Qué es el trastorno de la comunicación social
El trastorno de la comunicación social o trastorno pragmático de la comunicación es un tipo de dificultad que no se limita a personas con patología declarada sino que este trastorno afecta la comunicación verbal y no verbal en los niños. Dicho esto de otro modo, un niño con síndrome de Asperger o con trastorno del espectro autista (según las diferentes definiciones del DSM-IV y V) tienen un trastorno en la comunicación social. No obstante, niños con dificultades para expresarse ya sea en el plano verbal o no, no necesariamente tengan un diagnóstico de autismo pero sí podrían tener un trastorno de la comunicación social.
Características de un niño con trastorno de la comunicación social
- No comprenden las señales gestuales del interlocutor
- Pueden no interpretar adecuadamente signos de exclamación o de interrogación
- Son niños que no les gusta interactuar socialmente con otros
- Tienen dificultad para comprender los chistes o el tono irónico de las conversaciones
- Domina el habla pero no se adapta a las diferentes situaciones o contextos
- Tienen un lenguaje extremadamente formal incluso en situaciones cotidianas
- Su tono de voz es extraño ya sea que se refiriendo a un compañero de la escuela, a sus padres o docentes
- Puede decir cosas que ofendan a otros sin darse cuenta
Estas características muchas veces son similares a las de los niños con autismo. No obstante, no hay que confundirlos:el trastorno de la comunicación social no es autismo puesto que este último presenta rasgos y comportamientos estereotipados tanto corporales como verbales.
¿A qué se debe el trastorno de la comunicación social?
Según los estudios de neuroimagen, se cree que existe una comunicación errónea entre los hemisferios del cerebro. Esto impide que el procesamiento del lenguaje verbal y gestual se procesen al mismo tiempo. Así, un niño no puede comprender los gestos que acompañan al momento de un chiste o comentario irónico, por ejemplo.
Esto tiene sus orígenes en la genética de los padres. No obstante, no hay que descartar algún tipo de contaminación de plomo durante los meses de gestación.
Desde el punto de vista epigenético, (esto es la modificación de los genes en un medio ambiente y con una estimulación determinada) es posible que todo niño con trastornos de la comunicación social mejore progresivamente desde el momento del diagnóstico en adelante. Sin embargo, serán necesarias terapias para la comprensión del lenguaje verbal y no verbal asociado.
¿Cómo trabajar con un niño con trastorno de la comunicación verbal en el aula?
- No debemos dejar a la libre comprensión ninguna situación. Es decir, será probable que tengamos que dar explicaciones adicionales muchas veces.
- El soporte visual para situaciones cotidianas puede resultar de mucha ayuda.
- Muchas veces la explicación del doble sentido, chiste, ironía etc resulta vana, por lo que en las clases debemos evitar este tipo de comentarios.
- Anticipar rutinas. Por ejemplo, si está por finalizar el horario de matemáticas, es conveniente que se les anuncie a los niños (sea de forma verbal y con un soporte visual como una grilla) cuál será la asignatura de la próxima hora escolar: “En 10 minutos terminará el tiempo de matemáticas. Luego del recreo tendremos la hora de lengua”.
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