Para los padres, escoger el nombre del bebé es una decisión muy importante y que supone en ocasiones verdaderos quebraderos de cabeza, pues esa va a ser su carta de presentación durante toda su vida. Además, va a formar parte de su identidad y de algún modo puede influir en su personalidad.
Tradicionalmente, los nombres para los bebés eran elegidos atendiendo al santoral, es decir, se les asignaba el nombre del santo que correspondía a la fecha de nacimiento. Esta costumbre ya queda un poco obsoleta, aunque sigue utilizándose.
Otra práctica muy común es la de dar al bebé el nombre de uno de sus progenitores o el de algún familiar cercano, como abuelos o tíos, de ahí que en muchas familias, la elección del nombre sea una forma de patrimonio.
Por último, otra estrategia que se sigue a la hora de poner nombres es fijarse en algún ídolo de los padres, o bien buscar nombres que tengan un significado especial y, por delante de todas estas opciones están los nombres de moda, porque cada temporada, cada generación, consagra algunos nombres.
Heredar el nombre de alguna persona cercana puede tener un peso simbólico a lo largo de su desarrollo, esto puede ayudar o perjudicar al bebé y niño en su desarrollo, de modo que construya su personalidad, su identidad, fijándose más en la persona que le ha dado nombre como referente, coartando de algún modo su libertad.
Esta es una de las posibles cargas negativas al heredar un nombre, que el hijo o hija sienta que se tiene que parecer a esa persona y que esto le afecte al no lograrlo. No obstante, esta misma razón puede suponer un impulso, una carga positiva, ya que el pequeño puede sentirse muy orgulloso al compartir el nombre con la persona de quien lo heredó o la figura histórica en la que se mostró interés para seleccionar el nombre.
En cuanto a figuras históricas o nombres históricos femeninos, un hecho muy común es atender a los nombres bíblicos y los que aparecen en el santoral, pues forman parte de la tradición judeo-católica a la que pertenece la sociedad española. Para ayudarnos en esta tarea podemos encontrar un enorme listado de nombres de niña bíblicos en nombre-para.wiki.
Conseguir que el pequeño se identifique con su nombre
A pesar de todo esto, lo más importante para elegir el nombre del bebé es que guste a los padres, dejando a un lado esa idea de honrar a alguien. Si se opta por un nombre heredado, es aconsejable recordar al pequeño que su nombre le pertenece a él, que aunque sirve de homenaje a una figura cercana, su identidad debe formarse sin hacer referencia a esa otra persona.
Para alcanzar ese sentimiento de identificación con el nombre, desde la más tierna infancia el pequeño debe conocer cuál es su nombre, y para ello algunas recomendaciones son las de decorar su habitación con adornos que contengan su nombre, enseñarle a escribirlo desde muy pequeño, inventar canciones en las que el nombre aparezca o bien contarle historias fantásticas de personajes con su mismo nombre, ya sean reales o ficticias.
La cultura, el gran armazón que debe conformar el desarrollo del pequeño
Si bien el nombre puede ayudar, e incluso perjudicar al pequeño en su desarrollo personal, la realidad es que es un tema que no genera mucha importancia, pues los pequeños acaban aceptando su nombre con gusto.
Existen otras actividades que sí van a influir en la personalidad y la construcción de la identidad de los pequeños, y una de ellas es la cultura. Antes hacíamos referencia a canciones e historias fantásticas de ficción que sirven para que el pequeño se identifique con su nombre y su realidad.
Estas prácticas no dejan de ser formas alternativas de cultura, que es la gran actividad que despierta la mente de cualquier ser humano. La Educación artes escénicas sirve para que pequeños y adultos crezcan como individuos en sociedad. De estos son muy conscientes en Artia School, una escuela de artes escénicas bilingüe especializada en Música, Danza y Teatro. Esta escuela de artes escénicas ofrece alternativas de formación que vienen determinadas por las habilidades del alumno y no por la edad, trabajando niveles que van desde Kinder school a High school.
La cultura en los pequeños puede irse introduciendo a través de diferentes actividades: tocar un instrumento musical, modelar, cantar, iniciarse en el teatro… Todas ellas sirven para que los pequeños, y también los adultos, exploren el mundo que les rodea, vayan adquiriendo conciencia de la realidad en la que vivan y potencien sus capacidades sociales, físicas y personales.
La cultura es la mejor herramienta que tiene a su disposición el ser humano para realizarse como persona y es importante que desde la más tierna infancia los pequeños se vayan adentrando en ella a través de diferentes vías.