Aprovechando la tecnología para tener a tus peques localizados

Uno de los episodios traumáticos en la crianza de muchos pequeños ocurre cuando se pierden. Por ejemplo, en un supermercado o un centro comercial: un leve despiste de los padres, que se acercan a mirar un precio, el pequeño que se aleja, y ocurre el drama. Puede que el desconcierto dure apenas unas decenas de segundos, los suficientes para recorrer los pasillos contiguos, pero se hacen eternos. La angustia de no saber donde está el menor, el temor a que alguien pueda habérselo llevado, es uno de los peores momentos que los padres pueden pasar.

Este ejemplo habitual puede encontrarse en otras situaciones de la vida con menores o con personas dependientes, como algunos mayores con sus facultades cognitivas deterioradas o personas con discapacidad. A pesar de que pueden tener dificultades de orientación o no ser conscientes de los riesgos a los que se exponen, tanto los niños como esos adultos tienen plena capacidad ambulatoria, de modo que pueden alejarse mucho de su entorno seguro. Por eso, cada año ocurren decenas de desapariciones de personas mayores o niños. Es normal que los adultos responsables aspiran a saber en todo momento dónde se encuentran.


Cómo la tecnología da solución a este problema

Afortunadamente, la tecnología aporta soluciones muy útiles a este problema. El GPS (abreviatura de Global Positioning System) es un sistema que permite posicionar cualquier objeto sobre la Tierra con gran precisión (generalmente, de metros).

Aunque hace apenas diez años asociábamos el GPS únicamente con el sistema de navegación para vehículos, sus aplicaciones son cada vez más. Al ser un sistema que se puede integrar en múltiples objetos y dispositivos, ha acabado convirtiéndose en la solución idónea para tener localizados a tus peques o a las personas que tengas a tu cargo. En este sentido, encontramos cada vez más dispositivos y aplicaciones para móviles que permiten darle este uso. Por ejemplo:

Pulseras y relojes con GPS: se trata de una de las últimas incorporaciones al mercado, pero ya se han hecho muy populares, porque dan una gran tranquilidad a los padres. Por ejemplo, con ellos sabrás exactamente cuándo ha llegado al colegio o dónde se encuentra si se pierde en una aglomeración.

Estos dispositivos envían la posición en la que se encuentran a la aplicación de tu móvil, de modo que necesitan también de una tarjeta SIM. Existe una gama muy amplia de opciones: algunos de estos localizadores permiten el envío de mensajes o realizar llamadas (como un móvil, pero sin otras aplicaciones), otros funcionan de forma similar a las pulseras de actividad y algunos permiten incluso escuchar el sonido del entorno.

Aplicaciones para smartphones: para niños y niñas de edad algo más avanzada, o personas con mayor autonomía personal, lo mejor es instalar una app en su teléfono móvil. Algunas, como life360, están específicamente diseñadas para prestar específicamente el servicio de localización familiar: puedes ver la ubicación de los miembros de tu familia en un mapa accesible solo por invitación, chatear de forma individual o con todos los integrantes de un Círculo Life360, recibir alertas cuando alguien de la familia llega a un lugar o rastrear un teléfono perdido o robado. Otras, como Cerberus, permiten aplicar al ámbito familiar un sistema ideado para localizar teléfonos robados o perdidos.

En definitiva, este es un ejemplo de cómo la tecnología resuelve un problema habitual: ahora siempre podremos saber están nuestros hijos o los mayores vulnerables.