Mantener entretenidos a los niños a la vez que aprenden no es algo sencillo. En el actual periodo de cuarentena, en el que tenemos que estar encerrados en casa, esta actividad puede concebirse como algo imposible. Sin embargo, existen multitud de juegos y estrategias educativas que podemos poner en práctica con los más pequeños durante estos días.
Entre ellas, Montessori en casa es un método enfocado a fomentar la curiosidad y libertad del pequeño sin entorpecer su desarrollo. Fue la Dra. Montessori la que concibió esta técnica educativa que a día de hoy cuenta con numerosos expertos que la abalan.
A continuación, veremos en profundidad en qué consiste el método Montessori.
¿Qué es el método Montessori?
A comienzos del siglo XX la Dra. Montessori revolucionó el mundo educativo con su nuevo método. Aunque muchos creen que solo es posible llevar a cabo estas técnicas en ambientes sosegados y tranquilos, lo cierto es que Montessori diseñó su método en los suburbios de la ciudad de Roma, observando cómo se comportaban los niños pequeños a ciertas edades.
Montessori se dio cuenta de que los niños eran curiosos por naturaleza y a edades tempranas, sobre todo desde los 0 a los 6 años, absorbían todo lo que les rodeaba. Así, en estos primeros años, el menor quiere conocer, casi de un modo inconsciente, el funcionamiento de todo cuanto pueden ver. Esto es algo que hacen de manera natural, movidos por su instinto y sin darse cuenta de ello.
Por ello, la doctora consideraba que el mejor método educativo posible era aprovechar esta tendencia natural del menor al aprendizaje para educar y enseñarle conocimientos esenciales. Para ello, los adultos podemos adaptar el entorno del menor, teniendo en cuenta cada fase de conocimiento, para que sea él mismo el que resuelva los problemas que se vayan generando en su día a día. Dado que en cada entorno el niño o niña encontrará unas necesidades específicas, la idea es que busque el porqué de cada cosa y, de manera más o menos autónoma, fomente su intelecto.
Aunque la Dra. Montessori aseguró que el crecimiento de los menores abarca desde 0 hasta 18 años, los primeros años son fundamentales, ya que, dependiendo de cómo se aborde esta fase, las siguientes serán más o menos sencillas de asimilar.
El método Montessori en la práctica
La finalidad de las técnicas que propuso Montessori es que el niño dé lo mejor de sí mismo y alcance su máximo potencial para que, de ese modo, fomente todas sus habilidades sociales, intelectuales, emociones o físicas. Todo ello le permitirá hacer frente a las dificultades que puedan aparecer en el futuro.
Sin embargo, aunque en la teoría esto pueda parecer sencillo, poner en marcha estas dinámicas puede ser complicado de ejecutar. En este sentido, el International Montessori Institute ha diseñado cuatro cursos enfocados a los menores de 0 a 3 años que permiten formase en el método Montessori y aplicarlo al hogar. En total, son cuatro los aspectos básicos que se estudian:
Movimiento
Entre los 0 y 3 años, los niños y niñas comienzan a moverse por la casa. Como señalaba María Montessori hace 100 años, los niños tienen a esta edad una curiosidad innata que los lleva a querer observar y tocar todos los objetos del hogar. Por ello, el desarrollo de la autonomía corporal es el primer paso de la formación del menor y uno de los elementos que generará más confianza en el pequeño. Por supuesto, el espacio debe estar protegido.
Autonomía
Unido al movimiento, la autonomía permitirá al menor desarrollar su seguridad y motivación a la hora de seguir aprendiendo. No obstante, cuando hablamos de autonomía no nos referimos solo a autonomía física. La autonomía intelectual genera confianza en el niño o niña. Dicha confianza es indispensable para seguir aprendiendo y cuestionándose todo cuanto le rodea.
Desarrollo sensorial y cognitivo
Por supuesto, debemos encontrar técnicas enfocadas a fomentar la curiosidad y desarrollar la capacidad sensorial e intelectual del menor. En este sentido, los juegos son una de las principales herramientas con las que cuentan los educadores a la hora de enriquecer las capacidades emocionales e intelectuales de los niños. Como decimos, se trata de que el menor quiera seguir aprendiendo, ya que entiende que se está divirtiendo y saciando su curiosidad.
Desarrollo del lenguaje
Pese a que el lenguaje se va desarrollando de manera inconsciente, existen multitud de herramientas que pueden ayudar a mejorar la comunicación en el menor, como los juegos enfocados al desarrollo lingüístico. Dado que la niña o el niño querrá saber qué es todo lo que tiene alrededor, un buen método consiste en aprovechar esta situación para enseñarle a nombrar objetos.
En conclusión, el menor tendrá una actitud receptiva y alegre si es él el que sujeto activo. Las herramientas del método Montessori son diversas, dependiendo del área de conocimiento al que queramos dirigirnos. Sea cual sea la que elijamos, la experiencia del menor es la base para que tenga un correcto crecimiento.
BUENAS NOCHES,MUY INTERESANTE LA APLICACIÓN DEL MÉTODO MONTESSORI EN LOS NIÑOS Y NIÑAS MAS QUE TODO EN LA AUTONOMÍA.