En la actualidad vivimos en una sociedad muy competitiva en la que cada vez se exige más a las personas, no sólo en lo laboral, sino en aspectos que son de gran importancia, se les pide ser originales, eficientes, creativos y muy proactivos. Además de lo mencionado existe una presión hacia lo uniforme, haciendo que se desprecie al que sobresale por alguna habilidad. Todos estos aspectos hacen que quienes tengan mejores capacidades y habilidades sean acosados o humillados, a esto se le conoce como Síndrome de Procusto, tema acerca del cual hablaremos a continuación.
¿Qué es el Síndrome de Procusto?
El Síndrome de Procusto hace referencia a la tendencia que poseen algunas empresas, personas e incluso la sociedad a rechazar a aquellos que tienen características distintas a las propias, solo por miedo a ser superados o cuestionados por ellos. Aunque en muchos casos se tiende a mantener una uniformidad en la que las divergencias no son bien vistas.
De esta manera se establecen actitudes de discriminación e incluso acoso hacia la persona que sobresale y que se considera puede amenazar la estima o propia posición. Este síndrome normalmente se da hacia las personas que pueden estar por encima, aunque en ocasiones también se rechaza a personas con menos capacidades.
El mito griego de Procusto
Para explicar con mayor facilidad cómo se presenta este síndrome, les contaremos sobre el mito griego de Procusto.
Según la mitología griega, Procusto es uno de los hijos del dios Poseidón.
Se cuenta, que Procusto les proponía a los viajeros pasar la noche en su morada, ofreciéndoles una hospitalidad muy generosa, con un trato insuperablemente amable y les facilitaba una cama de hierro para que durmieran.
Sin embargo, cuando los invitados se dormían, Procusto los amordazaba y los media, para ver si su tamaño era igual que el de la cama de hierro en la que los acostaba.
Si el viajero llegaba a sobrepasar el tamaño de la cama, Procusto cortaba las partes que sobresalieran de ella.
Si por el contrario, el viajero era de menor tamaño que el largo de la cama, Procusto le rompía los huesos con un mazo para estirarlo, hasta que fuese del tamaño indicado.
Esto quiere decir, que Procusto hacía que sus visitantes siempre se ajustaran a las medidas de su cama.
Un día llegó Teseo y le propuso a Procusto que se acostara en su cama de hierro para ver si cumplía con las medidas.
Ambos pudieron observar que Procusto era de mayor tamaño y Teseo procedió a aplicarle el mismo castigo, que él malvado anfitrión les proporcionaba a sus invitados. De esta manera, procedió a cortarle la cabeza y murió.
¿Qué personas manifiestan el Síndrome de Procusto?
El síndrome de Procusto se da generalmente en personas con un nivel de frustración elevado y que tienen poca sensación de control, teniendo una autoestima baja. Estas personas en muchas ocasiones han sufrido vejaciones y han vivido eventos estresantes que han provocado que duden de su capacidad y quieran humillar a quienes consideran superiores.
Este síndrome también puede manifestarse en el caso contrario, en el que una persona con autoestima exagerada, casi narcisista, ve que otros destacan y son tomados más en cuenta que ellos mismos. Quienes desarrollan estás actitudes suelen llevarlas a cabo de forma inconsciente como consciente.
Ámbitos en los que puede observarse el Síndrome de Procusto
El síndrome de Procusto se observa en cualquier entorno y puede tener efectos negativos en la persona que podría sobresalir. Los siguientes son algunos ámbitos en los que se hace más visible este Síndrome:
Ámbito laboral
En este ámbito el síndrome puede hacerse más evidente, ya que existe una gran competitividad en el mercado y es posible que otras personas más preparadas o con mayores capacidades resulten más aptas para el propio puesto. En este ámbito siempre hay alguien que intenta que la persona que sobresale no lo haga, apropiándose de sus aportes o restándoles valor.
Ámbito académico
Generalmente en el ámbito académico el que sobresale es el más considerado, tanto por sus compañeros como por los propios profesores. En muchas ocasiones se ha observado el síndrome en casos en los que diferentes alumnos han criticado y humillado en público a otros, debido a que pueden haberse sentido inferiores en capacidades o ven peligrar su prestigio.
Ámbito personal
El Síndrome de Procusto no sólo se observa en el ámbito laboral y académico, este también se extiende a lo personal. En estos casos, amigos, parejas y familiares son criticados constantemente y los fracasos o malestares que sufre la persona vista como amenaza, producen cierto nivel de alegría y satisfacción.
También es posible que las personas con síndrome de Procusto eviten tener parejas más atractivas e inteligentes que ellas, causando una relación tóxica que puede generar sufrimiento a ambas partes.
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