8 técnicas de memorización respaldadas por la ciencia

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Según el Anuario Estadístico del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en el curso 2020-2021 el 9,6% del total de estudiantes no universitarios repitieron curso. Además, según el Instituto Nacional de Estadística el 17,9% de la población española mayor de 16 años tiene dificultades para recordar nombres o fechas. Estos datos muestran la necesidad de mejorar nuestra memoria y nuestra capacidad de aprendizaje. Para ello, existen una serie de técnicas de memorización que están respaldadas por la ciencia y que pueden ayudarnos a recordar mejor la información.

Estas técnicas se basan en el funcionamiento de la memoria y en los principios del aprendizaje. Según el psicólogo Daniel Schacter, autor del libro «Los siete pecados de la memoria», la memoria se compone de tres procesos:

  • Codificación (transformar la información en una representación mental)
  • Almacenamiento (conservar la información en el cerebro)
  • Recuperación (acceder a la información cuando se necesita).

Para mejorar estos procesos, podemos aplicar estas 8 técnicas de memorización:

  • Organizar la información
  • Hacer asociaciones
  • Utilizar iconos, símbolos o señales visuales
  • Crear reglas mnemotécnicas
  • Tomar notas
  • Leer en voz alta
  • Autoevaluarse
  • Practicar

En este artículo te explicaremos en qué consiste cada una de estas técnicas y cómo puedes aplicarlas para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Si quieres saber más sobre este tema tan interesante y útil, sigue leyendo.


8 técnicas de memorización respaldadas por la ciencia

Técnica 1: Organizar la información

La primera técnica de memorización que te proponemos es organizar la información. Esto significa que antes de intentar memorizar algo, debes clasificarlo, ordenarlo y estructurarlo de forma lógica y coherente. De esta manera, podrás reducir la cantidad de información a recordar y facilitar su comprensión.

¿Cómo organizar la información?

Existen diferentes formas de organizar la información según el tipo de contenido que quieras memorizar. Algunas de las más habituales son:

  • Por categorías: Agrupar la información según criterios comunes o similares. Por ejemplo, si quieres memorizar los tipos de animales, puedes clasificarlos por vertebrados e invertebrados, o por mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces.
  • Por jerarquías: Ordenar la información según su nivel de importancia o relevancia. Por ejemplo, si quieres memorizar los conceptos clave de un tema, puedes establecer una jerarquía entre los conceptos generales y los específicos, o entre los principales y los secundarios.
  • Por esquemas: Representar la información de forma gráfica o visual, usando símbolos, colores, flechas, etc. Por ejemplo, si quieres memorizar las partes de una planta, puedes hacer un dibujo esquemático que muestre sus componentes y sus funciones.

¿Qué beneficios tiene organizar la información?

Organizar la información tiene múltiples beneficios para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Algunos de ellos son:

  • Facilita la codificación: Al organizar la información, le das un sentido y una coherencia que te ayuda a entenderla mejor y a transformarla en una representación mental más fácil de recordar.
  • Facilita el almacenamiento: Reduces su complejidad y su cantidad, lo que te permite guardarla en tu memoria a largo plazo de forma más eficiente y duradera.
  • Facilita la recuperación: Creas una estructura que te sirve como guía o pista para acceder a ella cuando la necesites. Además, al establecer relaciones entre los distintos elementos de la información, aumentas las posibilidades de recordarla.

Técnicas de memorización 2: Hacer asociaciones

La segunda de las técnicas de memorización que te proponemos es hacer asociaciones. Esto significa que cuando quieras memorizar algo nuevo, debes relacionarlo con algo que ya sepas o que te resulte familiar. De esta manera, podrás crear una conexión entre la información nueva y la existente, lo que te ayudará a recordarla mejor.

¿Cómo hacer asociaciones?

