Las matemáticas suelen ser una de las asignaturas que más dificultades presenta dentro del sistema educativo. Sin embargo, es una materia troncal que acompaña a los alumnos desde su primer día de colegio hasta el último.
Entre todas las enseñanzas que deben calar en la mente de los niños, la tabla de multiplicar es una de las más relevantes. Por eso, de cara a que tus hijos la aprendan de manera sencilla y la recuerden de por vida, nada como tener en cuenta ciertos consejos. En tus manos queda ser el refuerzo que necesitan para sacar a flote todo su potencial académico.
Olvida la memoria
Hasta el momento, la tabla de multiplicar se impartía obligando a los niños a memorizar cada uno de los números. Sin embargo, las últimas metodologías de enseñanza han demostrado la ineficiencia de ello, puesto que esta fórmula dejaba fuera a quienes no las aprendían de carrerilla, sino mediante un razonamiento lógico.
Es este razonamiento lógico el que se debe aplicar a la hora de enseñar la tabla de multiplicar. Esta operación consiste en sumar un mismo número tantas veces como indica el multiplicador. Al dejar claro este concepto entre los niños, ellos mismos serán capaces de sacar los resultados sin tener que aprenderse todo de memoria.
Empieza por las tablas más sencillas
Para impartir las primeras lecciones sobre la tabla de multiplicar, lo más apropiado es ir de menor a mayor dificultad. Por eso, es recomendable empezar por la tabla del 1, luego la del 2, consecutivamente, hasta la del 5 y por último la del 10. Un primer bloque en el que el previamente razonamiento lógico de las sumatorias será muy visible.
Una vez controlen estos números, podremos pasar a otros más complicados. Por lo general, los números pares tienden a ser más fáciles de recordar. No obstante, aquí ya puedes ir directamente a la del 3, la del 4, la del 6, la del 7, la del 8 y la del 9. A partir de ahí, será necesario detenerse: en adelante todo se complica y es imprescindible enseñar las siguientes tablas por separado.
Utiliza refuerzos didácticos
El material didáctico que empleamos es clave para que los niños comprendan de qué estamos hablando. Lo más común en este aspecto, aunque suene redundante, es emplear tablas de multiplicar, es decir, un gráfico en el que se ponen por columnas todos los números y sus resultados.
Ahora bien, este no es más que un ejemplo de todos los gráficos que existen. La tabla pitagórica es una alternativa que también ha calado en el sistema educativo. Un soporte en el que se ven claramente todos los números multiplicarse entre sí, yendo de la tabla del 1 a la del 12.
Conviértelo en un juego
Los niños quieren jugar todo el tiempo y qué mejor forma de enseñarles las tablas de multiplicar que convirtiéndolas en un juego. Pongamos un ejemplo: ¿y si cantamos junto con ellos todas las secuencias de la tabla de multiplicar? Esto se suele hacer con el abecedario y funciona a la perfección, por lo que nada como aplicarlo en las matemáticas.
Asimismo, podemos utilizar sus juguetes para que aprendan. Otro ejemplo sería coger varios de sus legos y, si van multiplicando adecuadamente, vamos dándoles las piezas para que construyan. ¡Échale imaginación, porque las opciones son casi ilimitadas!
Ejercicios y deberes en casa
Siguiendo en la línea de lo anterior, es necesario concretar que sus tiempos de ocio no deben ser impedimento para que hagan todos los deberes que les hayan puesto en clase. Unos ejercicios que vendrán en su libro de matemáticas y que conviene realizar a su lado, asegurando así que somos el refuerzo que necesitan.
Lo que se enseña en las aulas se aprende realmente cuando se hacen ejercicios prácticos. Debido a ello, es imperativo que asegures que cumplen con todas sus tareas y actúan de manera responsable, aplicando así las tablas de multiplicar de una forma práctica.
Fuente: https://tablas-multiplicar.com/