La pandemia mundial del coronavirus ha cambiado todas las rutinas y costumbres que teníamos instauradas hasta ahora. Incluso la de los niños. Es importante saber cuáles son las medidas de seguridad que deben tomar para no contraer ni contagiar el Covid-19.
¿Cómo proteger a un bebé o a un niño pequeño del coronavirus?
Hoy en día, los adultos tenemos muy claro qué medidas de seguridad debemos tomar para evitar, en la medida de lo posible, contagiarnos del mismo. ¿Pero cómo podemos proteger a los niños? Lo cierto es que la mayoría de medidas que deben tomar los más pequeños son prácticamente iguales, aunque hay que tener en cuenta que con ellos hay que tener más precaución.
Así pues, a grandes rasgos, los principales cuidados que han de tener los niños son las siguientes:
- Evitar las aglomeraciones, especialmente en lugares cerrados.
- Mantener la distancia de seguridad mínima de dos metros.
- Fuera de casa, utilizar siempre una mascarilla y colocarla adecuadamente. Evitar lo máximo posible que se la toquen continuamente o que se la quiten.
- Evitar personas enfermas.
- Lavarles las manos con frecuencia y durante el tiempo indicado.
- Fuera de casa, lavarles las manos constantemente con gel hidroalcohólico. Puedes encontrar más información al respecto si tienes dudas sobre cuáles son buenos para los niños.
- Cambiarles la ropa inmediatamente al llegar a casa y desinfectarla en la lavadora. Las prendas deben lavarse con agua caliente.
- Evitar que se toque los ojos, la nariz o la boca, especialmente si no se han lavado las manos previamente.
- Evitar que se den besos o abrazos, sobre todo con personas no convivientes.
- No compartir comidas, platos, vasos, cubiertos ni servilletas.
- A la hora de jugar con otros amigos, mejor hacerlo al aire libre.
Intentar que los niños no dejen de disfrutar, pero adaptados a la nueva normalidad
Es cierto que esta nueva normalidad es un tanto complicada y, a veces, puede llegar a asustar. Pero es importante que, sobre todo en el caso de los niños, se potencie que sigan jugando y disfrutando, simplemente adaptando nuevas medidas que les ayuden a protegerse.
Por ello, no se trata de que dejen de jugar con sus amigos o de que dejen de ir al parque; sino que se trata de enseñarles a que pueden jugar, pero con una distancia prudencial, sin quitarse la mascarilla y evitando lo máximo posible el contacto físico. Será cuestión de días que se acostumbren a ello.