El desarrollo correcto de la fuerza y destreza de la mandíbula es primordial para que un niño en vías de desarrollo pueda hablar, comer y tener una correcta salud bucal. Por ello, puede ser necesario conocer ciertos ejercicios útiles y divertidos para ellos.
Los niños suelen necesitar distintos tipos de tratamientos y actividades que promuevan su desarrollo de forma óptima. Para ello, existen muchos juegos, actividades recreativas, y hasta aplicaciones, que fomenten su movilidad, conexión mano–ojo, su equilibrio, su motricidad, estimulación, creatividad, imaginación, entre otras cosas.
Sin embargo, hacer ejercicios que faciliten poder desarrollar alguna parte específica de su cuerpo, puede hacer que tengan mejores capacidades con el paso del tiempo. Tal es el caso de la mandíbula, la cual se puede entrenar para tener más fuerza, hablar mejor y así obtener otros beneficios.
Masticar chicle
Si bien muchas personas pueden cuestionar los beneficios de comer chicle en niños, lo cierto es que es un ejercicio muy valioso para que puedan desarrollar la fuerza y la destreza de la mandíbula como debe ser. Para ello, se han creado los chicles funcionales, los cuales no tienen azúcar y pueden ser utilizados para darle movilidad a la mandíbula sin causar daños dentales.
Este movimiento promueve que los niños aprendan a desenvolverse mejor masticando los alimentos, así como moviendo la articulación al hablar. De esta manera, estos chicles pueden promover que los niños tengan mucho más movimiento y que se diviertan al mismo tiempo.
Sin embargo, los mismos no solo sirven para niños, puesto que existe una gran variedad de tipos de estos chicles en el mercado, cuyos objetivos son distintos y dependerán de lo que busque cada persona. Un ejemplo de ello son los chicles con nicotina o los diseñados para perder peso de forma práctica.
Movimiento del pompón
Una buena forma de fortalecer la mandíbula de niños después de los 3 años es promover que haga ejercicios que le permitan realizar fuerza en dicha zona sin tan siquiera notarlo.
Una buena forma de hacerlo es utilizando este ejercicio de movilización del pompón. La idea es que se coloque un pompón en una mesa y que le entregue al niño una pajita.
Todo lo que este tendrá que hacer será soplar por la pajita y mover el pompón, desde el punto donde se encuentre en la mesa hasta la punta contraria.
Este ejercicio puede ser muy divertido y es apto para toda la familia, por lo que podrán disfrutar mucho en familia sin tanto problema, al mismo tiempo que promueven el desarrollo del pequeño.
Hacer burbujas
Los niños adoran las burbujas, por lo que esto, en lugar de un ejercicio aburrido, se convertirá en un entretenimiento de lo mejor para ellos. Todo el proceso es muy sencillo, e incluso, los elementos pueden comprarse en diferentes tiendas para poder hacerlo todo mucho más fácil.
Lo ideal es que se deje que el niño realice todo el trabajo, llenando el aro de agua jabonosa y soplando por ella para hacer las burbujas, una y otra vez.
Pronto se verá que es un juego al que no van a querer dejar de jugar, aunque hagan pausas para descansar. Se puede dejar que lo hagan libremente durante el tiempo que quieran, puesto que esto no les ocasionará daños de ningún tipo.
Gran sonrisa
Este es un ejercicio conocido para personas que sufren movilidad reducida en la cara y para niños pequeños que requieran mayor movilidad. De esta manera, será posible alargar los músculos de la cara y relajarlos, fomentando la elasticidad, la fuerza y la destreza de movimientos.
El procedimiento es que el pequeño haga la sonrisa más grande que pueda, la sostenga por unos segundos y después relaje la cara. Se puede hacer varias veces sin problemas.
Además, para darle un toque divertido, es aconsejable que se practique haciendo caras graciosas, las cuales harán que el pequeño quiera jugar y se ejercite adecuadamente para fortalecer su mandíbula.
Atrapar el aire
Siguiendo con el tema de las caras graciosas, atrapar el aire es un clásico muy infantil. Se trata de pedir que el niño llene de aire los cachetes, y lo retenga, inflando los mismos. Esto lo debe mantener por unos segundos y luego liberar el aire.
En cuanto ya se tenga práctica con ello, se le puede pedir que cambie el aire del cachete, moviéndolo de un lado al otro y hacia adelante. Así se conseguirá que toda la boca esté en movimiento y que la mandíbula se fortalezca.
Será muy divertido para ellos hacer estos ejercicios.
Fruncir los labios
Otro ejercicio adecuado para la mandíbula es la de fruncir los labios. Se deberá colocar la boca en posición de pico, como para dar un beso, mantener la pose un momento y después relajar los labios.
Al tener mayor control de este ejercicio, se le podrá pedir que mueva el pico fruncido de un lado a otro, estirando y relajando los músculos, para poder mejorar la masticación y el habla de forma adecuada.
Vocales exageradas
Un ejercicio muy divertido puede ser comenzar a pronunciar las vocales de manera muy exagerada, haciendo movimientos notorios con la boca y que se vean algo graciosos.
Con este ejercicio, no solo se ejercita la mandíbula, sino también los músculos de la cara, lo cual hace que sea un movimiento ideal para niños y adultos. Además, será muy divertido y parecido a las caras locas, promoviendo que todo sea muy ameno y no cueste nada que el niño los realice varias veces al día.
Promover que un niño tenga el desarrollo apropiado es el deber de todo padre, por lo que es importante que se conozcan las herramientas que se tienen a la mano para realizar todo el proceso con la menor tensión posible.
En este sentido, los ejercicios mandibulares son muy divertidos, entretenidos y cómodos, para realizar en cualquier momento, e incluso para llevarse a cabo en momentos en los que se requiera controlar al pequeño y no se tengan ideas sobre qué hacer para mantenerlo tranquilo.