Existen diferentes formas de hacer asociaciones según el tipo de información que quieras memorizar y el tipo de relación que quieras establecer. Algunas de las más habituales son:

  • Basadas en el conocimiento previo: Relacionar la información nueva con la que ya tienes almacenada en tu memoria. Por ejemplo, si quieres memorizar la capital de Australia, puedes asociarla con el nombre de una persona que se llame Canberra.
  • Basadas en las imágenes mentales: Consiste en relacionar la información nueva con una imagen que te ayude a visualizarla. Por ejemplo, si quieres memorizar los huesos del cuerpo humano, puedes imaginar una radiografía o un esqueleto.
  • Basadas en las emociones: Asociar la información nueva con una emoción que te provoque o que hayas experimentado. Por ejemplo, si quieres memorizar una fecha histórica, puedes asociarla con un sentimiento de alegría, tristeza, sorpresa, etc.

¿Qué beneficios tiene hacer asociaciones?

Hacer asociaciones tiene múltiples beneficios para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Algunos de ellos son:

  • Facilita la recuperación: Al hacer asociaciones, creas una red de conexiones entre la información nueva y la existente, lo que te permite acceder a ella desde diferentes vías o pistas.
  • Facilita el recuerdo: Al hacer asociaciones, le das un significado y una relevancia a la información nueva, lo que hace que sea más fácil de recordar y menos susceptible al olvido.
  • Facilita el aprendizaje significativo: Al hacer asociaciones, integras la información nueva en tu estructura cognitiva, lo que favorece el aprendizaje profundo y duradero.

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Técnica 3: Utilizar iconos, símbolos o señales visuales

La tercera de las técnicas de memorización que te proponemos es utilizar iconos, símbolos o señales visuales. Esto significa que cuando quieras memorizar algo, debes representarlo de forma gráfica o visual, usando elementos que te ayuden a identificarlo y a diferenciarlo de otros. De esta manera, podrás aprovechar el potencial de tu memoria visual y tu atención selectiva.

¿Cómo utilizar iconos, símbolos o señales visuales?

Existen diferentes formas de utilizar iconos, símbolos o señales visuales según el tipo de información que quieras memorizar y el tipo de elemento que quieras usar. Algunas de las más habituales son:

  • Iconos: Imágenes que representan objetos o conceptos de forma simplificada o estilizada. Por ejemplo, si quieres memorizar los planetas del sistema solar, puedes usar iconos que muestren su forma, color o tamaño.
  • Símbolos: Signos que representan objetos o conceptos de forma convencional o arbitraria. Por ejemplo, si quieres memorizar las notas musicales, puedes usar símbolos que muestren su nombre o su posición en el pentagrama.
  • Señales visuales: Marcas o indicaciones que resaltan o destacan algún aspecto de la información. Por ejemplo, si quieres memorizar los datos más importantes de un texto, puedes usar señales visuales como subrayados, colores, flechas, etc.

¿Qué beneficios tiene utilizar iconos, símbolos o señales visuales?

Utilizar iconos, símbolos o señales visuales tiene múltiples beneficios para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Algunos de ellos son:

  • Aprovecha el potencial de la memoria visual: Al utilizar elementos gráficos o visuales, estimulas tu memoria visual, que es una de las más potentes y duraderas. Además, al crear imágenes mentales asociadas a la información, facilitas su recuerdo y su evocación.
  • Aprovecha el potencial de la atención selectiva: Usar elementos gráficos o visuales, focalizas tu atención en lo más relevante o significativo de la información. Además, al crear contrastes o diferencias entre los elementos, facilitas su reconocimiento y su discriminación.

Técnicas de memorización 4: Crear reglas mnemotécnicas

La cuarta de las técnicas de memorización que te proponemos es crear reglas mnemotécnicas. Esto significa que cuando quieras memorizar algo, debes inventar una palabra, una frase, una rima, una canción o cualquier otro recurso que te ayude a recordarlo. De esta manera, podrás facilitar el recuerdo de información compleja o poco intuitiva.

¿Cómo crear reglas mnemotécnicas?

