Los juegos al aire libre son una forma estupenda de que los niños se diviertan, se ejerciten y desarrollen sus habilidades físicas y sociales. Sin embargo, también implican ciertos riesgos de sufrir heridas, ya sea por caídas, golpes, cortes o rozaduras. Estas lesiones pueden ser leves o graves, y requieren una atención adecuada para evitar complicaciones e infecciones.
En este artículo te ofrecemos algunos consejos sobre cómo prevenir las heridas en los juegos infantiles al aire libre y qué hacer para curarlas cuando se produzcan. Así podrás disfrutar con tus hijos de un tiempo de ocio saludable y seguro.
La prevención es la mejor forma de evitar que los niños se lastimen mientras juegan. Para ello, puedes seguir estas recomendaciones:
- Elegir un lugar adecuado para jugar. Es importante que el espacio donde los niños jueguen sea seguro, limpio y con suficiente iluminación. Evita las zonas con objetos peligrosos, como cristales, clavos, alambres o piedras afiladas. También es conveniente que el suelo sea blando o acolchado, para amortiguar los posibles golpes.
- Supervisar a los niños. Aunque necesitan cierta autonomía y libertad para jugar, es necesario que un adulto esté pendiente de ellos y les oriente sobre cómo usar correctamente los juegos infantiles. Así se puede evitar que hagan mal uso de ellos o que se expongan a situaciones de riesgo.
- Usar ropa y calzado adecuados. La ropa que lleven los niños debe ser cómoda, resistente y que no les impida moverse con facilidad. Evita las prendas sueltas o con cordones que puedan engancharse o provocar estrangulamientos. El calzado debe ser cerrado, antideslizante y que sujete bien el pie.
- Aplicar protector solar. Deben protegerse del sol cuando jueguen al aire libre, especialmente en las horas centrales del día. Para ello, es recomendable que usen un protector solar adecuado a su tipo de piel y que lo renueven cada dos horas o después de sudar o mojarse.
- Respetar las normas de seguridad. Es recomendable que sigan unas normas básicas de seguridad cuando usen los juegos infantiles, como no empujar, no saltar desde alturas elevadas, no subirse por donde no deben o no meter la cabeza o las extremidades en huecos pequeños. También deben respetar el turno de juego y compartir el espacio con otros niños.
Recomendaciones para curar las heridas cuando se produzcan
A pesar de tomar todas las medidas preventivas, es posible que los niños se hagan alguna herida mientras juegan al aire libre. En ese caso, es importante actuar con rapidez y eficacia para evitar que la lesión empeore o se infecte. Estos son los pasos que debes seguir para curar una herida:
- Lavar la herida con agua y jabón. Lo primero que hay que hacer es limpiar la herida con abundante agua para eliminar la suciedad y las posibles partículas extrañas que hayan podido quedar en ella. Después, se debe aplicar un jabón neutro y frotar suavemente con una gasa estéril o un paño limpio. Por último, se debe secar la herida con otra gasa o paño limpio, sin frotar ni dejar restos de algodón.
- Aplicar un antiséptico. El siguiente paso es desinfectar la herida con un producto antiséptico, como la clorhexidina o la povidona yodada. Estos productos eliminan los microbios que puedan causar una infección y protegen la herida durante las horas siguientes. Se debe aplicar el antiséptico con una gasa o un algodón, desde el centro hacia los bordes de la herida, sin tocarla con los dedos.
- Cubrir la herida con un apósito. Una vez limpia y desinfectada la herida, se debe cubrir con un apósito adecuado al tamaño y la forma de la lesión. El apósito debe ser transpirable, impermeable y que no se pegue a la herida. Se debe cambiar el apósito al menos una vez al día o cuando se ensucie o se moje.
- Usar una pomada para heridas. Para favorecer la curación de la herida y evitar que queden cicatrices, se puede usar una pomada para heridas, como la de Hansaplast. Esta pomada tiene varios beneficios, como:
- Ayuda en la curación de las heridas y la piel dañada.
- Fomenta una curación hasta 2 veces más rápida.
- Reduce el riesgo de dejar cicatrices.
- Puede usarse en todas las etapas de curación de la herida.
- Respetuoso con la piel y adecuado para bebés.
- Sin fragancias, colorantes, conservantes ni sustancias de origen animal.
- La pomada para heridas se debe aplicar una o dos veces al día sobre la herida limpia y seca, antes de poner el apósito.
En conclusión, los juegos infantiles al aire libre son una actividad muy beneficiosa para los niños, pero también pueden provocar heridas que hay que saber tratar correctamente. Para prevenir las heridas, es importante elegir un lugar seguro para jugar, supervisar a los niños, usar ropa y calzado adecuados, aplicar protector solar y respetar las normas de seguridad.
Para curar las heridas, es necesario lavarlas con agua y jabón, aplicar un antiséptico, cubrirlas con un apósito y usar una pomada para heridas que acelere la cicatrización y evite las marcas. Siguiendo estos consejos para curar heridas de los niños, podrás disfrutar con tus hijos de un tiempo de ocio saludable y seguro.