Sin duda, la alimentación base de todo bebé debe ser la leche materna hasta los 6 meses. No obstante, después de esta edad, el 95% de los pediatras coinciden en que los bebés necesitan otro tipo de alimentación; aquello que se conoce como sus primeras comidas o papillas.
Comer bien es muy importante para los bebés ya que es a partir de esta edad que la leche materna no cubre la totalidad de los nutrientes que ellos necesitan. De hecho, como madre podrás notar que tu bebé no se satisface con la leche alrededor de los 5 o 6 meses. Esta es la razón por la que los niños comienzan a complementar su alimentación con otros alimentos y estos deben ser semisólidos.
Primeros alimentos de un bebé
Insistimos en que cada pediatra puede dar una lista diferente pero generalmente los alimentos que se incorporan a la alimentación de un bebé son: carnes (2 o 3 veces por semana), yema de huevo (1 yema, 1 vez por semana), verduras y frutas (todos los días), cereales (todos los días), pescados (1 o 2 veces por semana).
Lo prohibido en la alimentación de un bebé
Si bien cada pediatra puede variar en cuanto a la alimentación de cada bebé (pues se debe tener en cuenta cada caso), en líneas generales los bebés de más de 6 meses no pueden comer comidas con sal, condimentos (ni siquiera aquellos a base de hierbas secas como oregano, tomillo, etc), picantes y salsa de tomate.
Recomendaciones para las primeras comidas del bebé
El tipo de cocción
Uno de los miedos que invade a toda madre es que sus pequeños niños se intoxiquen con las primeras comidas. Para evitar esto, debemos tener en cuenta que el tipo de cocción es lo más importante evitando siempre darle alimentos como carnes o verduras crudas. Es recomendable usar una olla programable recomendada ya que son seguras, fáciles de usar y permiten una cocción completa de los diferentes tipos de carne o verduras que el pediatra autorice.
Los cambios en el organismo
Toda madre debe tener en cuenta que los cambios en al alimentación de su bebé, traerán como resultado, cambios en su aparato intestinal. Esto implica que el bebé tendrá estreñimiento o bien diarrea y a menudo oscilan entre ambos problemas. Si bien esto no es algo dramático, sí debemos estar al pendiente de la cantidad de veces que el bebé defeca diaria o semanalmente ya que, de lo contrario, nuestro bebé podría sufrir una fuerte constipación que lastime sus intestinos o bien que la diarrea no se detenga, preocupando a ambos padres.
La variación de los sabores
Se dice que el sabor de las primeras comidas, determinará el agrado futuro por los alimentos. Así, generalmente los niños suelen inclinarse más por alimentos dulces (pues la leche materna tiene un sabor dulzón) y rechazan en su mayoría lo no dulce o salado.
Muchos pediatras no permiten el consumo de azúcar en los bebés (nosotros tampoco lo recomendamos) pero sí es importante que si tu pediatra autorizó la ingesta de frutas, incorpores éstas a diario en la dieta de los niños. Puedes mezclar jugo de frutas natural con carne o verduras procesadas para que los niños incorporen estos nutrientes poco a poco.
Comida procesada
En relación a lo dicho en el párrafo anterior, si bien hay niños que ya tienen sus primeros dientes a los 3 o 4 meses, la mayoría empieza a cortar sus dientes del paladar inferior alrededor de los 6 o 7 meses. Esto hace que los niños prueben sus primeras comidas sin dientes, lo que implica que sea sumamente necesario contar con una procesadora o máquina para picar los alimentos.
Bebidas
Si bien esto también depende de lo que indique cada pediatra, la mayoría recomienda darle solamente agua potable y leche materna (o leche de fórmula en caso que la madre ya no tenga del pecho), evitando todo tipo de refrescos y jugos artificiales de frutas.