Existen diferentes formas de crear reglas mnemotécnicas según el tipo de información que quieras memorizar y el tipo de recurso que quieras usar. Algunas de las más habituales son:

  • Acrósticos: Frases cuyas iniciales coinciden con las iniciales de la información que se quiere recordar. Por ejemplo, si quieres memorizar los puntos cardinales, puedes usar el acróstico: “Nunca Oigo Llorar A Mi Abuela” (Norte, Oeste, Este, Sur).
  • Acrónimos: Palabras formadas por las iniciales o las sílabas de la información que se quiere recordar. Por ejemplo, si quieres memorizar los colores del arcoíris en orden, puedes usar el acrónimo: “RNAVCIV” (Rojo, Naranja, Amarillo, Verde, Cian, Índigo, Violeta).
  • Rimas: Versos que terminan con palabras que suenan igual o parecido a la información que se quiere recordar. Por ejemplo, si quieres memorizar los meses del año que tienen 30 días, puedes usar la rima: “Abril, junio y septiembre / y también noviembre / tienen treinta días solamente”.
  • Canciones: Melodías que se acompañan de letras que contienen la información que se quiere recordar. Por ejemplo, si quieres memorizar la tabla del nueve, puedes usar la canción: “Nueve por uno nueve / nueve por dos dieciocho / nueve por tres veintisiete / nueve por cuatro treinta y seis / nueve por cinco cuarenta y cinco / nueve por seis cincuenta y cuatro / nueve por siete sesenta y tres / nueve por ocho setenta y dos / nueve por nueve ochenta y uno / nueve por diez noventa”.

¿Qué beneficios tiene crear reglas mnemotécnicas?

Crear reglas mnemotécnicas tiene múltiples beneficios para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Algunos de ellos son:

  • Facilita el recuerdo: Le das un formato más sencillo y atractivo a la información que quieres recordar, lo que hace que sea más fácil de evocar y menos propensa al olvido.
  • Facilita la creatividad: Estimulas tu creatividad e imaginación, lo que te permite generar recursos originales y personalizados para memorizar la información.
  • Facilita la motivación: Aumentas tu interés y tu diversión por el proceso de memorización, lo que te hace sentir más satisfecho y motivado.

Técnica 5: Tomar notas

La quinta de las técnicas de memorización que te proponemos es tomar notas. Esto significa que cuando quieras memorizar algo, debes escribirlo de forma resumida y esquemática, usando palabras clave, abreviaturas, colores, símbolos o cualquier otro recurso que te ayude a sintetizar y organizar la información. De esta manera, podrás reforzar el aprendizaje activo y la memoria a largo plazo.

¿Cómo tomar notas?

Existen diferentes formas de tomar notas según el tipo de información que quieras memorizar y el tipo de recurso que quieras usar. Algunas de las más habituales son:

  • Palabras clave: Son las palabras más importantes o significativas de la información que se quiere recordar. Por ejemplo, si quieres memorizar los tipos de galaxias, puedes usar las palabras clave: espiral, elíptica, irregular.
  • Abreviaturas: Son formas cortas o simplificadas de escribir las palabras o las frases. Por ejemplo, si quieres memorizar los nombres de los países de Europa, puedes usar las abreviaturas: Esp (España), Fra (Francia), Ale (Alemania), etc.
  • Colores: Son tonalidades que se usan para resaltar o diferenciar la información. Por ejemplo, si quieres memorizar los elementos químicos de la tabla periódica, puedes usar los colores: rojo (metales), azul (no metales), verde (gases nobles), etc.
  • Símbolos: Son signos que se usan para representar o clasificar la información. Por ejemplo, si quieres memorizar las partes de una oración, puedes usar los símbolos: S (sujeto), V (verbo), CD (complemento directo), CI (complemento indirecto), etc.

¿Qué beneficios tiene tomar notas?

