Alrededor de los 4 meses, los niños comienzan a tener cierta estabilidad y control cefálico. Esto es, ya su cabecita se sostiene y mantiene sola sin necesidad de sujetarla por parte de un adulto.
El paso siguiente a ese acontecimiento es que ellos empiezan a querer sentarse y con esto, se abre un mundo de conocimiento a su alrededor. Mundo que les resultará curioso y atractivo pero que la mayoría de las veces no es seguro.
Si tu hijo tiene más de 4 meses y menos de 3 años, existe un sinfín de cosas que puedes hacer para mantener a tu bebé activo y seguro a la vez pero en las próximas líneas nos enfocaremos en 3 ejes indispensables que todo padre debe tener en cuenta para el desarrollo y la seguridad de sus hijos pequeños.
Los parques infantiles
Una de las cosas más sorprendentes que se han inventado en el último tiempo son, los parques infantiles. Estos son espacios que generalmente se crean de diferentes tamaños en donde los niños pueden correr, gatear, jugar, moverse, invitar a otros bebés o incluso jugar con hermanos mayores.
Es importante recordar que anteriormente se entendía que un niño podría crecer hasta los 2 o 3 años en un parque pequeño (en un espacio reducido de 2 metros x 1 metro). Sin embargo, este espacio queda muy reducido para los niños que, luego de los 6 u 8 meses comienzan a pararse y observar el mundo a su alrededor queriendo explorar cada cosa que ven.
Existen un centenar de parques y es necesario que veas y hagas una guía comparativa de parques infantiles de juegos para poder escoger la adecuada para tu hijo.
Gimnasios para bebés
Los gimnasios para bebés son una excelente herramienta sensorial de estimulación. Antes se creía que un niño de 3 o de 4 meses debía permanecer inmóvil, quieto en una silla o bien en su cuna durante todo el día. Hoy se entiende que el movimiento y la estimulación sensorial en los niños pequeños les ayudan en su desarrollo neuro-cognitivo.
Sin embargo, existe una gran variedad de gimnasios, no siendo todos idóneos para los niños. Es importante tener en cuenta el tipo de estimulación que se desea reforzar. Por ejemplo, para niños con alguna disminución visual existen aquellos que tienen más cantidad de contraste de colores, mientras que para un niño que no suele moverse mucho a los 4 meses, suelen utilizar aquellos con sonido y texturas diferentes.
Asimismo, en otros casos, los niños resultan ser muy inquietos a corta edad, por lo que los padres pueden escoger un gimnasio que tenga cierta barra contenedora, para evitar que ruede, por ejemplo.
Estos son solo algunos ejemplos, ya que en la mayoría de los casos, son otros parámetros los que tienen en cuenta a la hora de elegir un gimnasio para bebés: precio, tamaño y funcionalidad.
Lo cierto es que, todo niño de entre 3 y 18 meses debería tener un gimnasio para bebés ya que le ayudará en su desarrollo neuro-cognitivo.
Por último, deberás tener en cuenta los precios y los modelos en cada caso. Si quieres, aquí compartimos algunos de los mejores gimnasios para bebé del mercado.
La atención y la supervisión del adulto
Por último, no queremos dejar de mencionar que estas herramientas son altamente útiles pero que siempre es recomendable la mirada de un adulto (madre o padre) que sea significativo para el niño y que supervise su juego. Pero esta supervisión debe pensarse no en términos de seguridad o de inseguridad, sino que siempre es de radical importancia la mirada y la presencia de un adulto para que el juego sea significativo para el niño en su aprendizaje y desarrollo.