Acertar con el nombre del bebé, un reto nada sencillo

nombre del bebé

La llegada de un hijo a casa, sea el primero o no, está siempre cargada de nervios, alegrías y muchas dudas. Preparar un mundo que le sea confortable será de las primeras preocupaciones que ocuparán el tiempo a sus padres. Pero hay muchas, muchas cuestiones que deben ser aclaradas cuanto antes, la primera de todas cómo llamarlo.

Posiblemente, la primera duda que a todo progenitor le asalta a la cabeza cuando sabe a ciencia cierta que se espera la llegada de un hijo es acertar con el nombre perfecto. Las listas que se llevan a cabo son inmensas, las ayudas y consejos de amigos y familiares no tardan en aparecer. El temor de no acertar es proporcional a la responsabilidad de elegir un nombre que le representará durante toda su vida.

Afortunadamente, para acertar en esta elección fundamental existen páginas especializadas donde se ofrecen nombres para tu niño, en las que con toda seguridad se encuentra el ideal, ya que se ofrecen todos los nombres de niño divididos por origen y época. Un concienzudo trabajo de selección para aquellos padres que saben la importancia que tiene elegir un nombre para su hijo.


Mis Bebes, la web que ayuda a elegir

La página web, misbebes.net, es una herramienta muy usada por aquellos padres que no se deciden finalmente por el nombre de su hijo o necesitan un poco de ayuda. En este site, además de encontrar los nombres perfectos para niños, niñas y bebes, se ofrecen listados de nombres bíblicos o de ángeles para aquellas personas religiosas que deseen mantener sus tradiciones de generación en generación. En definitiva, el lugar ideal para nombrar a los recién llegados a este mundo.

Sin embargo, eso no es todo. La página Mis Bebes, en su ánimo de mejorar la calidad de vida de las madres y padres en el periodo de embarazo, ofrece todo un compendio de respuestas necesarias que se repiten durante este tiempo. En sus diferentes categorías, lograrán relajar a los progenitores para que lleven mejor unos momentos que suelen venir acompañados de grandes nervios.

Por último, también cabe destacar de esta fabulosa revista digital su completo blog. Un lugar donde se localizan artículos escritos con una alta calidad literaria y de gran interés para los padres y su búsqueda del nombre perfecto


¿Por qué es tan importante el nombre para el niño?

Pocas cosas para la vida de una persona que empieza son tan importantes como su propio nombre. Será la carta de presentación que tendrá durante el resto de su vida, parte de identidad e, invariablemente, esta palabra le afectará, para bien o para mal en su personalidad.

El nombre, según el momento que le toque vivir, puede ser una carga o una liberación, pero eso es algo que se puede controlar en toda su dimensión. No se puede prever que el personaje de moda durante su juventud sea un tipo ridículo y se le asocie a él por el nombre. Aunque, en cierto modo, al menos en lo posible, sí que se debe elegir entre un grupo de nombres que le proporcione carga positiva, ya sea según su significado o porque haya pertenecido a alguna persona históricamente interesante.

Es aconsejable, en cualquier caso, que las referencias sean todo lo beneficiosas que sea posible, ya que en algún momento en la vida del bebé se recurrirán a ellas.

En un pasado no demasiado lejano, el santoral era el listado al que los padres recurrían para encontrar inspiración. Según la hazaña o la popularidad del santo, se llevaba, como norma general, la elección. En un momento histórico en el que la religión estaba tan presente en la sociedad, el nombre de un santo reconocido en la región ofrecía cierto prestigio y respeto a la persona que lo portaba. Hoy día, los nombres de santos ya no son tan demandados, pero la idea sigue siendo la misma, elegir un nombre que le confiera cierto carácter y respeto en el tiempo que le ha tocado vivir.

La tradición o la innovación, una duda habitual

Buscar un nombre tradicional, según las costumbres, o innovador, según las tendencias del momento, suele ser una duda bastante frecuente que puede incluso producir disputas entre los padres. Querer llamarlos como el padre o la madre de uno o como el actor, deportista o personaje de una película son dos caras de una misma moneda.

La tradición

La tradición, hasta hace muy poco era, efectivamente, llamar a los recién nacidos como los santos de la religión católica en España, ya fuera por coincidir el día de su nacimiento con el día de la festividad de uno de ellos o por ser popular para la familia, pueblo o región que se habitaba. También, era bastante habitual, y lo sigue siendo, nombrar al pequeño como algún pariente familiar vivo o fallecido, en la mayoría de los casos, como el padre, la madre, el abuelo o abuela, tío, tía… en línea directa de consanguineidad.

Aunque estos nombres siguen siendo muy populares, la psiquiatría los considera perjudiciales, ya que les proporciona una carga comparativa que ninguna persona debería soportar, impidiéndoles, en mayor o en menor medida, desarrollarse sin complejos ni comparaciones, como personas completamente independientes que nada tienen que demostrar.

La innovación

En el caso contrario, en la innovación, en ocasiones se peca de un exotismo o una tendencia que puede llegar a ser un problema para el niño en el futuro. Elegir un nombre del protagonista de una serie de televisión de moda puede ser una elección acertada en este momento, en el que todo el mundo habla de ella y el protagonista es un héroe para muchos.

Antes de llevar a cabo la decisión final, hay que tener en cuenta que este personaje puede sufrir transformaciones y convertirse en un ser ridículo, maligno o un mal ejemplo, como ha ocurrido con los personajes de la popular serie Juego de Tronos.

Por otro lado, es habitual que, estos nombres, sean complicados de pronunciar o de escribir, algo que procurará no pocos sinsabores a los pequeños cuando tengan que presentarse ante sus amigos o en la escuela. Cuando esto ocurre, muchos de ellos terminan llamándose por sus diminutivos, o lo que es peor, por algún mote que los ridiculice.

En cualquier caso, no hay por qué eliminar de la lista de los nombres estas dos posibilidades, solo hay que tener en consideración que no sea una carga para el pequeño y sí algo de lo que sentirse orgulloso.