Tomar notas tiene múltiples beneficios para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Algunos de ellos son:

  • Refuerza el aprendizaje activo: Participas activamente en el proceso de memorización, lo que te hace estar más atento y concentrado en la información.
  • Refuerza la memoria a largo plazo: Repasas y reorganizas la información, lo que te permite consolidarla y almacenarla en tu memoria a largo plazo.
  • Refuerza la comprensión: Sintetizas y esquematizas la información, lo que te ayuda a entenderla mejor y a relacionarla con otros conocimientos.

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Técnicas de memorización 6: Leer en voz alta

La sexta de las técnicas de memorización que te proponemos es leer en voz alta. Esto significa que cuando quieras memorizar algo, debes pronunciarlo con tu propia voz, usando diferentes tonos, ritmos, énfasis o expresiones. De esta manera, podrás mejorar tu comprensión lectora y tu memoria auditiva.

¿Cómo leer en voz alta?

Existen diferentes formas de leer en voz alta según el tipo de información que quieras memorizar y el tipo de modulación que quieras usar. Algunas de las más habituales son:

  • Por tonos: Variar la altura o la intensidad de la voz según el sentido o la importancia de la información. Por ejemplo, si quieres memorizar una definición, puedes usar un tono alto para la palabra clave y un tono bajo para el resto.
  • Por ritmos: Consiste en variar la velocidad o la duración de la voz según el ritmo o la estructura de la información. Por ejemplo, si quieres memorizar una lista, puedes usar un ritmo rápido para los elementos y un ritmo lento para las pausas.
  • Por énfasis: Resaltar o destacar alguna parte de la información con la voz o con gestos. Por ejemplo, si quieres memorizar una fórmula, puedes usar un énfasis vocal para los signos o un énfasis gestual para los paréntesis.
  • Por expresiones: Añadir o modificar alguna palabra o frase de la información con la voz o con gestos. Por ejemplo, si quieres memorizar una regla gramatical, puedes usar una expresión interrogativa para las excepciones o una expresión afirmativa para las normas.

¿Qué beneficios tiene leer en voz alta?

Leer en voz alta tiene múltiples beneficios para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Algunos de ellos son:

  • Mejora la comprensión lectora: Activas tanto el canal visual como el auditivo, lo que te permite procesar mejor la información y captar su significado y su estructura.
  • Mejora la memoria auditiva: Estimulas tu memoria auditiva, que es una de las más eficaces y fáciles de evocar. Además, al crear sonidos asociados a la información, facilitas su recuerdo y su reconocimiento.
  • Mejora la expresión oral: Practicas tu expresión oral, lo que te ayuda a mejorar tu pronunciación, tu entonación, tu fluidez y tu seguridad al hablar.

Técnica 7: Autoevaluarse

La séptima de las técnicas de memorización que te proponemos es autoevaluarse. Esto significa que cuando quieras memorizar algo, debes comprobar tu nivel de conocimiento y de recuerdo de la información, usando preguntas, tests, resúmenes u otros recursos que te permitan medir tu aprendizaje. De esta manera, podrás consolidar los recuerdos y detectar los errores o lagunas de memoria.

¿Cómo autoevaluarse?

Existen diferentes formas de autoevaluarse según el tipo de información que quieras memorizar y el tipo de recurso que quieras usar. Algunas de las más habituales son:

  • Preguntas: Son cuestiones que te planteas a ti mismo o a otros sobre la información que quieres recordar. Por ejemplo, si quieres memorizar las capitales de Europa, puedes hacerte preguntas como: ¿Cuál es la capital de Italia? ¿Qué países tienen como capital una ciudad que empieza por B? ¿Qué capital europea está más al norte?
  • Tests: Son pruebas que contienen varias preguntas con opciones de respuesta sobre la información que quieres recordar. Por ejemplo, si quieres memorizar las tablas de multiplicar, puedes hacer tests que contengan preguntas como: 6 x 7 = ? a) 36 b) 42 c) 48 d) 54
  • Resúmenes: Son textos breves que recogen las ideas principales o los datos más importantes de la información que quieres recordar. Por ejemplo, si quieres memorizar los tipos de galaxias, puedes hacer un resumen que diga: Las galaxias son agrupaciones de estrellas, planetas, gas y polvo. Hay tres tipos principales de galaxias: espirales, elípticas e irregulares.

