Buena parte de los niños de hoy tendrán empleos en la edad adulta que ni siquiera existen en la actualidad. El avance de las nuevas tecnologías y la robotización y digitalización de la economía servirán de impulso para transformar el mercado de trabajo tal y como lo conocemos hoy.
Aunque siempre existirán profesiones preferidas por los peques como veterinario, futbolista, bombero o maestro lo cierto es que cuando conocen otras profesiones más desconocidas cambian rápidamente de criterio, algo propio de la edad. Una de las tendencias más interesantes para los niños y jóvenes actuales es el teletrabajo y las profesiones autónomas, como puede ser el telemarketing.
Así que la profesión de telemarketer puede ser una de las opciones más interesantes de trabajo para los jóvenes, especialmente para aquellos con mayor capacidad de interacción y mayor rapidez mental, ya que es necesario saber ofrecer respuestas de forma rápida a los clientes.
¿En qué consiste la profesión de telemarketer?
Los telemarketers trabajan desde su propia casa de forma totalmente autónoma. Ellos deciden el precio que cobran por sus servicios, las horas de trabajo que dedican cada día y además suelen tener una garantía de pago por cada misión que realizan de forma correcta por parte de las empresas del sector.
Los telemarketers son profesionales independientes, pero trabajan para algunas de las empresas más reconocidas que necesitan externalizar sus servicios de atención al cliente a través de profesionales independientes. Este tipo de servicios han demostrado ser de gran utilidad para que las empresas mejoren sus cifras de ventas y la percepción que los usuarios tienen de las mismas.
Ser telemarketer, una profesión con múltiples ventajas
Los niños y jóvenes de hoy encontrarán en esta profesión multitud de ventajas muy interesantes, por lo que se trata de una salida laboral de gran interés. Algunas de las ventajas más interesantes de ser telemarketer son las siguientes:
- Independencia: es una profesión en la que el trabajador tiene una gran independencia tanto en la fijación de tarifas como en la negociación con las compañías para las que decide trabajar. De igual forma es una profesión con gran autonomía, ya que se puede elegir tanto la disponibilidad horaria como el lugar desde el que desarrollar el trabajo.
- Sin inversiones: para ser telemarketer no es necesario invertir una gran suma de dinero, ya que tan solo es necesario un equipo informático y telefónico convencional para trabajar desde casa. Esto facilita a jóvenes de diferentes orígenes acceder de forma igualitaria a este tipo de empleos.
- Asistencia y seguridad: este tipo de empleos suelen tener el respaldo administrativo y de seguridad por parte de las empresas, por lo que el telemarketer puede estar tranquilo ante posibles incidencias técnicas o de gestión e incluso en la facturación.
Como se puede apreciar la profesión de telemarketer reúne un buen número de ventajas para convertirse en una profesión interesante para los niños y jóvenes del siglo XXI. Y es que pocos empleos permiten trabajar con tanta libertad y flexibilidad, algo muy demandado en el mercado laboral.