El porteo ergonómico, sus beneficios a nivel paternofilial

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En las primeras etapas de la vida de un bebé, especialmente las primeras semanas, el contacto con sus padres es fundamental para potenciar su desarrollo psicomotriz y emocional. Los padres también necesitan ese contacto directo con sus bebés, de ahí que en los últimos años se haya puesto tan de moda el porteo ergonómico.

Esa necesidad de pasar tiempo en familia se puede conseguir en casa jugando con los pequeños o bien fuera del hogar dando un paseo. En caso de acudir al exterior hay que acudir al exterior con un bebé resulta imprescindible acompañar el paseo de una cierta logística, esto es, un buen medio de transporte. Lo más habitual es un carrito o un cochecito de bebé, pero la alternativa que se impone, o al menos sirve de complemento, es el porteo ergonómico.

Este método de transporte e interacción con el bebé está recomendado por la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria porque supone importantes beneficios para los bebés. Desde el punto de vista de los progenitores, un porteador de este tipo es también interesante, porque resulta más cómodo que viajar con un cochecito de bebés.


Los aspectos positivos a nivel físico para el bebé

Los pediatras inciden en los aspectos positivos del porteo ergonómico. Por un lado destacan que esta forma de transportar al bebé trae consigo ventajas físicas para el pequeño. La postura ergonómica favorece el buen desarrollo locomotor de espalda y cadera y ayuda a corregir displasias ligeras o alteraciones del desarrollo y de la cadera.

Los pequeños, adoptando esta posición tan natural entre los mamíferos cuando son desplazados junto a sus padres, padecen menos cólicos, gases y reflujo, debido a la postura erguida que adoptan al ser porteados. Esto les permite desarrollar un aparato digestivo más resistente gracias al suave masaje que el vientre del bebé recibe del adulto que lo portea.

Atendiendo a las cuestiones respiratorias, el porteo contribuye a que el pequeño sufra menos apneas y respiración irregular, esto se traduce en un menor riesgo de muerte súbita del lactante. Un detalle importante más a resaltar es que el porteo ergonómico contribuye a un menor riesgo de plagiocefalia, el aplastamiento del cráneo, ya que el bebé pasa menos tiempo apoyando su cabeza sobre la misma zona.

Otros aspectos reseñables del porteo a nivel físico es que los bebés duermen mejor, su sistema inmunológico se ve reforzado por la menor secreción de cortisol (la hormona del estrés), consiguen un desarrollo neuronal más avanzado y los reflejos de pies y manos se ven constantemente estimulados, algo que motiva el sistema nervioso y el desarrollo del bebé a nivel psicomotriz.


El porteo ergonómico y la cuestión emocional

Repasados los aspectos positivos físicos de este medio de transporte para bebés, del que podemos encontrar mucha más información en webportabebes.com, llega el turno para hablar de los beneficios a nivel emocional que suponen los porteadores.

Lo primero que debemos destacar es que un equipo de este tipo ofrece al bebé seguridad y bienestar. Los bebés buscan de manera instintiva contacto y cercanía, pues esta es su forma de mostrar afecto hacia los seres queridos.

Los porteadores consiguen que se establezca una mejor socialización entre bebés y padres. Con este elemento, el bebé puede descubrir el mundo que le rodea con todos sus sentidos y desde la calma que da tener a los padres cerca.

En la crianza infantil, el porteo es una práctica cada vez más demandada por las familias y aconsejada por los expertos, pues facilita un patrón de apego saludable. El contacto entre la persona que portea y el bebé ayuda a establecer un vínculo afectivo y una relación más estrecha entre porteador y porteado, que normalmente son padre o madre y bebé.

Para las madres, portear a sus bebés imita el ambiente intrauterino y favorece el conocido periodo de gestión extrauterina, un periodo de transición que es clave en las primeras semanas de vida.

Para los padres, el porteo es, si cabe, aún más importante, porque el vínculo afectivo no se empieza a crear hasta el nacimiento del bebé. Con la madre existe ese vínculo de manera más natural, pues ha sido ella quien ha estado gestando al bebé durante meses.