¿Qué beneficios tiene autoevaluarse?

Autoevaluarse tiene múltiples beneficios para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Algunos de ellos son:

  • Consolida los recuerdos: Al autoevaluarte, repasas y refuerzas la información que has memorizado, lo que te permite fijarla y almacenarla en tu memoria a largo plazo.
  • Detecta los errores o lagunas de memoria: Al autoevaluarte, compruebas y corriges la información que has memorizado, lo que te permite identificar y solucionar los fallos o las dudas que puedas tener.
  • Mejora la metacognición: Al autoevaluarte, reflexionas y regulas tu propio proceso de memorización, lo que te ayuda a mejorar tu conciencia y tu control sobre tu aprendizaje.

Técnicas de memorización 8: Practicar

La octava y última de las técnicas de memorización que te proponemos es practicar. Esto significa que cuando quieras memorizar algo, debes repasar y ejercitar la información de forma periódica y variada, usando repasos espaciados, juegos de memoria, ejercicios mentales u otros recursos que te permitan mantener y mejorar tu memoria.

¿Cómo practicar?

Existen diferentes formas de practicar según el tipo de información que quieras memorizar y el tipo de recurso que quieras usar. Algunas de las más habituales son:

  • Repasos espaciados: Repasar la información a intervalos de tiempo cada vez más largos. Por ejemplo, si quieres memorizar los ríos de España, puedes repasarlos al día siguiente, a la semana siguiente, al mes siguiente y al año siguiente.
  • Juegos de memoria: Jugar a juegos que impliquen recordar o reconocer la información. Por ejemplo, si quieres memorizar las capitales de Europa, puedes jugar al memory, al trivial o al ahorcado.
  • Ejercicios mentales: Hacer ejercicios que impliquen procesar o aplicar la información. Por ejemplo, si quieres memorizar las tablas de multiplicar, puedes hacer cálculos mentales, problemas o sudokus.

¿Qué beneficios tiene practicar?

Practicar tiene múltiples beneficios para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Algunos de ellos son:

  • Mantiene la mente ágil: Estimulas tu mente y la mantienes activa y alerta, lo que te ayuda a mejorar tu capacidad cognitiva y tu rendimiento mental.
  • Previene el olvido: Refrescas y reactivas la información que has memorizado, lo que te ayuda a evitar su pérdida o su deterioro con el paso del tiempo.
  • Mejora el aprendizaje permanente: Consolidas y amplías la información que has memorizado, lo que te ayuda a adquirir un aprendizaje más profundo y duradero.

conclusiones y preguntas frecuentes


Conclusión

En este artículo te hemos explicado qué es la memoria y cómo funciona, y te hemos presentado 8 técnicas de memorización que están respaldadas por la ciencia y que pueden ayudarte a mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Estas técnicas son:

  • Organizar la información
  • Hacer asociaciones
  • Utilizar iconos, símbolos o señales visuales
  • Crear reglas mnemotécnicas
  • Tomar notas
  • Leer en voz alta
  • Autoevaluarse
  • Practicar

Te invitamos a poner en práctica estas técnicas y a comprobar sus beneficios por ti mismo. También te animamos a compartir tus experiencias o tus dudas con nosotros, dejando un comentario al final de este artículo o contactando con nosotros por correo electrónico.

Esperamos que este artículo te haya resultado interesante y útil, y que te haya servido para mejorar tu memoria y tu aprendizaje. Te agradecemos tu atención y te ofrecemos algunos recursos adicionales o sugerencias para profundizar en este tema:

¡Hasta pronto! 😊

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