La gestión de las finanzas no siempre es un camino de rosas. Aunque lo ideal es tenerlas controladas en todo momento y disponer de un colchón suficiente como para hacer frente a imprevistos, no siempre resulta posible tenerlas saneadas. Una derrama en la vivienda, una avería inesperada del coche, una compra ineludible… de vez en cuando nos encontramos con un gasto que no estaba presupuestado. Esto ocurre en las economías familiares y en las empresariales.
Otro punto a tener en cuenta es el de la liquidez. Se da la circunstancia de que los cobros pueden ser aplazables y puede ocurrir que tengamos que esperar más de la cuenta para recibir un pago que necesitamos para cuadrar nuestras cuentas. Sin embargo, y por desgracia, los pagos pocas veces se pueden retrasar en el tiempo.
Los créditos rápidos, una solución a la crisis económica provocada por el coronavirus
En la actualidad, nos encontramos haciendo frente a una de las mayores amenazas sanitarias de la historia reciente: el coronavirus SARS-CoV-2. Para combatir la fuerte contagiosidad de este virus, nos estamos viendo obligados a mantener un distanciamiento social, lo que nos obliga a permanecer en nuestras casas. Las medidas que se han tomado para priorizar la salud de los ciudadanos van a desencadenar una crisis económica de gran impacto. Muchos negocios no esenciales han tenido que cerrar; algunos, por un corto espacio de tiempo; otros, de manera indefinida. A eso hay que unir los expedientes de regulación temporal de empleo, los ERTE, los despidos o la caída del consumo –con la excepción de los supermercados-. Por culpa del coronavirus, muchas familias y empresas van a necesitar, o bien liquidez, o bien una cantidad de dinero que les permita llegar a fin de mes. Con esta situación en el horizonte, los créditos rápidos son una solución rápida, cómoda y eficaz.
El crédito rápido es por varios motivos una manera de salir del atolladero y de conseguir algo de tranquilidad en estos tiempos inciertos:
- Aportan liquidez y cantidades de dinero de hasta unos 10.000 euros. Cada cliente puede solicitar la cantidad que necesite atendiendo a sus necesidades.
- Evitan una gran cantidad de papeleo, ya que se pueden gestionar de manera telemática. Solo hay que adjuntar la documentación necesaria a través de internet.
- Se suelen conceder con mucha facilidad. Por lo general, para obtenerlo basta con tener una nómina o cobrar una pensión mensual.
- Es una gestión muy rápida. Solicitar un préstamo en el banco puede ser un proceso largo y tedioso que se puede demorar demasiado. Así que los créditos rápidos nos permiten obtener la liquidez que necesitamos en un breve espacio de tiempo, por lo que son perfectos cuando necesitamos el dinero para ya.
- La oferta de entidades crediticias es muy amplia, por lo que es fácil encontrar la opción que mejor se ajusta a nuestras necesidades, ya sea por la cantidad a solicitar, por la comisión, por los plazos de devolución… Para dar con el mejor crédito rápido siempre podemos acudir a un buscador de créditos; introduciendo unos pocos parámetros conseguiremos información que nos ayudará a elegir la mejor opción.
- Algunas entidades llegan a conceder el primer crédito con un 0% de interés.
Los créditos rápidos pueden ser la tabla de salvación ante cualquier imprevisto. Merece la pena, por lo menos, considerar la opción.