Libros de texto. Muchos, muy caros junto a pesadas mochilas de colores y dibujos para poder llevarlos. Cuando pensamos en material escolar esto es, con toda probabilidad, lo primero que se nos viene a la cabeza. Sin embargo, como cualquiera que tenga hijos o cualquier profesor puede decir, estos útiles son mucho más que eso. Libros, cuadernos, bolígrafos, carpetas, tijeras, pinturas, compases… la lista parece no terminar nunca. Otra de las cosas que nos vienen a la cabeza al oir hablar del material escolar es el gasto, en algunas ocasiones demencial, que esto supone a los padres. Especialmente con los ya mencionados libros de texto que, en no pocas ocasiones, no pueden ser reutilizados por los hermanos más jóvenes. Y todo eso, por supuesto, sin incluir el material complementario ni el que pueda implicar las actividades extraescolares.
Y es que, aunque la digitalización sea cada vez más importante en nuestras vidas, parece, y no sin razón, que cada vez haya más y más gastos. La digitalización, que nos vendieron como solución a la carga de material escolar, acabó siendo un añadido en lugar de un sustituto. Tiene su lógica, pues esta digitalización no es excusa para sustituir a la escritura tradicional, así como los dibujos a mano, los garabatos y la lectura en papel, con subrayado, esquemas, etc. Hay estudios más que de sobra que indican que escribir a mano y leer en papel ayudan a asimilar y retener la información, mejorando así el aprendizaje, por no hablar de que ayuda a mejorar la motricidad ojo-mano.
El material escolar, por tanto, es parte fundamental de la educación, tanto de la educación de los más pequeños como de los más mayores, dentro y fuera del aula. No solo es necesario para que puedan realizar las tareas escolares básicas, sino que también son de gran ayuda para desarrollar su creatividad por medio de las actividades artísticas que pueden desarrollar tanto dentro como fuera del aula. Para esto bien puede servir unas acuarelas, un simple cuaderno o una pizarra blanca con caballete donde poder dibujar, escribir ideas, acostumbrase a exponer al público, etc. Las posibilidades son infinitas, pero lo que está claro, es que
La importancia de tener un buen acceso al material escolar va mas allá de ser capaces de realiza las tareas en clase. Es un factor que puede contribuir a la igualdad o a la desigualdad social y es que, la igualdad de oportunidades debería de ser especialmente importante en la infancia. Del mismo modo que un niño que disponga de un espacio apropiado para estudiar, ayuda extra y una situación familiar que le permita centrarse en sus tareas y en el disfrute de su infancia tendrá más posibilidades de tener una educación adecuada, el acceso a los materiales adecuados es igualmente importante. Por ello se debe tratar de garantizar el acceso a material escolar de calidad a todos los alumnos, independientemente de la situación económica de su familia.