

Las suelas de cuero o goma son buenas opciones para mantener una buena tracción en el suelo. Con respecto a la actividad deportiva, las zapatillas de deporte solo son recomendables cuando sean absolutamente necesarias, pues es preferible usar calzado abierto y prescindir de los calcetines. No obstante, esto no implica que no se puedan usar, pero hay que priorizar aquellos modelos que sean más frescos.

Un apunte importante respecto al calzado abierto, y nuevamente Pisamonas es un ejemplo de ello, es que no siempre es conveniente que dejen el pie completamente al aire. Para los niños es mejor un calzado con punta cerrada y el resto del pie libre o con ranuras por el tema de la sujeción. Las sandalias y alpargatas, las bailarinas e incluso zapatillas semicerradas para la playa son una buena compra, siempre que su uso sea el recomendado.

Cómo escoger el mejor calzado para niña

Es habitual que las niñas, sin importar la edad hasta que tienen cinco o seis años, no decidan por sí mismas que calzado usar. Eso depende de los padres. Cuando ya van siendo más mayores sí tienen criterio para elegir modelo, pero hasta entonces es una elección que recae sobre los adultos.

En ese sentido, no basta con conocer la talla que mejor encaja con su tamaño de pie, sino que hay que estar atento a la forma de los mismos. Para los zapatos, en la parte delantera ha de quedar un pequeño hueco que permita respirar al pie y no lo vaya asfixiando, pero que esto no incida tampoco en un menor grado de fijación.

En la parte trasera está el truco eficaz de introducir el dedo meñique entre la parte trasera del talón y el final del zapato, pero solo hasta el primer nudillo. Si entre por completo el dedo, el zapato es demasiado grande, y si por el contrario no llega ni a esa primera falange, es que es demasiado pequeña la talla.

La anchura es igualmente importante, pues determina cuánto de apretado está el pie en el interior. Una fórmula para descubrir si tiene las dimensiones correctas es usar la lengüeta como guía junto a los cordones o el velcro. Si son paralelas, la anchura es la correcta para que el pie no quede excesivamente encajado en el interior.

Por último, un truco final es olvidarse del calzado usado, pues incluyen la horma de otro pie y puede provocar dolores o ampollas. En el caso de los zapatos de Pisamonas, su elección es seguro de una buena adaptación al pie de tu hija.