La Navidad es la época del año que más despierta la nostalgia y el poder de evocación. Recordamos cuando éramos pequeños, cuando estaba la familia al completo y cuando hacíamos reuniones maratonianas alrededor de una mesa repleta de dulces. Árbol, pesebre, decoración, regalos, villancicos; son imágenes de Navidad que persisten en la retina y que se acentúan con el paso de los años.
Esos recuerdos de Navidad se empiezan a formar desde bien pequeños y nos van a acompañar a lo largo de nuestra vida. Por eso es importante que los niños vivan la experiencia con plenitud, atesorando sensaciones positivas que perduren en la memoria. Fabricar esos recuerdos positivos empieza con los preparativos y la decoración, y ahí juega un papel primordial la implicación de la familia. No se trata únicamente de ir de compras; desde el punto de vista educativo, conviene fomentar las manualidades navideñas con la participación de todos. De esta manera, crear una ambientación navideña será un acto entrañable, social, divertido y con un marcado componente educativo.
Una Navidad didáctica
Nuestra fiesta educativa empieza con la elaboración de las felicitaciones de Navidad. Es cierto que hoy en día las postales en papel están perdiendo protagonismo en favor del mundo virtual, pero estamos hablando de niños. En la infancia, el desarrollo de las habilidades manuales es básico, y nada mejor para ejercitar ese potencial que crear las propias felicitaciones de Navidad.
Cartulinas, rotuladores, cintas de colores, purpurina… con elementos como estos es muy fácil crear un dibujo de Navidad que sirva de postal. En los colegios ya enseñan a hacerlo y también se puede probar en casa. Son detalles que todo el mundo va a agradecer, porque están hechos desde la inocencia y la ilusión.
Lo mismo ocurre con los objetos de decoración para colgar en el árbol de Navidad, colocar sobre la mesa o situar en la entrada de casa. Son elementos que dejan un amplio campo a la imaginación, y cuya construcción va a entretener a pequeños y grandes. Además, son productos también para regalar, que presentan un valor añadido: se trata de objetos artesanales, hechos completamente a mano y, muchas veces, con materiales reaprovechados.
En este sentido, internet nos puede ayudar mucho. En páginas como DecorarNavidad.com podemos encontrar un sinfín de ideas y propuestas elaboradas con materiales sencillos. Aquí van algunos ejemplos:
- Renos y pequeños árboles de Navidad fabricados con tapones de corcho.
- Abetos para colgar fabricados con felpa recortada y botones de colores; todo cosido a mano.
- Adornos colgantes hechos a partir de bombillas fundidas que se pintan a mano. Se les puede pegar corcho triturado para convertir las bombillas en muñecos de nieve. Otra posibilidad es colocarles un gorro de Papá Noel y dibujares la cara de Santa Claus.
- Guirnaldas colgantes fabricadas con lazos de pasta seca, que se unen con un cordel y se recubren de purpurina.
Son algunas de las propuestas de DecorarNavidad.com, pero la lista es mucho más extensa. De hecho, hay un video en Youtube con 24 ejemplos distintos, todos fáciles de elaborar y con materiales sencillos y asequibles.
Villancicos junto al árbol de Navidad
Otro aspecto importante para acabar de componer una navidades didácticas es recuperar y mantener las tradiciones, como por ejemplo los villancicos junto al árbol. Todas las escuelas enseñan a los niños canciones o poemas navideños recuperados del cancionero popular. Son una oportunidad de reconciliarse con el pasado, que ayuda a crear en nuestros hijos un respeto y amor hacia la tradición.
Las costumbres navideñas varían mucho de unas comunidades a otras. En Cataluña, por ejemplo, se hace cagar al Tió, una especie de leño que se cubre con una manta y que, supuestamente, «defeca» regalos. Fabricar un Tió casero es una actividad muy divertida, que suele hacerse en las escuelas o en las casas con niños pequeños. El Tió lleva también lleva una canción asociada que se ha mantenido durante siglos.
Juguetes educativos y su uso en estas fiestas
Y para completar unas navidades educativas, hay que prestar atención a los juguetes. Este es un tema complejo, porque la publicidad tiene un enorme peso y los niños van a pedir siempre aquello que ven en televisión o publicado en catálogos. Pero, es la medida de lo posible, hay que introducir en esa lista de regalos juguetes educativos que, además de distraer, ayuden a formar a los más pequeños. Es el concepto de «aprender jugando».
Si tenemos dudas respecto a qué juguete elegir, podemos tomar ideas de la web playwithlearn.com, que realiza envíos gratuitos a todo el mundo. Los juguetes están agrupados por edades y también hay apartados especiales dedicados a juguetes de madera y método Montessori.
Y, ¿cuáles son los más vendidos? Pues todos los que tienen que ver con bloques de construcción. También triunfan los puzles y las granjas con animales. Sea cual sea el modelo elegido, lo importante es no dejarlo en el cajón; es una herramienta formativa muy útil, sobre todo si se disfruta en compañía de padres o hermanos.