En pocas palabras, la ciudadanía digital significa ser digitalmente responsable. Entonces, cualquier persona que use tecnología, es decir, computadoras, Internet y dispositivos digitales para comunicarse con otros, debe hacerlo de manera responsable. A medida que el mundo se vuelve más digital, es necesario enseñar este tema a los niños.
Para los niños, esto significa que deben ser empáticos cuando se comunican en línea, crear conexiones significativas y ser cuidadosos. Por otro lado, los ciudadanos digitales irresponsables participarían en hábitos de descuido en las redes sociales, ciberacoso y falta de precaución al usar Internet.
Es por eso que los padres necesitan enseñar ciudadanía digital a sus hijos a una edad temprana para que se convierta en una segunda naturaleza. Así es cómo:
¿Por qué es importante la ciudadanía digital?
Dado que la supervisión de los padres es cada vez más difícil de manejar debido a que los padres tienen horarios ocupados y los niños se vuelven más dependientes de sus dispositivos, es importante enseñarles buenos hábitos digitales. Al inculcar estos valores en los niños, los padres pueden dar un paso atrás y no tener que preocuparse por microgestionar a sus hijos y supervisarlos cada vez que tienen la oportunidad.
La adicción a la pantalla, el sexting, los ataques de virus, el ransomware y las estafas de phishing son algunos de los problemas asociados con esta nueva era de la tecnología. Sin mencionar los efectos negativos del uso extensivo del teléfono en el rendimiento académico.
En los últimos dos años, los niños han usado las redes sociales con más frecuencia que hace cuatro años, un aumento del 17 por ciento. Este aumento abrupto podría explicarse fácilmente por la epidemia. Sin embargo, el uso de las redes sociales entre los preadolescentes es inevitable y solo se generalizará independientemente de la situación.
Por estas razones, los padres no pueden dejar a los niños con sus propios dispositivos, ¡literalmente! Y se debe inculcar en los niños algún tipo de propiedad de la acción y la responsabilidad.
¿En qué se equivocan los padres sobre la ciudadanía digital?
Cada padre tiene su método de enseñanza cuando se trata de enseñar ciudadanía digital a sus hijos, pero hay algunos errores comunes que cometen y que dificultan la adopción de sus consejos.
1. Los padres pueden sentirse abrumados
Mientras intentan disciplinar a sus hijos e inculcar valores y prácticas positivas, los padres pueden sentirse impotentes porque pueden sentirse técnicamente ineptos en comparación con sus hijos. Y esto se ve agravado por el hecho de que los jóvenes de hoy tienen más conocimientos técnicos y son más conscientes de lo que están haciendo que las generaciones pasadas.
Pero recuerde que los niños que saben lo que están haciendo no significa que lo que están haciendo sea correcto. Los niños pueden sentirse presionados por sus compañeros para hacer algo que no quieren hacer o quieren aparecer en la página de tendencias de Tiktok, por lo que podrían intentar realizar algún truco peligroso para hacer un video viral.
Así que recuerda que hasta que tus hijos sean adultos, su seguridad es tu responsabilidad, así que en lugar de sentir una barrera en términos de aptitud tecnológica, trata de hacerles entender la diferencia entre el bien y el mal.
2. Los padres ignoran la raíz del problema
Los padres no se dan cuenta de que usar un teléfono en exceso es un acto reflejo más que una acción directa. Implica que problemas más serios asolan sus vidas como resultado de su deseo de escapar de la realidad a través de las pantallas de sus teléfonos.
El daño que hace el control excesivo a la relación padre-hijo es el mayor inconveniente. La tendencia de los hijos de padres autoritarios a ser reservados, poco confiables y reacios a expresar sus preocupaciones es mayor.
Los adolescentes y adultos jóvenes que creen que están constantemente vigilados tienen más probabilidades de experimentar ansiedad social y baja autoestima.
Los adolescentes jóvenes que experimentan un control excesivo también pueden experimentar soledad y les resulta difícil hacer amigos. La raíz del problema es que los niños no hablan de sus problemas personales con sus padres, sino que recurren a las redes sociales en busca de apoyo.
Entonces, una buena manera de contrarrestar esto y recuperar la confianza de su hijo, necesita practicar lo que predica y poner su dinero donde está su boca. Debe predicar con el ejemplo y crear tiempo para sus hijos al abandonar su dependencia de la tecnología.
Puede convertirlo en un juego desafiando a su hijo a ver quién puede pasar la mayor cantidad de días sin revisar su teléfono. Y para contrarrestar el aburrimiento, pueden participar en intereses comunes como practicar deportes o aprender juntos un nuevo instrumento o ver algún documental educativo.
Todas estas son actividades mucho más saludables que navegar sin pensar en las redes sociales todo el día y ayudan a ganar confianza ya que su hijo siente que ambos están en el mismo barco de no tener acceso a la tecnología por un tiempo.
