El síndrome del emperador es un trastorno de la conducta que afecta a los niños. Se presenta en el círculo familiar a corta edad cuando el niño comienza a desafiar el poder de los padres y empieza a tener rasgos de autoridad con ellos. Posteriormente estas características las tendrá con cualquier adulto de su círculo.
Fuera del ámbito familiar se puede manifestar marcadamente entre los 12 y los 17 años.
Este síndrome ha crecido notablemente en nuestra sociedad actual y se caracteriza por el mal trato de los niños hacia sus padres. Muchos autores sostienen que los niños tiranos poseen este síndrome del emperador.
Según los expertos y las investigaciones al respecto, estadísticamente el síndrome del emperador suele afectar a niños varones entre 11 y 17 años de edad de una clase media alta, aunque efectivamente este síndrome se puede manifestar a muy corta edad.
Características de los niños con síndrome del emperador
El comportamiento agresivo ya sea verbal o físico somete a uno o a ambos padres del niño con este síndrome. Hijos que agreden, amenazan, maltratan o ejercen algún tipo de violencia con sus padres. Estos niños se convierten en verdaderos autoritarios.
Razones del síndrome del emperador
Muchos padres se preguntan ¿Qué hemos hecho mal para criar un hijo con este problema? o ¿En qué hemos fallado?”.
Algunos investigadores afirman que la sobreprotección, la ausencia de autoridad por parte de los padres y la permisividad pueden ser suficientes para despertar este síndrome en los niños.
Aunque la primera tendencia es culpar a los propios padres del niño por lo antes dicho, lo cierto es que es imprescindible enfocarse también en el contexto del niño con síndrome del emperador y no volcar absolutamente toda la responsabilidad en los padres.
Si bien es cierto que el entorno más cercano de un niño se compone en un 90 % por la presencia de los padres (padre, madre o figuras que ocupan estos lugares en la vida de los niños) también es importante enfocarse en el entorno familiar (tíos, tías, abuelos, hermanos, padrinos, madrinas, etc).
Asimismo hay que observar una posible conducta de abandono de las funciones familiares, la sobre-exigencia y la falta de demostración de afectos por parte de los padres.
Sin embargo otros expertos indican que estas causas no son suficientes para tal síndrome. Para el psicólogo Garrido Genovés, especialista en criminalística “Un padre permisivo podría tener un hijo caprichoso pero no un hijo violento”.
Él asegura que la violencia de los hijos tiranos (que padecen este síndrome del emperador) se debe a la carencia de estos niños por asimilar emociones de tipo moral (como el amor, la compasión o la empatía).
Para este especialista, este niño que carece de esta capacidad, sólo expresa la falta de dichos valores que se han perdido como familia y como sociedad, es decir que el niño sólo es un reflejo de la sociedad.

¿Cómo enfrentarse al síndrome del emperador?
- Desarrollar de manera periódica la conciencia de las emociones morales en los niños. En estos casos puede ser de utilidad pedir ayuda de algún tipo. Las organizaciones sin fines de lucro, las agrupaciones religiosas o barriales pueden a menudo ayudar al niño a comprender, asimilar y desarrollar este tipo de emociones.
- Establezca límites claros e intente no ser flexible en ellos.
- No permitan la violencia o el engaño en sus hijos.
- Realizar acciones comunitarias (como llevar comida a un hogar de ancianos o de niños una vez por semana) es algo que inevitablemente el niño comenzará a asimilar.
- Evite los deportes o actividades individualistas y fomente aquellos de trabajo en equipo.
© 2016 El síndrome del emperador. Hijas e hijos tiranos. Escuela de padres. Portal Educapeques
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