Llevar a la consulta del odontólogo a los niños (especialmente los pequeños) puede ser toda una tortura.
Con la aparición de los primeros dientes de leche, el pediatra nos recomienda realizar una primera consulta con un odontólogo, especialmente uno que sea especialista en niños. Pero no muchos profesionales de la salud mental tienen la paciencia o cuentan con las estrategias para que los niños se sientan a gusto en la clínica. Y en consecuencia, esto hace que como madres también empecemos a sentirnos incómodas.
El paso siguiente es la búsqueda de otra clínica y así comenzamos a deambular entre clínicas para adultos, para niños, más cercanas o más alejadas de nuestro domicilio, etc.
Con suerte esta búsqueda cesa cuando encontramos profesionales capacitados para comprender que a ningún niño (y creería que a la gran mayoría de los adultos) les agrada visitar al dentista.
Por eso, en las próximas líneas quiero contaros lo que me sucedió a mí con mis niños, pues así como te lo relaté más arriba, yo también comencé a recorrer diferentes consultorios dentales hasta que hallé el lugar ideal para mis hijos y para mí.
Una larga búsqueda que llega a su fin
Ya había recorrido más de 20 centros odontológicos en todo Madrid hasta que una amiga me habló de lixdent. Como ya estaba realmente asustada, aquella primera vez hice caso omiso y desestimé los buenos comentarios de mi amiga.
Ella tiene una hija adolescente y me comentó que el trato que recibió Sofi (su hija) fue realmente único, con el agravante que ella debería colocarse aparatos de ortodoncia debido a un mal crecimiento dental durante su infancia.
No solo la guiaron a mi amiga y a su hija en cuanto a los pasos y mejor procedimiento sobre esto, sino que también Sofi recibió mucha seguridad y profesionalidad sobre lo que los odontólogos estaban realizando con sus dientes.
Un poco descreída de lo que ella me decía, me acerqué hasta clínica dental en Madrid y hablé con ellos personalmente, planteándoles toda la situación: los miedos de mis hijos a los aparatos odontológicos (por los ruidos molestos de estos), la falta de control por algún tiempo como consecuencia de esto y mi necesidad de realizar consultas frecuentes (al menos cada 6 meses como sé que se estila en el caso de los niños y los cuidados dentales).
Cuando ingresé me encontré con un panorama muy diferente al de otros consultorios: había, para los niños, un juego sobre cómo realizar el cepillado dental del modo correcto ¡Nunca me habían mostrado un juego de estos! Y hasta me dio una idea para hacer uno en mi propia casa para ellos.
Luego pude ver algunas características del centro que quisiera comentaros:
- Pulcritud. La clínica se encuentra en perfectas condiciones higiénicas, lo cual es de suma importancia para madres de niños pequeños que sabemos que los niños querrán estar en el suelo mientras esperan a ser atendidos.
- Información. Tanto en la página web como en el consultorio pude ver que realizaban contenido de calidad enseñando a sus pacientes sobre cómo actuar en diferentes situaciones. Allí aprendí que las encías de los niños no son iguales a la de los adultos, por ejemplo, cosa que desconocía.
- Dentistas especializados. El centro cuenta con una amplia gama de especialistas, hasta cirugías. Debo decir que no muchos centros tienen tanta cantidad de profesionales bien capacitados como ellos.
- Responsabilidad y ética. La atención de los recepcionistas como de los profesionales de la salud dental, me hicieron ver que el miedo mayor de no llevar a mis niños al odontólogo era más mío que de ellos (por querer protegerlos, los estaba perjudicando). Ahora voy con tranquilidad a la clínica en donde se atienden mis niños, mi esposo y yo también.