¿Quién no recuerda esa sensación de ser niño y disfrutar jugando durante horas en la arena?
La verdad es que la arena es un recurso que a los niños les encanta y que, además, les ayuda muchísimo a desarrollar sus habilidades psicomotrices y, en definitiva, un montón de beneficios reales para su aprendizaje. En los cajones de arena, en la playa o en los parques, los niños se lo pasan en grande jugando con la arena y, estamos seguros de que todos ellos si pudieran, se llevarían un trocito para su casa.
Un arenero en tu casa
Por suerte, a día de hoy es posible que los niños puedan disfrutar de este tipo de entretenimiento en su propia casa. De hecho, si estáis pensando en comprar un arenero para casa, os recomendamos muchísimo la tienda de Parqueinfantilbebe.org, una web de referencia para comprar parques infantiles, sobre todo, para bebés.
En esta web podéis encontrar una gran selección de areneros y parques de arena para los más pequeños de la casa, una opción muy a tener en cuenta. Aunque se puede acudir a parques públicos, es mucho más higiénico y seguro para nuestros hijos poder tener un arenero propio en casa. Además, no ocupan mucho espacio y se pueden encontrar modelos para todo tipo de presupuestos.
Por todo esto, en el día de hoy queremos ahondar un poco más en los beneficios concretos que tienen estos parques de arena en el desarrollo de nuestros niños, ya que son muy variados y, en muchas ocasiones, se desconoce el gran efecto que producen a medio y largo plazo.
Mejora de su rendimiento en psicomotricidad
El primer beneficio que debemos destacar sobre los parques de arena es su capacidad para mejorar la psicomotricidad, tanto fina como gruesa, de los niños. En este sentido, los niños desarrollan sus habilidades de precisión cogiendo y soltando la arena, introduciéndola en cubos y utilizando para ello herramientas manuales como palas o rastrillos.
El hecho de manejar un material tan fino como la arena con sus propias manos y teniendo que utilizar para ello ciertos accesorios mejorará su motricidad fina. Al mismo tiempo mejorarán también su motricidad gruesa, ya que aprenderán a controlar diferentes partes de su cuerpo en un medio diferente y más dinámico que al que están acostumbrados. Así, aprenderán a ponerse y mantenerse de pie en una superficie irregular, así como a usar sus brazos y piernas de un modo diferente al que están acostumbrados.
Un mundo de sensaciones a través del tacto
Otra de las ventajas de contar con un cajón de arena para los peques es que les podemos abrir todo un nuevo mundo de sensaciones a través del descubrimiento de uno de sus cinco sentidos: el tacto. A través del tacto, aprendemos muchísimo sobre el mundo que nos rodea: la textura de la arena, qué ocurre cuando se escurre entre nuestros dedos, la capacidad de poder lanzarla al aire o cómo cambia cuando añadimos un poco de líquido a la ecuación. Una forma práctica y real que les ayudará a ver cómo funciona el mundo en el que se mueven cada día, aprendiendo y divirtiéndose al mismo tiempo.
Un apoyo a la creatividad
Un juego tan libre como es el tratar con la arena potencia muchísimo la creatividad y la capacidad de imaginación de nuestros hijos. Dentro del arenero los niños realizan juegos muy simbólicos en el que dan un significado más allá de lo literal a todas aquellas construcciones o formas que logren hacer con la arena.
Un claro beneficio del uso de la arena en los juegos es que todas sus medidas son totalmente subjetivas, dejando que sean los propios niños los que imaginen qué puede representar una montaña de arena, un agujero o un simple surco.
Mayor desarrollo cognitivo
Otro de los beneficios más destacables de jugar en un arenero es que fomenta que los niños puedan adquirir nuevos conceptos sobre el mundo sin prácticamente darse cuenta y, lo mejor de todo, divirtiéndose con el proceso. Cuestiones físicas como aprender a llenar un recipiente y a vaciarlo, el peso que adquiere o pierde el recipiente cuando lo rellenamos con arena o incluso las diferentes reacciones propias que se pueden tener tocando la arena.
Todo esto son conceptos a los que los niños se van acostumbrando con el tiempo, por eso poder vivirlo de manera directa con un arenero puede ser la clave para aprender de forma más eficiente y divertida para ellos.
La importancia de la higiene
Finalmente, el último beneficio que queremos destacar del uso de areneros para niños es que, gracias a este elemento, los adultos podemos concienciar a los niños acerca de la importancia de la higiene. Cuando terminen de jugar, verán suciedad tanto en sus propias manos como en su ropa e, incluso, en su cara; esto nos puede servir para ayudarles a visualizar cómo la suciedad forma parte de nuestro día a día e insistir en la importancia de lavarse mucho las manos, viendo ellos mismos cómo la suciedad abandona su cuerpo después de jugar.
Sin duda, se trata de una forma muy didáctica de enseñarles ciertas normas de higiene que ellos rápidamente se encargarán de asociar a sus rutinas de juego.