Si cree que dejar sus dispositivos por un tiempo prolongado puede ser demasiado, puede comenzar con pequeños pasos designando habitaciones específicas donde puede usar su teléfono y establecer horas del día en las que puede usarlo. Por ejemplo, después del almuerzo y durante unos minutos de una sola vez.
3. Los padres actúan demasiado estrictos
Cuando los padres se enteran de que sus hijos tienen problemas en la escuela, por lo general responden negativamente. En lugar de ayudar a sus hijos con la tarea y las tareas del hogar, con frecuencia pasan tardes enteras mirando sus teléfonos.
La respuesta tradicional de los padres es quitarles los teléfonos a sus hijos, castigarlos o, lo que es peor, hacer que dejen de hablar con sus amigos por completo.
Los preadolescentes se enojan cada vez más con sus padres y creen que, como resultado, son castigados injustamente por circunstancias que escapan a su control, lo que intensifica el problema.
Los padres ignoran el problema e intentan mantener su forma convencional de pensar en lugar de aceptar el cambio.
Los hábitos de Internet seguros y riesgosos de los adolescentes, así como el comportamiento adecuado e inadecuado, deben ser discutidos por los padres con sus hijos. Los padres pueden responder a las preguntas de los adolescentes dirigiéndose a ellos y ofreciéndoles ayuda.
También pueden tomar medidas concretas para controlar el comportamiento en línea de sus hijos, como realizar un seguimiento de los sitios web que visitan sus hijos, examinar sus perfiles de redes sociales y ver su lista de amigos en las redes sociales, lo cual es posible gracias a las aplicaciones de control parental.
4. Los padres no usan aplicaciones de monitoreo de niños
Cuando se trata de la seguridad de sus hijos, los padres deben prestar especial atención porque los depredadores sexuales pueden atacar a los niños que constantemente envían mensajes de texto y usan las redes sociales. Y no hay nada mejor que tomar la ayuda de una aplicación de monitoreo de niños.
Uno de los programas espía de teléfonos móviles más utilizados es XNSPY, ya que puede grabar las pantallas de los niños y sus hábitos de navegación. Puede vigilar aplicaciones de redes sociales conocidas, como WhatsApp, Instagram y Facebook. Opera en segundo plano para defender a los usuarios de riesgos como malware, estafas de phishing y acoso en línea.
Y dado que la mayoría de estos ataques ocurren en las redes sociales, los padres pueden usar el rastreador móvil Xnspy para Android, que funciona de forma remota en segundo plano y protege a los niños de tales peligros mientras realizan sus rutinas normales sin siquiera necesitar acceso al dispositivo.
Los ataques de malware y ransomware no se dirigirán fácilmente a los niños, ya que los padres pueden monitorear el comportamiento en línea de sus hijos en cualquier momento. Los padres pueden buscar y grabar rápidamente cada canal de comunicación posible, gracias a la grabadora de pantalla instantánea de la aplicación que puede capturar la pantalla a voluntad y evitar que ocurra el incidente.
Para los padres, esto aumenta su sensación de seguridad y protección y pueden seguir siendo modelos a seguir sin tener que quitarles a la fuerza los teléfonos inteligentes de sus hijos. La mayoría del software espía de teléfonos celulares es deficiente en el control remoto de los teléfonos inteligentes, lo que hace que XNSPY sea único.
Debido a que la grabadora de pantalla instantánea de la aplicación siempre está activa en segundo plano, garantizará la seguridad no solo en la escuela sino también en el hogar, siempre que el dispositivo monitoreado no se restablezca a la configuración de fábrica. Todos los recursos de monitoreo que requieren los padres están disponibles en el tablero.
Dado que hay un elemento humano involucrado en estos ataques, los padres pueden reducir aún más el riesgo de ciberataques al bloquear todas las aplicaciones de redes sociales. Los piratas informáticos se aprovechan de las víctimas fácilmente influenciables en línea para aprovechar sus debilidades emocionales.
Además de las advertencias de palabras clave, el registrador de teclas de la aplicación permite a los padres recibir alertas inmediatas cada vez que un usuario del teléfono escribe algo sospechoso. Para determinar si el usuario ha sido contactado por un actor desagradable que quiere la información personal del usuario, puede recibir alertas basadas en lo que el usuario escribió.
Conclusión
El bienestar digital no debe tratarse como un truco o un truco. Es un objetivo que vale la pena luchar por combatir las posibles desventajas de la tecnología moderna, y es algo en lo que todos debemos pensar más. Aunque el bienestar digital inevitablemente tendrá sus desafíos, y los padres pueden sentirse incómodos hablando de tecnología. Con tiempo y esfuerzo, la importancia del bienestar digital se hará evidente a medida que mejora la vida en línea de sus hijos.